Muere el dramaturgo colombiano Gilberto Martínez
A sus 82 años era una de las insignias del teatro nacional
Gilberto Martínez, referente del teatro en Colombia, ha muerto a sus 82 años en Medellín. Como uno de sus fundadores y director de la Casa del Teatro de esa ciudad, Martínez se caracterizó por desarrollar allí procesos investigativos, actorales y de confrontación con el público, siempre con el objetivo de fortalecer la escena teatral de su país.
Algunas de sus obras fueron presentadas fuera de Colombia. Su nombre sonó en Cuba, Bulgaria y Argentina. Fue quizá uno de los iconos de las tablas nacionales que logró mantenerse vigente hasta sus últimos días. "Hacer teatro es una manera de encarar nuestra vida, de ejercer el poder de crear y decidir, que asumir la existencia en un todo y por un todo, con la visceralidad del que goza y sufre por pertenecer al género humano", señaló el director en la celebración del Día Internacional del Teatro del año 2014, cuando fue elegido para dar un mensaje, rememora el diario EL TIEMPO.
Martínez será recordado por su aporte a la cultura del país. Fue miembro fundador de cinco grupos de teatro, escritor de 40 obras y de varios libros y folletos de teoría dramática. Además, estuvo a cargo del montaje de más de 60 obras teatrales y fue actor en al menos 16 de ellas. La Casa del Teatro de Medellín, fundada en 1987, se convirtió en un espacio de tertulias, asesorías, montajes, ensayos, indagación y dramaturgia que lleva su nombre estampado.
“El teatro no da respuestas, por eso no debemos proponer un sistema, ni método, ni un manual en el sentido estricto de los términos, solo el reflexionar sobre un conjunto de saberes dados por y en una práctica constante del que hacer, cuyos fines han sido la búsqueda de una eficaz y sincera manera de comunicar a través de ese hacer, heridas de vida”, aseguraba hace dos años el ganador en 1967 del premio Nacional de Dramaturgia.
Médico cardiólogo de profesión, ensayista y dramaturgo, Gilberto Martínez logró plantear en su obra temas de carácter histórico como El grito de los ahorcados, inspirada en el movimiento comunero de 1781 o de carácter social y político, como Los Mofetudo (1965), El Interrogatorio y Zarpazo (1972). La comedia también fue parte de su trabajo con El Horóscopo (1966) y El poder de un cero (1974). Martínez fue el creador y director de la revista Teatro, una de las publicaciones sobre ese tema que logró mayor número de ediciones en Colombia, reseña el Banco de la República.
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