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El Cervantes impulsa un Observatorio del Español en Marruecos

Instituciones de las dos orillas se asocian para combatir el declive de la lengua del Quijote en la enseñanza marroquí

Francisco Peregil
Panorámica de Rabat.
Panorámica de Rabat.alery Sharifulin (Getty)

¿Cuánta gente habla español en Marruecos? ¿Cuántos universitarios marroquíes hay matriculados en filología española? ¿Cuántos niños lo estudian como tercera lengua extranjera, dado que la primera es el árabe y la segunda el francés? ¿Dónde hay más demanda para aprenderlo? ¿Cómo influye el turismo en la expansión de la lengua? Plantear esas preguntas a las autoridades españolas asignadas en Rabat es ponerlas en un aprieto. Lo que sí tienen claro es que el español ha ido perdiendo peso en la enseñanza marroquí y es preciso contrarrestar esa tendencia.

Javier Galván, director del Instituto Cervantes de Rabat y coordinador en Marruecos, viene impulsando desde hace dos años la creación de un Observatorio del Español para recabar el mayor número de estadísticas sobre la situación de la lengua. Esta semana, por fin, anunciará el inicio de su proyecto. De momento, el Observatorio no contará con un solo euro destinado a su funcionamiento. “Vamos a empezar por algo tan sencillo y necesario como recabar datos”, explica Galván. “Una vez que conozcamos las estadísticas diseñaremos estrategias para potenciar el español. Y, al menos, durante el tiempo que yo permanezca en Marruecos iremos aportando datos”.

“El objetivo”, continúa Galván, “es que nos reunamos de forma periódica representantes del Instituto Cervantes, de la consejería de Educación en Rabat, de la consejería de Empleo, del ministerio de Educación marroquí, del Instituto Hispano-Luso de Marruecos, del Institut Royal des Études Strategiques (Ires), que es un centro de análisis semejante al Real Instituto Elcano. Cada uno aportaremos nuestras cifras”.

Hemos perdido el norte de Marruecos. Allí los abuelos y los padres hablan español, pero los jóvenes, no. Lo más grave es que tampoco hablan francés Antonio Robles

El estado actual de la situación lo expresó este lunes en un excelente español Mohamed Ben Abdelkader, ministro de la Administración Pública, nacido en Tetuán en 1961. “No tengo datos estadísticos sobre el español en la universidad. Pero creo que merece un estatuto mejor en la enseñanza marroquí. El español ha perdido peso en el norte del país”. Ben Abdelkader fue uno de los invitados por el Instituto Cervantes a la sesión inaugural de la tercera edición de la Semana de la Lengua Española en Marruecos. El ministro puso énfasis en el contraste que hay entre el despliegue que España dedica a la enseñanza del Español en Marruecos y el papel que la asignatura del español tiene en la enseñanza reglada marroquí.

El Ministerio de Educación de España dispone de 10 colegios en Marruecos, de un total de 22 repartidos por el mundo. Y el Instituto Cervantes está presente en 12 ciudades marroquíes, con seis centros y seis extensiones, por delante incluso de Brasil, que cuenta con ocho centros en ocho ciudades.

Galván explica que el Cervantes acusó los efectos de la crisis económica iniciada 2008 y eso se notó en un descenso en las matrículas. “Pero en 2017 hemos tenido un repunte del 11%”, asegura. Galván distingue entre lo que es el interés de la sociedad por la lengua española y lo que es la realidad de la enseñanza reglada marroquí. “El Institut Royal des Études Strategiques me ha facilitado un estudio aún pendiente de publicación, elaborado sobre datos de 2016, en el que señala que entre 2011 y 2016 el número de personas que comprende el español ha aumentado un 1,5%".

El trabajo del Cervantes y del ministerio español de Educación no es más que una pata de la mesa que sostiene el andamiaje de la lengua. La otra parte recae sobre el Estado marroquí. Y dentro del Estado hay quien se inclina por mantener el árabe clásico como lengua vehicular y otros que optan por el francés. El español queda en un tercer lugar, cada vez más condicionado por la demanda creciente del inglés.

Antonio Robles, recién nombrado consejero de Educación de la Embajada Española, señala: “Antes de actuar tenemos que diagnosticar la situación de la lengua española, para no dar palos de ciego. Por eso es muy importante la creación del Observatorio. Y tenemos que reconocer las batallas perdidas. Hemos perdido el norte de Marruecos. Allí los abuelos y los padres hablan español, pero los jóvenes, no. Lo más grave es que tampoco hablan francés, porque la lengua vehicular en los colegios y en los institutos es el árabe clásico. Al perder el francés hemos perdido un puente, un vínculo entre la cultura occidental y el islamismo”.

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Sobre la firma

Francisco Peregil
Redactor de la sección Internacional. Comenzó en El País en 1989 y ha desempeñado coberturas en países como Venezuela, Haití, Libia, Irak y Afganistán. Ha sido corresponsal en Buenos Aires para Sudamérica y corresponsal para el Magreb. Es autor de las novelas 'Era tan bella', –mención especial del jurado del Premio Nadal en 2000– y 'Manuela'.

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