La convención ‘Star Wars’ confirma a Alden Ehrenreich como Han Solo
El negocio y la pasión sin fin dominan la reunión de seguidores de la saga estelar
La Convención Europea de Star Wars y 60.000 almas sonrientes vuelven a su casa... esté donde esté su hogar. Entre los visitantes que han paseado por los pabellones del Centro de Exhibiciones ExCel Londres hay un sentimiento comunitario de felicidad, un espíritu que probablemente no era que albergaban hace algo más de una década, cuando George Lucas estrenó La venganza de los Sith, la última película de la trilogía que inicia cronológicamente el universo Star Wars. Hoy, cuando acaba este encuentro y se cumplen 40 años del estreno en la capital británica de La guerra de las galaxias, todo parece encarrilado: familias de tres generaciones se confiesan fans de las espadas laser, las mujeres han logrado el papel que merecían en las tramas de las peliculas y las series, y los iconos de los setenta como Mark Hamill y Carrie Fisher reciben el homenaje que se habían ganado. Y sí, se venden miles de muñequitos, pero en la mercadotecnia más poderosa de la industria de cine los muñecos son un mordisco menor de la tarta en comparación con camisetas, juguetes, posters, disfraces, robots, libros, tebeos, videojuegos...
Para hacerse una idea de cómo es la Convención, un pabellón está habilitado solo para hacer la cola para entrar en el evento y otro más para esperar a ingresar en el auditorio con 4.000 sillas donde se celebran los paneles principales. En total, entre conferencias, presentaciones y charlas ha habido más de 100 eventos en los tres recitos habilitados para ello. Los más potentes han sido la presentación de la nueva temporada de la serie LEGO Star Wars, con un nuevo androide, (R0-GR); una conferencia sobre el futuro de los videojuegos que desarrolla EA; presentación de la tercera temporada de la serie de animación Star Wars Rebels (y sus fans son los más radicales, y Dave Filoni, su director supervisor, uno de los más fotografiados), las charlas con Mark Hamill y Carrie Fisher, y, en el aspecto cinematográfico, las proyecciones de un pequeño documental y del nuevo tráiler de Rogue One, el spin off que se estrena el 16 de diciembre y que cuenta cómo unos rebeldes robaron los planos de la Estrella de la Muerte, y la charla entre Kathleen Kennedy, la presidente de LucasFilm y uno de los cerebros responsables del nuevo impulso de la saga y de los directores de las próximas Episodio VIII (Rian Johnson), ya filmada, y del spin off sobre la juventud de Han Solo, Chris Miller y Phil Lord, el acto que ha clausurado la convención.
En ese panel Johnson contó que ya están en posproducción y describió como un "campamento fílmico" las seis semanas que pasó en San Francisco con el resto de la gente de Star Wars, como Pablo Hidalgo, el coordinador de historias de la empresa y presentador de este acto, J. J. Abrams, preparando el guion y sacando a la luz para ese libreto sus conexiones personales con la historia. Así mismo explicó que el rodaje empezó en la isla irlandesa donde acaba justo el Episodio VII, con Luke (Mark Hamill) y Rey (Daisy Ridley), un "sitio mágico", porque la película empieza justo donde acabó la anterior. "Hay una gran responsabilidad en llevar adelante estos personajes y en presionar a los actores para que ahonden en ellos". Kennedy dijo de Johnson que mueve la cámara "tan bien como Steven Spielberg". A su lado Lord y Miller, que mostraron por fotos que casi -desistieron, porque se tuvieron que ir a recoger a sus hijos al colegio- hacen un cameo en Rogue One (Miller enseñó fotos de joven, de cuando fue extra de El imperio contraataca como un soldado imperial más), y Johnson mostró que sí, que él aparece en Rogue One al igual que Edwards, director de ese spin off, sale en Episodio VIII. Hay una gran expectación en ver qué van a hacer los directores de La LEGO película con la historia del joven Han Solo. "Estamos escribiendo el guion con Lawrence Kasdan y su hijo Jon. De Larry nos asombra lo sarcástico e irónico que es a la vez de tremendamente optimista al acabar cada jornada. Rodaremos en enero o febrero". Y con ellos salió al final Alden Ehrenreich, en lo que fue la confirmación oficial de la elección de este protegido de Steven Spielberg como el nuevo Han Solo, un actor que empezó en el cine hace solo siete años con Tetro. "Hicimos pruebas a 3.000 personas en seis oficinas repartidas por todo el mundo, y lo frustrante es que elegimos al, literalmente, primero que puso delante de la cámara". Con la postrera aparición de John Boyega -londinense y por tanto héroe local, que dijo que Johnson "ha hecho una peli indie dentro de la franquicia"- y de los veteranos Hamill y Fisher acabó el acto para redondear la foto de familia.
"Hay una gran responsabilidad en llevar adelante estos personajes y en presionar a los actores para que ahonden en ellos" (Rian Johnson, director de 'Episodio VIII')
Alrededor, en los pabellones, un zoológico humano fascinante. Por de pronto, la constatación de que las mujeres por fin tienen el mismo peso en este mundo que los hombres. Antes de la frustrante charla en el auditorio de Carrie Fisher (atada muy en corto por la organización), subieron al escenario los asistentes que estuvieran disfrazados de personajes femeninos: y allá fueron 200 mujeres y dos hombres vestidos como princesas Leias. El último en bajar de ese improvisado encuentro fue un orgulloso seudoHan Solo que sostenía en sus brazos una niña de 11 meses con ensaimadas capilares, toga blanca y cuyo auténtico nombre era... Leia. Por los pasillos se nota ese cambio de mentalidad: el viejo friquismo hoy ha superado sus tabúes y no entiende de sexos. Y que ahora es Kathleen Kennedy quien encabeza LucasFilm.
Entre toda esta multitud hay bastantes españoles, entre ellos los miembros de la división española de la Legión 501, que se dedican a honrar el universo Star Wars y a actos solidarios. Algunos de ellos se habían comprado las entradas en abril de 2015. Otras familias con aficionados de tres generaciones paseaban sonrientes entre los centenares de puestos tanto oficiales como de fans. Josu, de Bilbao, había hecho cola desde las seis de la mañana para obtener la firma de Hamill (y lo lo había logrado). Esos seguidores han sido quienes mantuvieron la llama encendida mientras Lucas torpedeaba su legado. El club británico de constructores de R2-D2 es hoy una preminente organización a la que consultan los creadores de las películas, los asistentes disfrazados recibieron alabanzas de los responsables de LucasFilm... Porque eso sí, los productos necesitan la autorización oficial de la empresa, cuyo visto bueno es obligatorio: la decena de tatuadores que ofrecían sus servicios trabajaban con licencia, y la cola para entrar en la Tienda Oficial Star Wars (desde fuera, gracias a sus muros negros, no se podían adivinar qué ofrecían) nunca bajó de la hora de espera.
Ha habido más: entrenamiento padawan para niños, charlas sobre la gastronomía en Star Wars, una gigantesca área para LEGO, concursos de disfraces, experiencias virtuales de vuelo y de paseo por el planeta Tattooine... y un cierto olvido de la trilogía que cronológicamente empieza la saga. En una caja, en unas rebajadas 12,50 libras, se acumulaban las muñecas de Padmé Amidala, una reina caída en desgracia.
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