Dory, la pececita desmemoriada que batió todos los récords
El estreno en EE UU de ‘Buscando a Dory’ es el de mayor taquilla de la historia en una película de animación. Este miércoles llega a las salas españolas
En el mundo real han pasado casi 13 años desde que Nemo volvió a casa. En la profundidad del mar, sin embargo, apenas ha transcurrido un año. Dory, su padre y el pequeño pececillo habitan en un confortable recoveco en el fondo del océano, sin sobresaltos ni peligros. Siendo como son, un imán para las catástrofes, la calma no podía durar mucho. Todo el mar se revuelve de nuevo cuando el olvidadizo pez azul empieza a recordar algún detalle de su pasado y siente la necesidad de partir para reencontrarse con sus padres. El trío de peces emprende otra vez viaje hacia la otra punta del planeta. Algo que acaba convirtiéndose en una arriesgada travesía llena de peligros y retos. Buscando a Dory llega, por fin, y lo hace nadando fuerte. Como decía ayer en Madrid su creador, Andrew Stanton, “no sabíamos si iba a existir una continuación, pero si existía, tenía que ser de ella”.
Pixar continúa con las aventuras marinas de los entrañables personajes de Buscando a Nemo. Si la intensa búsqueda del pequeño pez payaso catapultó al estudio de Disney en 2003 a la nueva era de la animación, recibiendo una gran aceptación de crítica y público, la secuela, esta vez protagonizada por la desmemoriada pez azul, tiene todos los visos de batir aquellas expectativas.
En EE UU ha arrancado sus andanzas transformándose en el mejor debut de una película animada, ingresando en solo un fin de semana unos 136 millones de dólares (120 millones de euros). Igualmente ha ocurrido en la mayoría de los 32 países donde ya se ha estrenado. Entra en el ránking mundial con unas cifras de 186.2 millones de dólares (164 millones de euros). Y en España, a falta de los primeros datos de taquilla, Buscando a Dory arrampla con toda la cartelera, trastocando todos los estrenos de la semana y adelantando la llegada de las nuevas películas del viernes al miércoles con la intención de coincidir con el final del curso escolar.
Con esta halagüeña perspectiva ha presentado el director Andrew Stanton el filme en España. “Dory entendió que su pérdida de memoria a corto plazo era una discapacidad, un problema”. Para los creadores era prácticamente una necesidad rendir cuentas con el pasado de uno de los personajes más queridos por el público en el primer largometraje. “Necesitaba paz consigo misma”, apunta Stanton.
13 años sin perder esencia
A pesar de los años transcurridos, nada ha cambiado, y la fórmula de Buscando a Nemo se repite con Dory: seres entrañables de gran simpatía e historias de emocionante trasfondo vital. Como ya ocurrió con la primera parte, no es descabellado que gusten más a los adultos que a los niños. Para el director esa universalidad del filme es maravillosa. “Al hacerla, sinceramente, no pensamos en si es para mayores o para pequeños. Pensamos en crear historias que nos gusten a nosotros”, subraya. En definitiva, el secreto está en intentar no excluir a nadie.
Stanton ha aplicado siempre esa filosofía. Autor, entre otros títulos, de Wall-E y Toy Story 2, forma parte de la nueva generación de Pixar que ha abierto la animación a todos los públicos, haya sido de forma voluntaria o no. Sobre el revuelo levantado en por Ellen DeGeneres, que da voz a Dory en la versión original del largometraje, cuando desveló que en la película aparecía el primer personaje trangénero de Disney, el director da una escueta respuesta. “No sabemos si lo son o no porque no le hemos preguntado. Que sean lo que quieran ser”. La misma que al abordar el asunto de la supuesta pareja de lesbianas con un bebé que aparece en la historia que tanto se comentó al salir el primer tráiler. "La polémica se ha viralizado en Internet por casualidad”.
“En el futuro, la animación va a sorprender”
Andrew Stanton recayó en Pixar en 1990. Desde entonces en el mundo de la animación ha llovido muchísimo, aunque reconoce que hay elementos que permanecen inalterables, como la capacidad de entretener a todos los públicos. "Siempre hemos querido que fuera así, y ahora se ve cada vez más", subraya el director de Buscando a Dory. En esta evolución ha tenido muchísimo que ver la tecnología. "Permite infinidad de técnicas y abrir la mente a nuevas temáticas". Cuáles, está por ver. Lo que tiene claro es que la animación dará que hablar. "Lo que viene nos va a sorprender".
Babelia
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