El presidente de la SGAE afronta una moción de censura
La mayoría de la junta directiva firma para debatir el próximo jueves apartar a José Miguel Fernández Sastrón de su cargo
José Miguel Fernández Sastrón fue nombrado presidente de la SGAE en abril de 2016. Tras años de oposición y derrotas electorales, el compositor conseguía al fin el sillón más poderoso de la entidad. Sin embargo, su mandato puede acabar tan solo 17 meses después: 20 de los 39 miembros de la junta directiva de la entidad han juntado sus firmas para pedir que en la próxima reunión del organismo, el jueves 22, se debata una moción de censura del presidente, según ha confirmado a este diario una fuente interna. El escándalo de la rueda —los ingresos millonarios que varios socios de la entidad y directivos de televisiones lograban gracias a la música emitida de madrugada—, las investigaciones policiales, las prisas del ministerio de Cultura y la presión de decenas de músicos pidiendo una reforma de la SGAE pueden apartar a Sastrón del poder.
Tres de los cuatro colegios que componen el organismo han ofrecido sus firmas para censurar al presidente: nueve miembros del apartado de Audiovisual, seis de los Editores Musicales y cinco de Gran Derecho (dramaturgos y coreógrafos). De Pequeño Derecho, el colegio de los músicos, la mayoría de cuyos miembros ha apoyado tradicionalmente a Sastrón, no procede ninguna firma. Una reunión de mañana martes ha de establecer el orden del día de la junta del jueves y se da por hecho que incluya por tanto la moción de censura entre los asuntos que se analizarán.
El hecho de que 20 firmas pidan debatir apartar al presidente, en todo caso, no significa sin embargo que haya otros tantos votos en contra de Sastrón. Por más que sí sea probable, el pronóstico de cara al jueves sigue abierto, más aun en la SGAE, donde ninguna previsión suele cumplirse. Fuentes internas excluyen que se convoquen elecciones en el caso de que la moción prospere y prevén más bien el nombramiento de un presidente de transición que ejerza al menos durante unos meses.Lo cierto, eso sí, es que las presiones sobre la entidad y Sastrón se han hecho en los últimos meses cada vez más insostenibles.
El pasado junio la policía lanzó una operación contra la trama de la rueda que acabó con la detención de varios socios de la SGAE y directivos de televisiones. El primer auto del juez Ismael Moreno, de la Audiencia Nacional, sostuvo que el poder de esta red era tal que condicionaba la gestión de la junta directiva y de la propia entidad, además de generar un fraude de 100 millones de euros entre 2006 y 2011 y perjudicar a los 120.000 socios de la entidad. Hasta siete miembros de la SGAE apuntaron entonces a este diario que el propio Sastrón y varios representantes del colegio de Pequeño Derecho en la junta directiva habían protegido o incluso se habían beneficiado de la rueda, algo que el presidente desmiente.
Mientras, un laudo internacional obligó a la SGAE a cambiar su reparto para dificultar que la trama siguiera embolsándose millones gracias a canciones emitidas en franjas nocturnas, ante apenas el 1% de la audiencia. Y el ministerio de Cultura presionó a Sastrón para que aplicara cuando antes el resultado de este arbitraje. Además, 150 músicos como Alejandro Sanz, Love of Lesbian o Pablo Alborán se declararon en una carta víctimas de “estafa” por la SGAE y pidieron su urgente refundación. A la espera de una entidad nueva, puede que pronto haya nuevo presidente.
Babelia
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