Sola en la madrugada

Desde que cruzaron sus destinos en la autorreflexiva y zumbona Summertime (2012), el guionista Pablo Vázquez y el director Norberto Ramos del Val han demostrado tener una química tan eficaz como difícilmente homologable a cualquier tendencia colectiva en el cine español contemporáneo. Ramos del Val debutó con lo que parecía un thriller convencional, pero ya abrigaba el germen de la heterodoxia –Muertos comunes (2004)– y Vázquez ha firmado hasta el momento, en calidad de director de guerrilla, dos radicales películas secretas rodadas casi a la intemperie –Desmadre en la noche de la quietud (2013) y Los jardines prohibidos (2017)– que parecen llamadas a la reivindicación por parte de una cinefilia futura afín a la rareza innegociable. Cuando los dos autores unen esfuerzos, con la ocasional colaboración de otros guionistas (Sabadú, López Toledo), el espectador avisado sabe que en la pantalla puede suceder cualquier cosa: que la película se desdoble, desmonte o sabotee a sí misma, que la subjetividad de los personajes se encarne y desencarne, que la provocación frontal, aparentemente descerebrada, se contrapuntee con una reflexión lúcida…

En Call TV, el punto de partida de películas como Midnight FM (2010) de Kim Sang Man o Money Monster (2016) de Jodie Foster se traslada a una zona de detritus mediático: los programas concurso de madrugada para embaucar televidentes. Una presentadora debutante es asediada en directo por un psicópata en esta comedia negra, poseída de feliz irracionalidad, que solo hubiese precisado que sus autores confiaran más en la fuerza de su material.