David Trueba anuncia que le han ofrecido llevar su novela ‘Blitz’ al cine
El cineasta defiende en Santander la “utilidad” de la ficción para solucionar problemas cotidianos
El director de cine y escritor David Trueba (Madrid 1969) anunció ayer que le han ofrecido un proyecto para llevar su novela corta Blitz a la gran pantalla. Los encuentros sexuales de un joven arquitecto desorientado con una señora alemana que le dobla la edad podrían así cobrar forma y movimiento. Podrían, porque el creador de Soldados de Salamina no ha confirmado aún que vaya a dirigir él mismo la película: “No te digo ni que sí, ni que no”, respondió en un encuentro literario en el que participó este martes en la Universidad Internacional Menéndez Pelayo (UIMP) de Santander.
El ganador de tres premios Goya trazó ante la audiencia la que considera ha sido su evolución como creador en los últimos años: “He ido dando menos importancia a la imaginación y la invención y más al poder de observación y de apropiación”,reveló Trueba, que lamentó el “desprestigio de la ficción” e hizo una defensa de la “utilidad” de la imaginación y la creatividad: “La imaginación sirve para resolver los problemas. Lo que he hecho ha sido basar más la ficción en mi experiencia, en la observación, y utilizarla para resolver aspectos de la vida cotidiana”.
“Me niego a pasar por la vida sin ser un impertinente”, continuó el escritor, cuyo objetivo es intentar “transmitir una emoción sobre lo que uno ve, sobre el grado de complejidad que la vida ofrece”. Para Trueba, el éxito es que la gente salga de su película o cierre su libro con “más dudas” y más “capacidad de empatía”. Con más valor para emprender, como él intenta, una huida de lo preestablecido: “Intento hacer las cosas empezando por algo que sé, pero sin saber a dónde me va a llevar”, confesó el autor, que aplica esta fórmula ya sea “a una película, un artículo o un libro”.
Trueba añadió que en su infancia admiraba la “pose” de artistas como Camilo José Cela o Salvador Dalí. “Rompían el panorama un poco gris de los programas culturales de mi infancia, que eran un poco como vivir en Polonia”, bromeó antes de advertir con preocupación cómo esa “pose” se ha convertido, en nuestros días, en “lo único”. “Le tengo mucho miedo a esta realidad etérea donde todo es superficial, líquido, donde no queda nada…”
Frente a ese mundo cambiante, el escritor manifestó la necesidad del novelista de “generar un espacio coherente en el que las piezas encajan según las reglas del escritor” y no de influencias externas. “El libro es siempre más importante que el autor, siempre”, opinó Trueba, y aseguró que en su obra es “un dictador” que decide “dónde empieza y dónde acaba” todo. “Cuando creo que una novela está lista para publicarse, la someto a una pena, la pena del cajón”, bromeó el escritor, que explicó con sorna que por haber sido “educado en el catolicismo” tiene que “sufrir”, por lo que somete a un “castigo” a sus obras para volver sobre ellas tras un tiempo y hacer modificaciones.
Un mundo con más problemas
“En el mundo hay más problemas que hace 30 años por razones obvias. Los deseos y los caprichos de la gente han aumentado, pero la asimilación de la frustración es menor”, reflexionó el cineasta, a quien le preocupa que en la sociedad se pueda clasificar a las personas, e incluso a los países, en “ganadores y perdedores”. “La sociedad no es una carrera, y esto está generando una angustia en las personas que es innoble”, expresó.
Sobre la reciente ola de atentados en Europa, Trueba dijo que, "quizás", las autoridades están "dando más importancia a las soluciones policiales que a las psiquiátricas". El cineasta defendió que es necesaria más comunicación "cara a cara" y lanzó una reflexión sobre los llamados lobos solitarios: "No se puede dejar a la gente sola y pretender saber cómo van a actuar. Cuando la gente está sola es impredecible".
Babelia
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