Bertrand Cantat se retira de los festivales ante la presión pública por haber matado a golpes a su pareja en 2003
La madre de Marie Trintignant, Nadine, califica de “indecente” la vuelta a los escenarios del hombre que mató a golpes a su hija
Ante la creciente polémica y presiones públicas, Bertrand Cantat ha decidido retirarse de los festivales musicales en los que tenía previsto presentar su primer álbum en solitario, Amor fati, este año. Al mismo tiempo, el exlíder de Noir Désir ha dejado claro que mantendrá los conciertos de la gira que inició el 1 de marzo porque tiene “derecho a la reinserción” como cualquier ciudadano tras haber “purgado su pena” por la muerte de su novia, la actriz Marie Trintignant, a golpes en Lituania en 2003.
“Para poner fin a todas las polémicas y hacer que acaben las presiones sobre los organizadores, he decidido retirar nuestro proyecto de todos los festivales de verano”, anunció Cantat en un mensaje en su página de Facebook colgado la noche del lunes.
El anuncio llega después de que los organizadores de dos festivales, Les Escales de Saint-Nazare y Les papillons de nuit, lo bajaran la semana pasada de sus carteleras tras la presión social. Más de 70.000 personas habían firmado una petición para pedir su retirada de Les papillons de nuit afirmando que la participación de Cantat en ese concierto “banaliza y avala la violencia contra las mujeres”.
“Me llamo Bertrand Cantat y en 2003 fui condenado a ocho años de prisión por la muerte de Marie Trintignant sin intención de matarla”, abre el músico su mensaje, citando literalmente la fórmula por la que fue condenado en 2003, aunque solo cumplió la mitad de la sentencia. “He pagado la deuda a la que la justicia me condenó. He purgado mi pena. No me beneficié de privilegios”, subraya Cantat, que critica que la prensa se haya “apoderado” de su historia para “deformarla e instrumentalizarla hasta el exceso”.
El músico es padre de dos hijos que tuvo con su exmujer Christina Rady, que lo apoyó durante el juicio en Vilna y que acabó suicidándose en 2010 en el domicilio familiar después de haber dejado un mensaje a su familia sobre los presuntos maltratos que recibía del cantante. Una periodista musical, Anne-Sophie Jahn, asegura en un nuevo libro, Los siete pecados capitales del Rock, que el entorno de Cantat sabía del pasado de violencia doméstica del músico y que aún así decidieron “mentir” en el juicio, instigados por la propia Rady, para lograr una pena más suave contra el cantante.
En su mensaje, Cantat, dice “renovar su más sincera compasión profunda y total a la familia y los amigos de Marie”, pero reclama a la vez su derecho a retomar su vida. “Deseo hoy, de igual manera que cualquier ciudadano, el derecho a la reinserción. El derecho a ejercer mi trabajo, el derecho de mis cercanos a vivir en Francia sin sufrir presiones o calumnias. El derecho del público a venir a mis conciertos y escuchar mi música”.
Un “derecho” con el que no está en absoluto de acuerdo la madre de su víctima, la también actriz Nadine Trintignant.
“Desde luego que no, no (tiene derecho) a volver a ese tipo de trabajo porque ha matado”, afirmó en una entrevista en la cadena France 2 la noche del lunes. “¿Se va a hacer aplaudir después de haber matado? No tiene derecho alguno a subirse a un escenario”, insistió Nadine Trintignant, que calificó de “vergonzoso, indecente, asqueroso que (Cantat) vuelva a un escenario”.
La decisión de Cantat ha recibido respuestas muy diversas. El director de Garorock, uno de los festivales afectados, Ludovic Labordie, se declaró “triste por lo que esto hace al rock francés”, según el diario Le Républicain. Grupos feministas como Osez le feminisme, que ha realizado varias protestas ya en los conciertos de Cantat, celebró por el contrario la decisión y manifestó su intención de seguir presionando hasta conseguir “que anule todos los otros” conciertos, según dijo su portavoz, Raphaëlle Rémy-Leleu, en las redes sociales.
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