El eco de la Nueva canción chilena resuena en Nano Stern

Cuando la legendaria cantante Joan Baez celebró en enero su aniversario número 75 en el Beacon Theater de Manhattan, las ovaciones no solo se dirigieron a sus invitados de peso, como Paul Simon, Judy Collins y Jackson Browne, voces ilustres del cancionero estadounidense, sino también llegaron con entusiasmo al participante más joven e improbable de la velada: el cantautor y multiinstrumentista chileno Nano Stern.

“Jamás hubiera imaginado tocar con quienes forjaron la identidad de la contracultura más global del siglo XX”, reconoce Stern. “El solo hecho de que Joan me invitara habla de su actitud generosa, sensible y desinteresada. Guardo, además, el recuerdo imborrable de subir al escenario a cantar Gracias a la vida, consciente que implicaba un homenaje al legado fundamental de Violeta Parra y de Mercedes Sosa, quien la cantaba con Joan”.

Violeta Parra es precisamente uno de los caminos ineludibles que conducen a Nano Stern, quien a sus 31 años de edad y ocho discos publicados, es un nombre de amplio alcance en la escena de su país. Lejos del pop electrónico chileno que ha caracterizado a parte de su generación, su música se nutre de la tradición folclórica latinoamericana y de la Nueva canción chilena, el influyente movimiento conformado a inicios de los años setenta por artistas como Quilapayún y Víctor Jara.

Nieto de inmigrantes judíos alemanes que se instalaron en Chile escapando de los horrores de la Segunda Guerra Mundial, Nano Stern creció como un niño prodigio que dominaba una larga gama de instrumentos. Tras una adolescencia marcada por el rock —género que continúa presente en su fusión musical—, a los 19 años se embarcó rumbo a Alemania y Holanda para estudiar música y tocar en cada lugar que le ofreciera un espacio. El efecto de la distancia afianzó los vínculos con su tierra natal, y en simultáneo inició un tránsito permanente que lo ha llevado a presentarse en festivales a lo largo y ancho del globo, desde el Womad a Lollapalooza.

“Creo que en mi música hay una continuidad explícita de la estética sonora y discursiva de la Nueva canción chilena, y eso es algo que se me ha dado naturalmente, sin necesariamente buscarlo”, explica. “Desde muy joven pude compartir con grandes de esa era, y luego tuve el enorme privilegio de tocar, girar y grabar con muchos de mis máximos referentes, como Inti Illimani, Congreso y Los Jaivas. Pero al mismo tiempo crecí en el mundo de Napster, por lo que comparto con otros colegas de mi generación una actitud desprejuiciada y temeraria a la hora de fusionar sonoridades y conceptos. Por todo eso, creo que mi encuentro con España será muy intenso y espero que sea el comienzo de una larga amistad”.

Tras tres conciertos en Madrid y Barcelona, que han supuesto su debut en España, las enérgicas y magnéticas interpretaciones en vivo de Nano Stern, de impecable técnica vocal e instrumental, podrán apreciarse aún en el Café La Palma (6 de mayo, Madrid) y Café Libertad 8 (8 de mayo, Madrid). Nano está presentado su más reciente disco, Mil 500 vueltas, recién nominado en Chile a los Premios Pulsar 2016 en las categorías Disco del Año y Mejor Cantautor.