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De Nixon a Trump, la noticia se repite

Spielberg recrea en ‘Los archivos del Pentágono’ la publicación de documentos secretos de la guerra de Vietnam. El filme es un canto a la libertad de prensa en la era de la posverdad

Bradlee y Graham, director y editora de 'The Washington Post', con el permiso para publicar los papeles secretos en 1971.
Bradlee y Graham, director y editora de 'The Washington Post', con el permiso para publicar los papeles secretos en 1971.The Washington Post

En el prólogo de Los Papeles del Pentágono, el monumental informe de 7.000 páginas sobre dos décadas de estrategia de Estados Unidos en Vietnam, aflora una reflexión: “Escribir sobre historia, especialmente cuando se mezcla con acontecimientos actuales y cuando se trata de Vietnam, es un ejercicio engañoso”. Lo dice Leslie Gelb, el alto cargo del Departamento de Defensa que coordinó el proyecto que desembocó en uno de los episodios más apasionantes de la lucha por la libertad de prensa y de la relación entre el periodismo y el poder. Una historia que guarda paralelismos con la actualidad y que ha servido de base a la última película de Steven Spielberg, The Post. Este viernes se estrena en España con el título de Los archivos del Pentágono.

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El informe top secret, que Gelb acabó el 5 de enero de 1969 tras año y medio de elaboración, mostraba cómo sucesivos Gobiernos mintieron a los estadounidenses sobre su implicación en el país asiático. Washington, por ejemplo, llevó a cabo operaciones militares encubiertas, estuvo detrás del asesinato en 1963 del presidente de Vietnam del Sur, mandó a miles de soldados y defendió su campaña de bombardeos aún sabiendo que no eran efectivos.

Cansado de que el Pentágono ocultara la verdad, Daniel Ellsberg, otro de los autores del documento y veterano de Vietnam, decidió fotocopiarlo y filtrar una parte a la prensa en 1971. Aquella decisión abrió un cisma político e impulsó el movimiento pacifista.

La Administración de Richard Nixon demandó a los medios por divulgar secretos oficiales, pero el Tribunal Supremo, en un fallo histórico, les dio la razón mediante una defensa encendida de la libertad de prensa que impide desde entonces al Gobierno censurar un artículo periodístico.

Daniel Ellsberg habla a los reporteros en junio de 1973
Daniel Ellsberg habla a los reporteros en junio de 1973AP

Casi medio siglo después, la historia parece repetirse. Resuenan con fuerza el contexto y el impacto de aquel informe, como pone de manifiesto Los archivos del Pentágono, que invoca incómodos paralelismos con el secretismo, las filtraciones demoledoras, el acoso a la prensa y el sexismo entre el Estados Unidos de entonces y el actual.

El filme retrata el frenético proceso del diario The Washington Post para conseguir el informe después de que The New York Times publicara unos primeros extractos. Y la angustiosa decisión de Katharine Graham, la editora del Post, de difundir el documento una vez obtenido, pese a la prohibición judicial de hacerlo y a su connivencia personal durante años con el poder político.

Es imposible no contemplar la película desde el punto de vista de la presidencia de Donald Trump y el eco de la de Nixon. De hecho, así se concibió. Spielberg se interesó el pasado febrero por el guion basado en una obra de teatro. Decidió rápidamente adaptarlo. “No era algo que pudiera esperar dos o tres años. Era una historia que sentí que debíamos contar hoy”, explicó entonces.

Condescendencia

La película es un tributo a la libertad de prensa frente a la tentación del poder de erosionarla y al tesón de las mujeres en un mundo dominado por hombres. En una escena, una insegura Graham, interpretada por Meryl Streep, se abre paso ante un mar de hombres empresarios que la miran con condescendencia. En otra, Ben Bradlee (Tom Hanks), el director del diario, defiende con vehemencia la publicación del informe ante la amenaza del Gobierno de silenciarlo en los tribunales: “Si nosotros no hacemos que rindan cuentas, ¿quién lo hará?”, clama.

Walter Pincus, reconocido periodista experto en seguridad que se jubiló en 2015 tras 40 años en el Post, cree que, como entonces, existe una “desconfianza hacia el Gobierno” pero que la principal diferencia es la llamada posverdad. Trump promueve, sin ofrecer pruebas, “hechos alternativos” y “socava a los medios”. “Necesitas una prensa honesta que ilumine al público”, dice Pincus, y advierte de los tics “autoritarios” del presidente.

Fotograma de los archivos del pentagono
Fotograma de los archivos del pentagono EL PAÍS

En la misma línea, Dana Priest, periodista de investigación del Post desde los años ochenta, sostiene que es el “momento perfecto” para estrenar la película porque ensalza la labor del periodismo en medio del “horrible ambiente actual”. “No pensaba que pudiera haber un presidente peor que Nixon en su visión de los medios”, esgrime en alusión a Trump. El filtrador Ellsberg, que esquivó la causa judicial del Gobierno de Nixon por problemas de procedimiento, ha hecho analogías similares.

Trump ha convertido a la prensa en su diana favorita y ha tergiversado el concepto de noticias falsas para usarlo ante cualquier información crítica. Como Nixon, está obsesionado en evitar filtraciones y ha ocultado información. También desdeña los límites del poder, pero los tribunales le han obligado a dar marcha atrás.

Las evocaciones del presente se repiten en el papel de Streep, que ambos periodistas consideran muy fidedigno. La cinta se estrena en un momento de examen en EE UU sobre la cultura laboral que ha tolerado durante años abusos sexuales a mujeres. No aborda el acoso pero sí exhibe la dificultad de Graham, que asumió el cargo en 1963 tras el suicidio de su marido, de mostrarse segura y ser respetada en una época con escasísimas mujeres en puestos directivos. “Fue su primera gran prueba”, recuerda Priest sobre la editora, que luego fue determinante en que el Post destapara, a partir de 1972, el Watergate, el caso de espionaje a periodistas y políticos que forzó a Nixon a dimitir.

Pincus destaca que la publicación de los Papeles del Pentágono dio “agallas” al diario para indagar sobre aquel episodio y también para volcarse con un periodismo más crítico. ¿Y qué opina de las filtraciones de cables diplomáticos hechas por Wikileaks en 2010, y de las de Edward Snowden, en 2013 sobre el espionaje de la NSA? Esas, argumenta, resultaron “más dañinas” al incluir numerosos secretos de Estado. “Siempre habrá filtraciones porque nunca faltará la gente insatisfecha en el Gobierno con acceso a material clasificado”, sostiene.

Polémica por el título

El título de la película en Estados Unidos, The Post ha causado polémica en círculos periodísticos dado que fue The New York Times el primero que consiguió y publicó extractos de los Papeles del Pentágono y el que ganó en 1972 el premio Pulitzer por esa labor. Periodistas del Times de esa época han criticado el título. "Es increíble", ha dicho James Greenfield, que coordinó la publicación de los documentos. "El Post fue la historia del segundo día", se ha quejado Fox Butterfield, que escribió artículos sobre las filtraciones. El actor Tom Hanks ha defendido el título esgrimiendo que la película gira alrededor de Katharine Graham, la editora del Post.

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