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La música regional mexicana rinde un modesto homenaje a Juan Gabriel

Julión Álvarez fue el gran ganador de los premios Bandamax , en la noche que parecía perfecta para rendir tributo al ‘Divo de Juárez’

Los conductores Luz Elena González y Adrián Uribe en los premios Bandamax.
Los conductores Luz Elena González y Adrián Uribe en los premios Bandamax.Nicolás Tavira (NTX)
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La mesa estaba servida para una ocasión memorable. Prácticamente todos los ídolos de la música regional mexicana —con excepciones notables como el Recodo, la Arrolladora Banda El Limón o Los Tigres del Norte— se habían dado cita este martes por la noche en el Palacio de los Deportes para los premios Bandamax. Los galardones celebraban su quinto aniversario y el cumpleaños número 20 del canal de videos que los otorga. De lo que todo mundo hablaba, sin embargo, arrastrados por la inmediatez y la fuerte pérdida de los últimos días, era sobre la trágica muerte de Juan Gabriel. La velada comenzó con la promesa de rendir culto al Divo de Juárez, pero a pie de tribuna los espectadores fueron más testigos de la consagración de Julión Álvarez como el rey de la música norteño-banda que del homenaje que el público esperaba para la leyenda de Parácuaro, Michoacán.

No es que Juanga no haya estado presente. De hecho, se llevó dos premios: disco del año por Los dúo y video del año por su colaboración con Julión Álvarez y el reguetonero colombiano J Balvin en La frontera. La producción de la entrega, que a la vista de los asistentes no escatimó en gastos, montó un video sobre la trayectoria de Alberto Aguilera, el nombre real del compositor, y dedicó una presentación a dueto de Saúl el Jaguar y Marilé Andrade con “Déjame vivir” a la memoria del Divo.

Los organizadores recordaron también a otros poetas del pueblo que pasaron a mejor vida como el cantautor Joan Sebastian. En uno de los momentos más emotivos de la noche José Manuel Figueroa, hijo de Sebastian, cantó Alberto, el tema acústico que el Rey del Jaripeo compuso para Juan Gabriel con motivo de un homenaje en California al Divo en 2002. “Gracias al cielo, naciste Alberto… sé que más de una pena te hizo llorar, lloró la música, lloraste Alberto”, reza uno de los estribillos de la canción y concluye: “¡Viva la vida y viva Alberto!”.

“Algo faltó”, dilapida Gerardo Valenzuela, asistente al evento. Después de todo, Juan Gabriel fue un visionario que fusionó la balada con la ranchera, uno de los géneros precursores de la música regional mexicana, la más escuchada en México y un sello de los miembros de la comunidad de origen mexicano en Estados Unidos. Fue Juanga quien abrió el camino para muchos de los exponentes que hoy gozan del éxito en la música grupera, norteña y banda al grabar un disco en 1998 con la legendaria Banda El Recodo, durante muchos años el (único) referente nacional de este fenómeno musical que parecía encriptado al Estado de Sinaloa. Y fue el Divo el que tuvo la visión de colaborar con artistas como Julión Álvarez o Belinda para acercarse a los más jóvenes.

Pero el cantante chiapaneco no interpretó La Frontera, sino un popurrí de su último disco “Mis ídolos, hoy mis amigos” junto a Pancho Barraza, Julio Preciado y el Coyote, así como uno de sus más recientes temas. Julión Álvarez “no tiene la culpa”, parafraseando uno de sus más grandes éxitos. Los asistentes tampoco pudieron deleitarse con La Adictiva Banda San José de Mesillas cantando los éxitos de Juan Gabriel ni con las canciones más famosas del ‘Divo’ en voz de Alfredo Ríos El Komander, Gerardo Ortiz o el cantante de La Trakalosa de Monterrey, Edwin Luna. El homenaje, a final de cuentas, se dio y quedará a juicio de los más de 5.000 fanáticos que asistieron y de los cientos de miles de espectadores que siguieron la entrega de premios decidir si cumplió sus expectativas o no.

Una premiación que se burló de las polémicas del género grupero

“Ahora resulta que Julión Álvarez es conductor, José Manuel Figueroa es actor y Gerardo Ortiz es prófugo”, ironizó el cómico Adrián Uribe, uno de los anfitriones de la gala grupera. Así se burlaba Uribe, en una entrega que estuvo apegada a un guion de principio a fin, de la incursión de Álvarez en la conducción de la premiación, de la estatuilla (inventada) para el hijo de Joan Sebastian como mejor actor y del escándalo que llevó a Ortiz ante la justicia por una supuesta apología del narcotráfico y temática machista en su videoclip Fuiste mía. El intérprete de Mujer de piedra y Damaso admitió al recibir el premio a la mejor canción del año que los últimos meses habían sido complicados y agradeció el apoyo de sus fanáticos.

Uribe no dejó pasar la oportunidad para hacer chistes sobre otra polémica que envolvió al mundo grupero, después de que Julión Álvarez dijera en abril pasado que le gustaban las mujeres que supieran “barrer, trapear y cocinar”, lo que fue entendido como una denigración del género femenino. En un sketch en el que ambos emulaban un programa de televisión, uno de los personajes del cómico leyó un mensaje ficticio para Álvarez de un fan homosexual que afirmaba que “barrer no se le daba muy bien, pero planchar sí”. El cantante contestó que pensaba que se trataba de la artista Susana Zabaleta, quien había declarado al calor de la polémica que “odiaba” a Álvarez por sus comentarios sexistas.

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