Muere Josetxo Moreno, figura clave de la distribución del cine de autor
A través de su empresa Golem llegaron a España cineastas como Haneke, Von Trier, Farhadi, Cantet, Kore-eda, Ozon o Yimou
En los años setenta, Pamplona bullía de cinéfilos. Y por tanto, de cineclubs especializados en cine de autor. Muchos surgían de colegios religiosos y quedaron en manos de los alumnos más aficionados al séptimo arte. Otros, en cualquier asociación que cediera un salón de actos. En una ciudad además universitaria, aquellos cinéfilos acababan entrecruzando sus pasos antes o después. Hoy en España la empresa Golem es considerada el peso pesado de la distribución y exhibición del cine de autor, gracias a su inmenso catálogo con los mejores directores europeos y asiáticos, y a sus 45 pantallas repartidas entre Pamplona, Estella, Bilbao, Burgos y Madrid. Pero para que surgiera aquella iniciativa se necesitaba un caldo de cultivo especial, como el que se cocía al final del franquismo en Iruña, y en el que se crio Josetxo Moreno, director general de Golem, que ha fallecido hoy en su casa en Unciti (Navarra) a los 62 años. Trabajó en el cine porque tuvo la suerte de ganarse la vida en la pasión que le consumía desde la adolescencia: las películas.
Con tristeza anunciamos que nos ha dejado una de las almas de Golem, nuestro codirector Josetxo Moreno. DEP. pic.twitter.com/RgCBuF7P7V
— Golem Distribución (@GolemFilms) July 24, 2016
Moreno estudió en el colegio de los Maristas de Pamplona, que contaba con su propio cineclub, el Champagnat, donde arrancó su afición. Estudió Empresariales, y para pagarse la carrera trabajaba de taquillero en el cine Juventud, de la Casa de la Juventud de Pamplona que, como era lo habitual, se dedicaba al arte y ensayo puro y duro en versión original. De allí le recuerda Otilio García, el otro codirector general de Golem. A finales de los setenta, cofundó la distribuidora Irudi Films, que trajo películas como Opiniones de un payaso o Sweet Movie, del entonces rey de los cineclubs el yugoslavo Dušan Makavejev. Participó en los cortos de un joven Montxo Armendáriz y fue también uno de los productores de la capital El proceso de Burgos (1979), de Imanol Uribe.
Finalizada esa aventura, el 30 de julio de 1980, Moreno, García y otros tres socios crean el grupo Difusora Cultural Cinematográfica, con un primer cine en el barrio de San Juan. Poco después abrieron otro cineclub alquilando el local a un colegio capuchino en el barrio de Rotxapea. "Poníamos por ejemplo películas calificadas entonces S", cuenta García. "Eróticas y otras como Holocausto caníbal, con la que ganamos suficiente dinero para traer más cine de autor". Tras pasar por otras salas alquiladas, el primer cine Golem se abrió el 15 de mayo de 1982 en la avenida Baiona con cuatro pantallas. "El nombre Golem fue una decisión complicada, porque necesitábamos algo que funcionara en castellano y en euskera. Se barajaron nombres como Carapalo, Arcadia o Keaton. Y al final elegimos Golem, por ser una gran referencia en el cine y la literatura... y por contar con cinco letras, perfecto para una empresa con cinco socios", rememora García. "Josetxo fue a Madrid al registro, se lo dictamos cuando llamó desde el ministerio y en un principio se negó a poner algo así".
En 1986 llegó el gran salto de la empresa, al crearse su otra rama, Golem Distribución. Ellos, Wanda, Vértigo y Alta Films han sido los principales suministradores de cine de autor a los cinéfilos españoles. La ya clausurada Alta y Golem contaban además con la ventaja de poseer salas propias. La primera película distribuida por Golem fue la ganadora del Oscar La historia oficial, de Luis Puenzo. Desde entonces, han llevado a las salas españolas otras siete ganadoras del Oscar a mejor filme de habla no inglesa, seis Palmas de Oro de Cannes, siete Leones de Oro de Venecia, nueve Osos de Oro de Berlín y seis Conchas de Oro de San Sebastián: la primera, la que obtuvo en 1990 Las cartas de Alou, de Armendáriz, y la última, en 2012, con En la casa, de François Ozon. Entre medias las películas del movimiento Dogma, los filmes surgidos de la poderosa productora danesa Zentropa, entre ellos por supuesto los trabajos de Lars von Trier y de Thomas Vinterberg. Además, los largometrajes de Michael Haneke -Moreno era devoto de La cinta blanca-, Laurent Cantet, Ari Folman, Asghar Farhadi, Zhang Yimou, Jia Zhang-Ke, Andrey Zvyagintsev, Takeshi Kitano, Robert Guédiguian, Aki Kaurismäki, Nuri Bilge Ceylan, François Ozon... Y entre los españoles, Montxo Armendáriz, Julio Medem, Imanol Uribe, Manuel Martín Cuenca o Fernando Franco. Como productora, además de varios documentales, Golem estuvo detrás de Malas temporadas, de Martín Cuenca, y de Zona libre, del israelí Amos Gitai. Además, la empresa es socia fundadora de la compañía de DVD Cameo y de la plataforma Filmin, la principal web para ver cine indie en streaming. Por toda esa labor Golem recibió en 2013 el premio Emprendedor del año de Europa Cinemas, la iniciativa del programa Media de la UE en apoyo del cine europeo; y el pasado mayo el galardón Cruz de Carlos III el Noble de Navarra, otorgado por el Gobierno de esa Comunidad Autónoma.
En los últimos años, de aquellos cinco iniciales socios, se quedaron Josetxo Moreno y Otilio García dirigiendo Golem. Obseso de la información cinematográfica para estar a la última -sus amigos dicen que se leía hasta "el canto del Variety"-, viajero infatigable, batallador constante por salvar al cine de autor del ninguneo actual, dueño de una socarronería con la que desarmaba a sus interlocutores, varias generaciones de cinéfilos españoles nunca podremos agradecerle lo suficiente las joyas que nos trajo, enseñó y compartió.
Desde el Festival de San Sebastián, su director, José Luis Rebordinos, asegura: "Josetxo era un enamorado del cine, mucho más allá de que fuera su negocio, de que se ganara la vida con él. Les conocí, a él y a Otilio, cuando yo era un chaval y siempre me fascinó esa locura apasionada". En su próxima edición el certamen rendirá homenaje al fundador de Golem.
Con su muerte, Moreno no llegará a ver en las salas la última película de Yimou Regreso a casa, que se estrena el 5 de agosto. Él fue quien compró en el American Film Market de 1988 Sorgo rojo, la primera película del maestro chino, que había ganado el Oso de Oro de Berlín, y que nadie quería. Ante todo, la pasión.
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