El festival de Venecia se llena de grandes nombres pero se olvida del cine iberoamericano
El mexicano Guillermo del Toro presenta 'The Shape of Water' en la sección oficial, donde compiten Clooney, Aronofsky, Payne o Kechiche. Fernando León mostrará fuera de concurso 'Loving Pablo', con Javier Bardem y Penélope Cruz
Venecia ha acogido a profetas chilenos, a extrañas criaturas mexicanas y a un argentino Nobel de Literatura. Cada año, un vuelo directo llevaba las salas del Lido hasta el Cono Sur y sus historias. Pero, tras una larga pasión, tanto que se hablaba del certamen italiano como capital del cine de América Latina, se rompió el amor: ninguna película del área competirá por el León de Oro de la 74ª edición del festival, cuya programación se anunció hoy. El cineasta mexicano Guillero del Toro, con la estadounidense The Shape of the Water, será el único representante latino, frente a las nuevas películas de George Clooney, Darren Aronofsky, Alexander Payne o Paul Schrader. Tampoco hay ningún filme español que opte al León de Oro, y tan solo una directora en la competición oficial: la china Vivian Qu, con Angels Wear White. Pero ambas, por desgracia, ya son noticias habituales.
Sea como fuere, la selección resulta poderosa. Tanto que hay medios italianos que ya apuntan a que Venecia podría sentarse en el trono de los festivales, tras la decepcionante edición de Cannes de este año. Una de sus armas principales, por lo menos, sí es española: la Mostra enseñará, fuera de concurso, Loving Pablo, el filme de Fernando León de Aranoa sobre Escobar, con Javier Bardem en el papel del rey del narcotráfico y Penélope Cruz en la piel de la periodista Virginia Vallejo, con quien el criminal mantuvo una relación sentimental. "Merece la pena ver" lo que ha hecho Bardem como Escobar, afirmó Alberto Barbera, director de La Mostra, en la presentación. El actor español, por cierto, también protagoniza Mother!, de Aronofsky, junto con Jennifer Lawrence y Michelle Pfeiffer: el thriller se centra en cómo sobrevive una pareja a la visita de varios invitados extraños.
Fuera de concurso también se verá Zama, de la argentina Lucrecia Martel. Y la presencia de América Latina resiste en el segundo apartado del festival, Horizontes: ahí se presentarán Invisible, del argentino Pablo Giorgelli, Los versos del olvido, filme chileno del iraní Alireza Khatami, y, entre los cortos, Tierra mojada, del colombiano Juan Sebastián Mesa Bedoya y Meninas formicidas, del brasileño de Joao Paulo Miranda María.
A la apuesta fija por América Latina, en 2015, Venecia sumó la del riesgo. Y la jugada salió regular. De ahí que el año pasado el certamen lanzara un órdago con varios cineastas de renombre, de Malick a Villeneuve, de Wenders a Kusturica. Esta edición parece reforzar la ambición de La Mostra, con apellidos prometedores para el gran público pero también para los cinéfilos. Clooney volverá al Lido con Suburbicon, un drama familiar escrito por los Coen, y protagonizado por Matt Damon, Julianne Moore y Oscar Isaac. Del Toro narra con Michael Shannon y Sally Hawkins la inquietante historia de amor entre una conserje muda y un anfibio antropomorfo. Y Downsizing de Payne, inaugura el festival con una "sátira social de ciencia-ficción", en palabras del director, con Matt Damon, Christoph Waltz y Kristen Wiig. Tratará de repetir esa tradición reciente por la que el filme que abre en Venecia arrasa en los Oscar: ahí están La La Land, Gravity y Birdman para demostrarlo.
Los críticos celebran el regreso de Abdellatif Kechiche, director de La vida de Adele, con la que ganó una Palma de Oro en Cannes que tuvo que poner a la venta precisamente para financiar el filme que lleva a Venecia, Mektoub, My Love: Canto Uno. Las obras de Koreeda Hirokazu (The Third Murder), Paul Schrader (First Reformed), Andrew Haigh (Lean on Pete) y Paolo Virzí (The Leisure Seeker) figuran también entre los filmes más esperados del certamen. Y cierta fascinación a priori despiertan los documentales Human Flow, del artista chino Ai Weiwei, sobre los refugiados, y Ex libris-The New York Public Library, del maestro Frederick Wiseman.
La competición por el León de Oro se completa con L’Insulte, del libanés Ziad Doueiri, La villa, del francés Robert Guédiguian, Jusqu'à la Garde, del también francés Xavier Legrand, Foxtrot, del israelí Samuel Maoz, Three Billboards Outside Ebbing, Missouri, del británico Martin McDonagh Y Sweet Country, del australiano Warwick Thornton. Las esperanzas italianas de ser profeta en su tierra se fían también a Ammore y Malavita, peculiar musical sobre la criminalidad organizada de los hermanos Manetti, Hannah, de Andrea Pallaoro y Una famiglia, de Sebastiano Riso.
El ganador se conocerá el 9 de septiembre y dependerá de un jurado presidido por la actriz estadounidense Annette Bening. Robert Redfor y Jane Fonda, en cambio, han triunfado antes de empezar: recibirán el León de Oro honorífico justo antes de estrenar en La Mostra la película Our Souls at Night, producida por Netflix. El gigante del streaming, que se enfrentó al festival de Cannes, presenta en la Mostra también la serie Suburra. Mientras que otro coloso de EE UU, Amazon, produjo el documental de Ai Weiwei.
"Más que la imagen del presente, o la foto recuerdo de la temporada, los filmes que proponemos representan la percepción del futuro, la indicación de las vías que se abren hacia el mañana, que observan el horizonte para avistar un después", agregó Barbera. De ahí que Venecia renueve también su abrazo a la realidad virtual. Tras ser el primer gran festival en estrenar un largo en ese formato, el año pasado, ahora La Mostra propone una inédita competición. De las 100 propuestas en realidad virtual recibidas, escogió 22, entre ellas tres españolas. La casa de este concurso será el Lazzaretto Vecchio. En este islote, un hospital intentaba salvar hace siglos a los enfermos de peste. Para los cinéfilos más tradicionales, la realidad virtual también lo es. A saber si La Mostra encontará la cura.
Babelia
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