Dora García, Espaivisor y la Fundación RAC, premios Arte y Mecenazgo 2018
Los galardones homenajean a los distintos agentes que participan en el mundo de la creación
La producción de la artista Dora García como ejemplo de excelencia creativa; la visión clara y personal de la galería Espaivisor para interpretar el arte de estos tiempos y el planteamiento innovador de la Fundación Rosón Arte Contemporáneo (RAC), que es ejemplo de la complicidad y el refuerzo del ecosistema cultural local, han sido los galardonados en la octava edición de los Premios Arte y Mecenazgo.
El fallo del jurado se ha anunciado este martes en el CaixaForum de Madrid, donde se ha recordado el espíritu con el que nacieron estos galardones otorgados por primera vez en 2011: premiar a los distintos eslabones de la cadena que conforma el mundo del arte, reconocer su labor, incentivarla, “crear referentes”, ha señalado Elisa Durán, directora general adjunta de la Fundación Bancaria ”la Caixa”. De ahí, el reconocimiento a un autor propiamente dicho, a una galería como intermediario entre el creador y la sociedad y al mecenas como impulsor y motor de esa creación. Papel que también ejerce la Fundación al dotarlos con 90.000 euros, repartidos entre Dora García a la que se le otorgan 50.000, 20.000 de ellos destinados a la producción de un libro de artista, y 40.000 para Espaivisor para que elaboren un proyecto que contribuya al reconocimiento de la galería tanto en el ámbito local como en el internacional.
Las dos palabras que nombran estos premios: arte y mecenazgo, han centrado la conversación, la segunda precedida por el sustantivo “ley”. Tanto los galardonados como los organizadores consideran urgente la existencia de una Ley de Mecenazgo, prometida por el Gobierno anterior pero no materializada. El coleccionista y mecenas Carlos Rosón, creador de la Fundación RAC considera esta situación “absurda”. “Se requieren ventajas fiscales, disponer de medios para desarrollar proyectos”, ha sostenido. Coincide con Durán en que cuando se habla de mecenazgo no hay que pensar en recursos millonarios. “Es contribuir, apoyar, tener vocación pública”, ha apuntado la directora; “transciende de la portación económica”, agrega el coleccionista. No desesperan, miran con confianza al nuevo ministro de Cultura, José Guirao, que conoce bien el mundo del arte y, en su etapa profesional anterior, ha tenido que lidiar con los mismos problemas con los que se encuentran ellos. Saben que no solo depende de él, hay otro elemento en juego: el Ministerio de Hacienda. El afán difusor contra el afán recaudador.
El dinero es libertad para crear
Sobre cómo está la situación del artista -“el centro de este mundo”, como lo considera Rosón- basta con escuchar a Dora García (Valladolid, 1965): “Yo no vivo de mi trabajo”. Franca afirmación de una creadora reconocida internacionalmente que además ejerce como docente y que expone en el Museo Reina Sofía. Su muestra Segunda vez se puede ver hasta el 3 septiembre y a pesar de lo que podría parecer, su pensamiento al enterarse de que recibiría el galardón fue “el dinero [del premio] me da libertad”. Los galeristas Mira Bernabeu y Miriam Lozano, de la valenciana Espaivisor, narran una situación parecida, trabajan para el público de su ciudad, que ven los proyectos que preparan. “Pero el 99,9% no compra”, asegura Bernabeu. Viven de las compras en ferias internacionales como Frieze (Londres y Nueva York), Art Basel Miami o Arco. Bernabeu ha asegurado a este diario que reciben más subvenciones como empresa que como galería. Pero desde Espaivisor no desisten, saben que el haber recibido este galardón puede servir de revulsivo a otros proyectos, sobre todo a otros que estén en la periferia, es decir, fuera del centro que es Madrid, como es también el caso de la Fundación RAC, que está situada en Pontevedra.
Rosón señala otro factor fundamental: la educación. Ha explicado que el arte contemporáneo, no se conoce, no forma parte de los planes de estudio y es erróneamente considerado solo para élites. La fundación pontevedresa tiene un programa de residencias por el cual un artista, también de la perifera, en esta edición es el colombiano Nicolás París, desarrolla un proyecto que tenga que ver con Galicia.
En la carta de deseos que García le escribiría al ministro incluiría la separación de la política de la gestión cultural. Que la creación no se tenga que ver salpicada ni perjudicada por los vaivenes políticos.
La charla tuvo que acabar, no sin volverse a citar el 25 de octubre, también en el CaixaForum madrileño, para celebrar la entrega de premios, además del económico se incluye una escultura creada por Barceló ex profeso.
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