_
_
_
_
LETRAS ÍNTIMAS | Eduardo Halfon

Desde el ‘no sé’

El escritor Eduardo Halfon puede ser español y guatemalteco. Pero también judío, norteamericano y árabe. Lo que el contexto pida

Fue hecho a pedazos. Partido, sin sitio, cambiando, yéndose. Nieto de un judío polaco y de uno libanés. Nacido en Guatemala y criado en Estados Unidos. Eduardo Halfon descree, no esta seguro de nada, duda y quizá por eso avanza. Tiene un acento que podría ser de todos lados. Múltiple, fragmentado.

Como muchas cosas no sabe, pregunta. Como muchos sitios no tiene, se va. Como muchas vidas sí tiene, escribe: “Según contaba mi abuelo paterno, mi abuelo libanés, Halfon venía de una palabra del hebreo antiguo, o del persa antiguo, que significa aquel que cambia de vida”.

Eduardo, ¿hoy cuántos eres?

Puedo ser español y guatemalteco; puedo ser judío, norteamericano, árabe. Lo que el contexto pida, eso soy. Busco el camino de menos resistencia, como el agua, por facilidad, es más práctico. Para mi identidad tengo disfraces que saco del closet, lo que me permite pasar desapercibido. Soy un camaleón.

En toda frontera declaras que eres ingeniero. ¿Por qué?

Más información
Víctor Hugo Robles, la sexualidad como lugar político
Leonardo Padura, el hombre que amaba Mantilla
Pablo Ramos, la feroz sinceridad
Héctor Abad Faciolince, quedarse sin habla
Héctor Aguilar Camín, la dignidad como fin y como final

Porque no entienden lo de ser escritor.

¿Tú sí?

No, yo no, pero yo no me lo cuestiono, el oficial de migración sí, quiere una respuesta de por qué uno es escritor, qué es eso de ser escritor, cómo te ganas la vida, a qué vienes, a trabajar; decir ingeniero es más fácil. Es una profesión seria.

¿En qué no debes pensar cuando escribes?

No debes pensar en que sabes lo que estás haciendo. No debes pensar en que tienes certidumbre de lo que estas haciendo. Yo creo que escribir desde el no sé es muy importante. Escribir desde un punto de vista donde está el caos. No sé qué estoy haciendo, no sé cómo lo estoy haciendo y no sé por qué lo estoy haciendo. Creo que perder noción de eso es escribir con cierta petulancia.

¿Por qué eres más tú en tus libros que fuera de ellos?

Quizás porque en mis libros o en mis historias puedo destilar ciertos elementos que en la vida real no; puedo dar rienda suelta a mis opiniones que en la vida real no. Hay ciertos elementos en mi literatura que no son yo, por ejemplo, Eduardo Halfon, mi narrador, fuma, yo no. Yo quisiera ser fumador pero soy demasiado cobarde. Sé que es malo y entonces no lo hago. Él viaja bien, pero yo soy muy de casa, de trabajo, de rutina y me cuesta salir de eso. Escribir es un gran desgarramiento en el escritor, causa dolor estar en una lucha permanente, en una búsqueda permanente que sabes que no termina nunca.

¿Por qué sentir orgullo por el origen?

Yo no siento orgullo por el origen. Yo siento curiosidad por el origen.

Eduardo Halfon nació en Guatemala en 1971. Sobre aquel país escribe su narrador en el cuento “Bambú”, del libro Signor Hoffman: “No sé porque siempre me resulta difícil convencer a las personas, incluso convencerme a mí mismo, de que soy guatemalteco. Supongo que esperan ver a alguien más moreno y chaparro, más parecido a ellos, escuchar a alguien con un español más tropical. Yo tampoco pierdo cualquier oportunidad para distanciarme del país, tanto literal como literariamente. Crecí fuera. Paso largas temporadas fuera. Lo escribo y describo desde fuera. Soplo humo sobre mis orígenes guatemaltecos hasta volverlos más opacos y turbios. No siento nostalgia, ni lealtad, ni patriotismo, pese a que, según le gustaba decir a mi abuelo polaco, la primera canción que aprendí a cantar, cuando tenía dos años, fue el himno nacional”.

¿Tú dolor es tanto que por eso te burlas? Me refiero al Holocausto, a Auschwitz: lo llamas parques temáticos del sufrimiento.

Yo creo que es un poco de todo, un poco irónico, un poco burla, es un poco querer entenderlo. La gran pregunta es cómo manejas el tema de la tragedia, el tema del dolor, y una reacción del ser humano es construir parques temáticos. Para mi ir a Auschwitz no tenía nada que ver con mi abuelo, con el dolor, era ver una reconstrucción, entonces cuando escribo sobre esto hay un elemento de humor, de sátira. Mi abuelo es un pretexto para entrar al tema de la identidad, al tema del quién soy, de dónde vengo.

¿Has tenido que pagar algún precio por creer en ti?

No estoy tan seguro que yo crea en mí. Te diría que creo más en los libros que he escrito.

Ficha bibliográfica:

Eduardo Halfon ha publicado Esto no es una pipa, Saturno (2003), De cabo roto (2003), El ángel literario (2004), Siete minutos de desasosiego (2007), Clases de hebreo (2008), Clases de dibujo (2009), El boxeador polaco (2008), La pirueta (2010), Mañana nunca lo hablamos (2011) y Elocuencias de un tartamudo (2012), Monasterio (2014; Libros del Asteroide) y Signor Hoffman (2015; Libros del Asteroide). Actualmente es profesor y escritor residente en Baruch College, Nueva York. 

Babelia

Las novedades literarias analizadas por los mejores críticos en nuestro boletín semanal
Recíbelo

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_