Alejandro Sanz lidera una alianza contra la reventa digital de entradas

El músico Alejandro Sanz se ha erigido este martes en el líder de una "alianza anti-reventa", en sus propias palabras, contra las plataformas digitales que revenden masivamente localidades para conciertos a precios desorbitados. El artista ha firmado de su puño y letra una declaración en la que llama al Gobierno a "poner fin a esta abusiva situación", y reclama la unidad del sector musical para asumir el liderazgo y "promocionar el mercado oficial de venta de entradas". Promotores, artistas, asociaciones de consumidores y partidos políticos se han movilizado en los últimos días, después de que llegara la gota que colmó el vaso: la plataforma Viagogo vendió boletos para un concierto de Joaquín Sabina que aún no había sido anunciado, y a precios hasta seis veces más caros de lo habitual.

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“No es justo que unos pocos se aprovechen de las ilusiones de muchos, por eso pido a mis compañeros que se unan a esta Alianza y que exijamos a nuestras autoridades que pongan en marcha los mecanismos necesarios para evitar la reventa", ha escrito el cantante de Corazón Partío, que se considera como uno de "los principales afectados" por el fenómeno de cara a su concierto del próximo 24 de junio en el Estadio Vicente Calderón de Madrid. No es el único artista que se ha pronunciado sobre el tema: Joaquín Sabina demandó la semana pasada a la plataforma Viagogo, y artistas internacionales como Ed Sheeran o Bruce Springsteen también han denunciado estas prácticas en el pasado.

"La reventa masiva de entradas por Internet es una estafa a los fans. Las plataformas les hacen creer que comprar entradas en sus páginas web es 100% legal y seguro, pero eso es mentira", reza la declaración firmada por Sanz, que incide en que estas empresas "mienten a los fans", pues no tienen forma de "controlar las falsificaciones". Estos portales llegan a acuerdos con las llamadas empresas pro-sellers, que utilizan robots de compra muy potentes para hacer volar las entradas en pocos minutos y después colocarlas en el mercado de reventa digital a precios mucho más altos, según han explicado a EL PAÍS varias fuentes de la industria musical.

"El principal objetivo es regular y crear unidad en el sector", asegura Beatriz Pérez, responsable de Comunicación de Gazul Producciones, el representante oficial de Alejandro Sanz. Pérez explica que por el momento "se está intentando que la Alianza exista", con la adhesión del mayor número posible de profesionales, pero aún no se han concretado los siguientes pasos. La declaración reclama al Gobierno y las Comunidades Autónomas una legislación efectiva que "prohíba con carácter general la reventa especulativa de entradas" y que defienda a los consumidores. En España no existe legislación al respecto, recuerda el comunicado, mientras sí la hay Francia, Italia o Reino Unido.

El texto pide a "los compañeros" que quieran adherirse a la iniciativa la asunción de hasta cuatro compromisos. Entre ellos, requiere a las plataformas de venta oficial que "monitoricen la actividad" de comercialización de localidades y "anulen las que comprueben que han sido revendidas", y que "hagan todo lo posible para mantener el inventario de entradas fuera de las páginas web de reventa". La declaración aclara que apoya la reventa "por su precio original, en los casos en los que, realmente, un comprador no pueda asistir al concierto". También pide "tomar medidas" que aseguren que el mercado oficial de boletos "llegue a los verdaderos fans", aunque no especifica cuales. 

La plataforma de venta de entradas Ticketea se ha sumado este martes por la tarde a la iniciativa impulsada por Sanz. "Cuenta con nosotros, Alejandro", ha escrito la compañía en un comunicado, donde explica que asume todos los compromisos recogidos en la declaración, ya que los cumple desde su nacimiento en 2010. "No estamos de acuerdo con derivar o vender paquetes de entradas a webs de reventa, nunca lo hemos hecho", reza el escrito. Ticketea llama a "actualizar una ley creada para el Mundial de Fútbol de España 1982", que "obviamente no menciona en ningún momento a Internet".