Los trabajadores culturales aumentan pero no cobran
El sector empleó a 515.000 personas en 2015, 3.200 más que en 2014, según el ministerio Únicamente crecen los no asalariados, mientras que bajan los que reciben un sueldo
El sector cultural empleó a 515.000 personas el año pasado, unas 3.200 más que en 2014, según el Anuario de Estadísticas Culturales 2016 presentado hoy por el Ministerio de Educación, Cultura y Deporte. La cifra es la más alta del último lustro; sin embargo su desglose desvela otra realidad: el crecimiento se debe únicamente al aumento de los trabajadores no asalariados, unos 6.700 más que el año pasado (de 152.100 a 158.800). Los empleados culturales que sí perciben un sueldo, en cambio, bajaron en 2015 en unos 3.500 (de 359.700 a 356.200).
A falta de cifras sobre el sueldo medio, un estudio publicado hace dos meses por AISGE (Artistas Intérpretes Sociedad de Gestión) ofrecía un indicio, aunque limitado a la actuación: el 48% de los intérpretes con empleo cobra menos de 3.000 euros al año. Más en general, el propio ministerio señala en un comunicado que el sector cultural está por debajo de la media española en cuanto a trabajos retribuidos: suponen un 69,2%, respecto al 82,7% nacional. Los empleados relacionados con las actividades culturales representan un 2,9% del total del país.
El número de empresas culturales también aumentó en 2015 (de 107.922 a 112.037), manteniéndose en el 3,5% del total, con el segundo mejor dato de los últimos cinco años. Sin embargo, la letra pequeña de los números es parecida a la del empleo: el crecimiento procede casi exclusivamente de compañías sin asalariados (hubo 4.861 más que en 2014), aunque también suben en 106 las que cuentan con entre 10 y 49 empleados con sueldo (de 3.603 a 3.709).
A la vez que aumentan empleados y empresas del sector, disminuye el gasto el Estado en Cultura: en 2015 las arcas públicas aportaron 672 millones de euros. Es decir, siete menos que en 2014, el segundo peor dato de la última década y un 0,06% del PIB. El Anuario no proporciona nuevas cifras sobre el gasto de Administraciones Autonómicas y Locales. Para las primeras, la última estadística es de 2014, con 1.047 millones y un descenso constante desde 2008. En cuanto a las segundas, la cifra más reciente procede de 2012: unos 2.726 millones, que a la sazón supuso el peor dato desde 2006.
Los españoles, en cambio, mantienen prácticamente idéntico su desembolso en el sector: cada ciudadano gastó una media de 260,4 euros en Cultura, lo que significa 0,3 euros más que en 2014. Por mínimo que sea, se trata del primer aumento en este apartado desde 2007, cuando, por otro lado, el desembolso medio era de 375 euros. En todo caso, el 42,5% del gasto corresponde a equipos audiovisuales e Internet; el 36,3% a servicios culturales (espectáculos, museos, bibliotecas, etcétera), y el 14,6% a libros y publicaciones periódicas. Entre las actividades culturales favoritas de la población, solo tres logran implicar a más de la mitad de los españoles: escuchar música (87,2%), leer libros (62,2%) e ir al cine (54%). Uno de cada tres ciudadanos afirma visitar museos y uno de cada cuatro asiste alguna vez al teatro.
El documento no proporciona números actualizados sobre la aportación de la Cultura al PIB, de ahí que el dato más reciente sea el de 2014, ya publicado en el anterior Anuario: el sector supone un 2,5%, y un 3,2% si se considera el conjunto de actividades vinculadas con la propiedad intelectual, porcentajes similares al año anterior. La cantidad recaudada por las entidades de gestión de los derechos de autor, por cierto, sumó 356,5 millones de euros en 2015, un 2,2% más respecto a 2014.
Los sectores
El valor de las exportaciones de bienes culturales se situó en 2015 en 753,2 millones de euros, frente a unas importaciones de 629,4 millones, lo que arroja un saldo positivo de 123,8 millones. El comportamiento más favorable en comercio exterior corresponde a libros y prensa, con exportaciones por valor de 573,7 millones y un saldo comercial positivo de 210,6 millones.
El número de libros inscritos en el ISBN fue de 79.397, de los que el 71,9% corresponden a soporte papel y el 28,1% a otros soportes. La mayor proporción se dedicó a ciencias sociales y humanidades (32,3%), seguidos por creación literaria (20,9%).
El número de obras musicales editadas fue de 683 —frente 1.293 de 2014—. Los espacios escénicos sumaron 1.569, lo que supone 3,4 por cada 100.000 habitantes de los que el 71,6% son de titularidad pública. En cuanto a las salas de conciertos, se reducen de 541 a 537, lo que supone 1,2 por cada 100.000 habitantes.
En cuanto a la tauromaquia, el número total de profesionales taurinos inscritos en el Registro General de Profesionales Taurinos fue de 10.481: se confirma la tendencia al alza ya que la cifra ha subido cada año de la última década. El número de empresas ganaderas de reses de lidia de 1.341 y las escuelas taurinas 55.
El año del cine
El cine arrojó sus mejores resultados en tres años, con 96,1 millones de entradas vendidas y una recaudación de 575,2 millones de euros, datos que ya eran conocidos y que suponen un incremento interanual del 9,3% y 11% respectivamente.
Por lo que respecta al cine español, se registraron 18,6 millones de espectadores y una recaudación de 11,7 millones de euros, mientras que las películas extranjeras obtuvieron 77,6 millones de espectadores y una recaudación de 463,5 millones de euros.
El número de salas de cine, eso sí, sigue descendiendo, de 3.700 a 3.588, mientras que el número de películas proyectadas sube, de 1.590 a 1.750, lo que implica menor tiempo de permanencia en cartel. Las películas españolas exhibidas fueron 391 y las extranjeras 1.359.
Babelia
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