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Crítica | Your Name
Crítica
Género de opinión que describe, elogia o censura, en todo o en parte, una obra cultural o de entretenimiento. Siempre debe escribirla un experto en la materia

La teoría de las cuerdas y el amor

La distancia y la ausencia determinan la esencial fragilidad de los personajes de Makoto Shinkai

Fotograma de 'Your name'.

YOUR NAME

Dirección: Makoto Shinkai.

Animación.

Género: romántico. Japón, 2016.

Duración: 106 minutos.

La distancia y la ausencia determinan la esencial fragilidad de los personajes de Makoto Shinkai, uno de los grandes poetas en activo del anime contemporáneo. Esteta y romántico, el autor de Your Name, película que se ha convertido en el anime de mayor recaudación internacional de la historia, suele centrar su mirada en amores evanescentes, imposibles o simplemente improbables que encuentran su eco amplificado en el movimiento de los cuerpos celestes y sus provisionales refugios en las transformaciones del tiempo atmosférico. Su estilo es inconfundible y se mueve entre el obsesivo gusto por el detalle hiperrealista y el vuelo lírico, en ocasiones capaz de aventurarse por el terreno de una sublimada y fascinante cursilería. Pocos trabajos de animación exploran de manera tan concienzuda y delicada las posibilidades expresivas de la luz, o simulan con tanta pertinencia la ilusión de que lo que estamos viendo ha sido capturado por una lente que emborrona de melancolía algunas zonas del plano o deforma elegantemente el recorrido de la cámara por un paisaje tan vívido como inexistente. Otra seña de identidad del estilo Shinkai es el gusto por la sinécdoque, plasmado en encuadres que se detienen en objetos y naturalezas muertas o fragmentan la figura humana destacando gestos tan nimios como significativos.

Si en 5 centímetros por segundo (2007), una de sus obras más depuradas, un amor adolescente tenía que lidiar con la distancia geográfica a lo largo de tres fascinantes relatos breves, Your Name amplifica los hallazgos de esa miniatura contando la historia de dos potenciales amantes que intercambian sus identidades en sueños antes de descubrir que sus existencias se desarrollan en líneas cronológicas levemente desajustadas. El planteamiento puede sonar intrincado, pero tanto el luminoso estilo del animador como su alta destreza para la síntesis narrativa consiguen que todo fluya con una juguetona ligereza. Shinkai llega a emular, con minuciosa técnica animada, el efecto time-lapse popularizado en su día por el cine de Godfrey Reggio.

La ciudad de Tokio y el pueblo imaginario de Itomori, donde los ritos religiosos perdieron su significado pero no su forma –una de las muchas ideas excelentes que puntúan el relato-, son las coordenadas geográficas de este poema de amor más allá de los límites de lo posible, donde el trenzado de cuerdas, el paso de un cometa y una ancestral técnica de elaboración de sake funcionan como excéntricas notas en una abrumadora sinfonía visual de sostenida belleza.

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