Francia y el rap, un largo pulso judicial
Pese a múltiples juicios, en ningún caso las penas contra raperos franceses han sido tan duras como las españolas
Los fans del rap francés tienen marcada en rojo una fecha desde hace más de un año: el 8 de marzo, uno de los grupos pioneros del rap nacional, NTM, disuelto en 2001, se volverá a juntar en París para celebrar su nacimiento hace casi tres décadas en las calles de la banlieue de Seine-Saint-Denis. Lo que no está claro es si Joeystarr y Kool Shen, los dos jóvenes —ahora cincuentones— que formaron el grupo Nique ta Mère (Jode a tu madre) a finales de los 80, volverán a repasar algunos de los temas por los que mantuvieron un duro pulso con la policía y los políticos que durante la década de los 90 trataron de hacerles pagar con cárcel sus letras cargadas de violencia y desprecio por las autoridades y los símbolos del país. Porque antes de que España empezara a procesar y encarcelar a raperos, Francia ya estaba curtida en procesos contra jóvenes provocadores a ritmo de verso. Aunque nunca, pese a los múltiples juicios que se siguen celebrando, se ha llegado a emitir una condena tan dura como los tres años y medio que le han caído al español Valtonyc por enaltecimiento del terrorismo, injurias graves a la Corona y amenazas.
Corría el año 1996 y NTM ya se había consagrado como una de las referencias del rap en Francia. También estaban en la mira de las autoridades por algunas de sus letras, como la de Police (1993), una dura crítica a la actuación policial en barriadas pobres por la que la fiscalía de París ordenó una investigación y los dos cantantes fueron llevados a comisaría a declarar, aunque finalmente se declaró el caso como prescrito.
Libertad de expresión e intimidación
Pero dos años más tarde, en 1995, NTM es invitado al “concierto de las libertades” organizado por SOS-Racismo para protestar por la elección para la alcaldía de Toulon de Jean-Marie Le Chevallier, del Frente Nacional (FN). En pleno concierto, antes de entonar su tema Police, Joeystarr y Kool Shen se aferran al micrófono para despotricar contra policías como la treintena de agentes desplegados en ese concierto para velar por la seguridad y a los que llaman “fascistas” que “asesinan”. La denuncia no tarda en llegar a la justicia y al año siguiente, un magistrado de Toulon, antiguo policía, decreta una pena que deja con la boca abierta hasta a los más duros detractores de los raperos: seis meses de prisión, tres de ellos en firme, y seis meses de prohibición de tocar en territorio francés por “ultrajes” a la policía. Una condena inédita por su dureza en Francia y que provoca toda una controversia incluso entre la clase política gala.
El entonces ministro de Justicia —hoy Defensor de los Derechos—, Jacques Toubon, dice “respetar la decisión” judicial pero apunta que, como antiguo ministro de Cultura, es “el primero en desear que la libertad de expresión sea protegida contra todos los intentos de intimidación”. Más duramente se manifiesta otro exministro de Cultura, Jack Lang, que cita a Malraux para decir que “antes de tirar la libertad por la ventana, hay que reflexionar dos veces”. Tras apelar, los raperos son finalmente condenados a dos meses de prisión suspendida y a una multa de 50.000 francos (7.500 euros).
Nunca, pese a los múltiples juicios que se siguen celebrando, se ha llegado a emitir una condena tan dura como los tres años y medio que le han caído al español Valtonyc
Las multas han sido la pena más recurrente cuando los raperos han sido llevados ante la justicia en Francia. Así sucedió con el grupo Ministère A.M.E.R. justo un año antes de la condena de NTM. El primer caso ante la justicia de un grupo de rap, acusado de incitación a la muerte de policías por el tema Sacrifice de poulet de la banda original de la película La Haine, se resolvió con una multa de 250.000 francos. Otros grupos acusados bien por incitación al odio policial o por “deshonrar a Francia” con sus letras, como afirmó en 2003 el entonces ministro del Interior, el conservador Nicolas Sarkozy, de una canción del grupo Sniper, fueron absueltos.
Pero el pulso ha sido largo y ha ocupado a gobiernos tanto de izquierdas como de derechas. En 2013, el entonces ministro del Interior, luego convertido en primer ministro del Gobierno socialista de François Hollande, Manuel Valls, afirmaba que “hay que luchar contra las letras agresivas contra las autoridades o insultantes para las fuerzas del orden y de los símbolos de nuestra república”. Lo hacía en una sesión del Senado en respuesta a la senadora centrista Nathalie Goulet, que le había preguntado qué pensaba hacer ante las letras de rap de “una violencia absolutamente increíble contra Francia, sus autoridades civiles y militares y contra su bandera” de raperos como “113, Sniper, Salif, Ministère A.M.E.R, Smala o Lunatic”, muchos de los cuales ya habían tenido que responder ante la justicia por sus letras.
El último caso del rap contra la justicia francesa es muy reciente. Un tribunal condenó en diciembre a una multa de 2.000 euros al rapero Jo Le Pheno por un videoclip considerado “anti-policía”.
Babelia
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.