“De niña era una máquina de mentir; tal vez ese fue el germen de mi escritura”
La autora peruana se somete al carrusel de preguntas de este diario
La escritora peruana María José Caro (Lima, 1985) ha publicado tres libros, dos de ellos de cuentos, ese “género de solitarios” que cultivó con excelsa maestría su compatriota Julio Ramón Ribeyro —uno de los mejores cuentistas en castellano—. Los libros de relatos ¿Qué tengo de malo? (2017) y La primaria (2012) y la novela Perro de negros (2016) le valieron a Caro para formar parte el año pasado de los mejores autores jóvenes de América Latina seleccionados el año pasado por el festival Bogotá 39.
¿Cuál es el último libro que le hizo reír a carcajadas?
Un fragmento de Cincuenta sombras de Grey.
¿Quién sería su lector perfecto?
Para mí es suficiente con que me lean.
¿Qué libros tiene en su mesa de dormir?
En este momento, Apegos feroces, de Vivian Gornick; Mandíbula, de Mónica Ojeda; y Comer animales, de Jonathan Safran Foer.
¿Qué libro le cambió la vida?
El guardián entre el centeno.
¿Cuál es su rutina diaria para escribir?
Escribo muy temprano. En casa o en un café. Cuando las ideas aún están frescas y antes de que el día me corrompa.
¿Qué música le sirve para escribir?
Escucho música instrumental. Olafur Arnalds o bandas sonoras de Hans Zimmer.
¿Qué deportista, personaje literario o cinematográfico se asemeja a usted?
Una extra, que en la película mira de reojo a la cámara.
¿Con quién le gustaría sentarse en una fiesta?
Con mis mejores amigos. Frente a la mesa de bocaditos y lejos de los parlantes.
¿Qué significa ser una escritora?
Sentir que la vida mejora por el simple hecho de volcarla en un papel.
¿Qué libro regalaría a un niño para introducirlo en la literatura?
Las brujas, de Roald Dahl.
¿Cuál es su lugar favorito en el mundo?
El jardín de la casa de mi madre los sábados. Con mis perras y mis sobrinas corriendo de un lado al otro.
¿Qué libro mataría por haber escrito?
Cualquier libro de Carson McCullers.
¿Cuándo fue la última vez que lloró?
Hace un par de semanas, leyendo El hijo que perdí, de Ana Izquierdo.
¿Cuál es el mejor consejo que le dio alguno de sus padres?
Hay que prepararse para lo peor esperando lo mejor.
¿Con quién le gustaría quedar atrapado en un ascensor?
Con alguien que tenga los bolsillos llenos de ansiolíticos.
¿Cuál es el mejor regalo que ha recibido?
Un libro que tenía dentro la foto de otra persona.
¿A qué edad se dio cuenta de que quería ser escritora?
De niña era una máquina de mentiras. Supongo que allí estaba el germen de la escritura.
¿Cómo fue su primera borrachera?
Con ron barato y sin resaca.
¿Qué superpoder le gustaría tener?
Poder vivir otras vidas mientras duermo.
¿Dónde no querría vivir?
En la selva de noche.
¿De pequeña qué quería ser?
Veterinaria y arqueóloga.
¿Messi o Cristiano Ronaldo?
Martina Hingis.
¿Qué le diría al presidente Martín Vizcarra?
Que se cuide de Moisés Mamani [un congresista fujimorista clave en la renuncia de Pedro Pablo Kuczynski a la presidencia de Perú].
Babelia
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