Gertrude Jekyll: la ‘influencer’ del paisajismo y la jardinería
La paisajista más influyente del siglo XX creó más de 400 jardines en Europa y América y escribió más de 1.000 artículos sobre su composición y distribución
La vida de Gertrude Jekyll es la de una persona que ama la naturaleza, que se inspira en ella y que sabe interpretarla para destacar su belleza. Londinense de nacimiento, Gertrude se convirtió en una cosmopolita gracias a sus aficiones, algo que cultivó y dejó como legado no solo a través de sus jardines, sino también en sus libros y en más de un millar de artículos en los que supo plasmar su amor por la jardinería. Además de horticultora, Jekyll fue una influyente taxónoma, paisajista, dibujante, artista y escritora inglesa.
Nacida en 1843, Gertrude Jekyll fue la quinta de siete hermanos. Uno de ellos es el protagonista de una anécdota con el apellido familiar que le dio fama mundial. Walter Jekyll, que después fue reverendo, era amigo del famoso escritor Robert Louis Stevenson, que les tomó el apellido para su famosa novela ‘Dr. Jekyll & Mr. Hyde’.
Cuando Gertrude tenía cinco años su familia dejó Londres y se mudó a Surrey, donde pasó sus años de educación escolar. Allí se fundamentaron sus aficiones artísticas al empezar a ponerlas en práctica como una destacada miembro de una de las asociaciones más influyentes e históricas, la del Movimiento Arts & Crafts, que triunfó a finales del siglo XIX.
A la señora Jekyll se la reconoce y recuerda por sus excepcionales diseños y el enfoque sutil y pictórico de la composición de los jardines creados por ella, en particular por sus “bordes de flores”. Sus obras se caracterizaron por los colores radiantes y los golpes de pincel en sus plantaciones. Los especialistas que la han estudiado creen que sus esquemas de estilo impresionista se deben al deterioro de su visión, que también fue la culpable de poner fin a su carrera como pintora y acuarelista.
Gertrude Jekyll diseñó cerca de 400 jardines en su país, Gran Bretaña, pero también en el resto de Europa y en América. Sus libros y artículo dejan patente su brillantez, su creatividad y la dedicación que daba a las plantas, y gracias a ellos, además de a sus jardines restaurados, hoy podemos conocer un poco mejor sus ideas, investigaciones y experimentos.
Sus composiciones de jardines siempre estuvieron vinculadas a un gran conocimiento de las teorías del color y sus ideas respondieron a los experimentos de armonización que se proponían en aquellos años de finales del siglo XIX. De joven estudió pintura en la Kensington School of Art, donde empezó a ser una gran admiradora y luego una amiga de John Ruskin.
Gertrude Jekyll se convirtió a pasos agigantados en una experta en numerosas técnicas artísticas y practicó cada una con la paciencia y la pasión de una artesana para conseguir la máxima calidad estética. Siempre supo trasladar a los jardines los mismos criterios que rigen los principios artísticos en cualquier disciplina. “Para aprender la diferencia y hacer lo correcto es necesario crear los jardines como una de las bellas artes”, aseguraba.
En su libro Some English Gardens (1904), un manual aún vigente y muy consultado, Gertrude Jekyll comentaba que “estoy tratando intensamente el terreno boscoso y el jardín de una forma pictórica”. En Colour Schemes for the Flower Garden (1914) fue más allá sobre su percepción de las composiciones en jardines al comentar que “cuando el ojo se entrena para percibir un efecto pictórico es con frecuencia seducido por algo -una cierta combinación de agrupaciones, la luz y el color- que se consideran esenciales para tener ese aspecto completo de unidad y de la belleza que para el ojo del artista forma un cuadro...”.
Gertrude Jekyll nunca escribió de manera dogmática sino más bien pedagógica y casi siempre aconsejaba romper con las reglas para preparar el ojo a los matices sucesivos. Tanto es así que también se la identifica con los jardines monocromáticos, en los que una variedad de especies del mismo color se presentan yuxtapuestas y producen un mayor efecto que la suma de sus partes.
Ella popularizó el término “borde de flores” que consistía en plantar el jardín basándose en esquemas de color. Sus bordes de flores mostraban una gran abundancia de color a través de las estaciones. Para ello escogía cada grupo de follaje y flores para preparar el ojo a los matices sucesivos. Gertrude organizaba los jardines con una escala que ahora apenas existe. Usaba grandes áreas para colocar los arreglos con una gran diversidad de flores y follajes, utilizando sabiamente las todas las posibilidades de las plantas.
El “borde de flores” de la señora Jekyll se plantaba principalmente para la floración de la mitad del verano y el otoño. Tenía cerca de 60 metros de largo por 4 metros de ancho y estaba rematado contra un seto de arbustos, con un sendero entre el borde y un campo de césped. Como ella misma escribiría: “Es importante en tal borde el tamaño, con bastante largo para que pueda ser observado desde un buen campo de césped, y mantener las flores en grandes manchas de color”.
Gertrude Jekyll fue pionera en su afición, después convertida en profesión, de tener en cuenta color, textura y la experiencia en la composición de jardines, y fue entusiasta de plantas de todos los tipos. Su teoría de cómo diseñar con colores fue influenciada, además de por el impresionismo, por el pintor J.M.W. Turner y por la teoría del círculo cromático. Más tarde, Jekyll recogió y contribuyó con numerosas instituciones en Gran Bretaña con el único fin de preservar una gran variedad de plantas.
Cuando ya era reconocida en varios continentes por su trabajo, Jekyll regresó a su casa de la infancia en un pueblo de Surrey para diseñar un jardín. También se interesó por los muebles artesanales tradicionales y rurales, preocupada por los que estaban desapareciendo. Su texto Old West Surrey, de 1904 registra muchos aspectos de la vida rural del siglo XIX, con más de 300 fotos tomadas por ella.
Este 29 de noviembre, Google rinde homenaje con un doodle a esta revolucionaria paisajista y horticultora que cambió la concepción de los jardines públicos y privados en el día en que nació hace 174 años. En él, el artista Ben Giles homenaje a Gertrude Jekyll con los colores cálidos y frescos que el ella tenía en cuenta en sus jardines mientras y la sitúa en un rincón de la ilustración observando la escena.
Por su trayectoria profesional e innovación le fueron concedidas dos distinciones de gran importancia: la Medalla Victoria de Horticultura en 1897 y la Medalla Veitch en 1928. Gertrude Jekyll falleció el 8 de diciembre de 1932, a los 89 años y fue sepultada en el cementerio de Busbridge Church, en Busbridge, Godalming, junto a su hermano menor, Herbert Jekyll.
Babelia
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