José Luis Perales: “García Márquez era mi fan”
El cantautor más prolífico y versionado en español presenta novela y banda sonora y confirma que el velero llamado 'Libertad' está en dique seco.
Puede que a José Luis Perales le horrorice el titular de esta entrevista, o puede que no tanto. Cierto es que no pronunció literalmente esa frase. Pero también que dijo lo mismo con alguna más de las cinco palabras que caben en el maldito corsé de esa línea. Así es Perales. Un hombre que no se da importancia pero tampoco se la quita si se le cuestiona. Tan lejos de la falsa modestia como de la ostentación vacua. El cantante y autor de canciones más versionado en español, uno de los más prolíficos y puede que de los más ricos podría tener jets, barcos y cochazos, pero lo que dice tener es una casa en su pueblo, un coche práctico, una colección de arte, un huerto de tomates rosas y un taller de alfarero donde modela barro por el placer de hacer algo con las manos. Ah, y la libertad de hacer lo que le da la real gana. A lo mejor ese es el verdadero lujo.
Dijo en un concierto en el Teatro Real que tiene fama de triste. Así no se va a quitar el sambenito.
Lo que soy es tremendamente tímido, me tomo muy a pecho, y la gente lo interpreta como que soy un triste. Y no lo soy. Mis amigos dicen que soy un cachondo.
Lo que sí es, o lo parece, es la antítesis de la estrella del pop.
Posiblemente. Nunca lo quise ni soñé con serlo. Simplemente, hago música porque me encanta, pero lo de estrella no lo acabo de entender, nunca jugué a eso.
Cantante y contante
Así se autorretrata Perales (Cuenca, 1945), un clásico que, después de firmar miles de temas para propios y ajenos, publica su segunda novela 'La hija del alfarero' (Plaza y Janés) y se estrena como músico de bandas sonoras con 'El autor'. Se le ve exultante sin insultar.
Pero tendría mitos de joven
Sofía Loren. Esa cara, esa boca tan sensual, esos ojos. Esa cosa tan tremenda, tan frescachona, tan italiana, me encantó siempre.
Igual es por ser de un pueblo tan seco y austero como el suyo.
Es una tierra áspera, hostil y dura, marginada. Nos decían que las montañas que la rodean eran el fin del mundo. Fui un niño solitario y era feliz en el desván, donde miraba la vida con el catalejo de mi abuelo. He escrito mis canciones allí, en una casa en mitad de la nada. Y cada semana tengo que volver para palpar la tierra.
Hay quien le tacha de tibio. pero la letra de ' Marinero de luces', —” alma de fuego y espalda morena”—su tema para Isabel Pantoja es supertórrida para una mujer.
No lo sé, porque no soy mujer. Pero sí sé que contiene toda la carne y todo el drama sin caer en lo burdo ni lo obvio. Es pura pasión, deseo, el grito desesperado del que acaba de perder lo que más ama. Y puede ser la Pantoja, o tú, o yo. Es una canción sexual, sí, pero sin herir sensibilidades.
La gente se sabe sus canciones aunque no sepa que las sabe. ¿Cómo lleva ser el rey del karaoke?
No me disgusta. Es un honor. Si se las saben será por algo.
¿Sabe cuándo le sale un 'hit'?
Sí, se intuye. Lo he notado con muchas canciones, la verdad. Por decirte una, con Y tú te vas.. Ese ritmo, ese vals, sabía que ese algo estándar tenía que gustar, y fue uno de los hitos de mi carrera.
¿Se siente poderoso al emocionar a la gente con su música?
No, me siento útil. Cuando ves a la gente de la primera fila emocionarse, te emocionas tú y no te quieres bajar nunca de ahí. Es una vanidad, sí. Y es adictivo, si no tienes a alguien que te pone los pies cuando sales del teatro.
Creo que García Márquez le declaró su admiración en persona. ¿Cómo se sobrevive a eso?
Me dijo alguien que él había escrito en un periódico de México que daría cualquier cosa por resumir como yo en tres minutos lo que él hacía en un libro. Le llamé, nos tomamos un whisky, me enseñó mis discos, y le dije que la envidia era mía. Que ojalá pudiera convertir los tres minutos de una canción en una buena novela.
Bueno, es lo que ha intentado ahora con 'La hija del alfarero'.
Sí, tenía esa espinita de no poder hacer canciones más largas. y he hecho una de 300 páginas. Ha sido un placer de los grandes.
Veleros, gaviotas, estelas.. ¿El 'mundo Perales' es de este ídem?
La lluvia, el jardín, las estelas. Me salen solos, no puedo evitarlo. Mis hijos me decían, papá, eso ya lo has cantado. Hay una canción, Mis tópicos en que me río de eso. Y me encantan mis imitadores.
¿Y el velero llamado 'Libertad'?
Varado en el garage de mi casa. Estaba en Buendía, pero se seco y y está esperando a que llueva. Porque lloverá. Siempre llueve..
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