IndieBo, cine independiente bajo las estrellas de Bogotá

La última vez que Paola Turbay estuvo en Sundance en busca de películas para IndieBo no le preguntaron por la violencia en Colombia. "Solo una persona me consultó sobre el zika, esa era su única preocupación", dice una de las fundadores del festival de cine independiente de Bogotá que este año alcanza su segunda edición con más de un centenar de películas (19 estrenos) y las mujeres directoras como protagonistas. La que fuera virreina de Miss Universo, además de actriz, productora y presentadora, entre otros oficios, ha conseguido, con la ayuda de su marido y empresario Alejandro Estrada y Juan Carvajal, director artístico, acabar con los clichés que aún pesan sobre este país. "Hace una década aquí no venía nadie, ahora sentimos un gran recibimiento cuando viajamos".

IndieBo, como el festival de música Estéreo Picnic, la visita de The Rolling Stones o el Festival Iberoamericano de Teatro luchan porque Bogotá ascienda en la tabla de capitales culturales latinoamericanas. "Nuestra función es democratizar la cultura", explica Turbay, "formar al público a través del acceso al cine". Para cumplir con este objetivo crearon una fundación sin ánimo de lucro que ha conseguido reunir un millón de dólares de presupuesto con alianzas público-privadas. Para ver la última película de la directora estadounidense Elizabeth Wood (White Girl), al sonidista de El exorcista, Chris Newman, o a Linda O. Olszewski, la mujer encargada de seleccionar los cortometrajes nominados al oscar, IndieBo colabora con una serie de salas de Bogotá, pero también lleva el cine a los parques en pantalla grande y con autobuses que al desplegarse tienen capacidad para atrapar con filmes hasta a 500 personas. "Vamos al sur, al norte, estamos en la mayoría de barrios de la ciudad, en las cárceles", apunta, "así generamos sentido de pertenencia". Las entradas cuestan entre 12.500 y 27.000 pesos (entre cuatro y nueve dólares). Con esta estrategia en 2014 consiguieron 37.000 espectadores en los 10 días que dura la cita. Este año esperan batir la cifra del 14 al 24 de julio.

La segunda edición cuenta con 25 mujeres directoras, "el 20% de la programación", apunta Turbay. La última edición del festival de Tribeca les hizo un homenaje y decidieron seguir el ejemplo. "Esto no es habitual y queremos promocionarlo, no creo que sea machismo, sino el rol que se nos impone", explica.  Esta no es una apuesta que se centre en el cine de la región, es la manera en que tres aficionados al cine apostaron por su ciudad en 2015 y por un tipo de películas que llegan de más de 35 países (10 en competición oficial) y que han participado en Sundance, Tribeca, Cannes, Nueva York, Berlinale y SXSW. La programación es esencialmente extranjera, aunque Turbay, en un cálculo aproximado, cree que el porcentaje de películas del continente que se exhiben en la muestra es similar a las europeas y las asiáticas.  

La apuesta por las realizadoras como por un cine independiente que a duras penas sobrevive al primer fin de semana de exhibición en Colombia pretende acabar con esta injusta barrera. En este país donde la ley de cine contribuye a una emergente industria, lo condena si no consigue un umbral de taquilla en los primeros días en cartelera. "Pretendemos que IndieBo sea la plataforma para que se queden unas semanas en los teatros, una catapulta", opina.