Abdellatif Kechiche: “Nunca pensé que niños de 12 años verían mi filme”
El director de 'La vida de Adèle' aprueba el fallo judicial que ha retirado el permiso de exhibición de su película
El cineasta Abdellatif Kechiche apoyó ayer la decisión judicial que ha revocado la autorización de exhibición de su película La vida de Adèle, tras una denuncia de la asociación ultracatólica Promouvoir, que consideró que el drama no había recibido la clasificación adecuada cuando fue estrenada en 2013.
El sector del cine se indignó ayer ante la decisión, mientras el Ministerio de Cultura francés anunciaba que recurrirá el fallo. En cambio, Kechiche consideró que la justicia francesa había tomado la decisión correcta. “Esta decisión me parece más bien sana”, afirmó el cineasta francotunecino, ganador de la Palma de Oro en 2013. “Nunca pensé que mi película fuera a ser vista por niños de 12 años y, personalmente, he desaconsejado a mi hija que la vea antes de los 14 o los 15”, declaró a Le Monde.
La comisión francesa que otorga las clasificaciones por edad a las películas de estreno estimó en 2013 que La vida de Adèle no era apta para los menores de 12 años. Promouvoir, asociación dirigida por el abogado André Bonnet, exmilitante de extrema derecha, defiende que la prohibición ataña a los menores de 18 años. A Kechiche no le “molestaría” que la película quede prohibida a los menores de 16 años. “Mis películas hablan de la adolescencia, pero se dirigen más bien a aquellos que sienten nostalgia por la adolescencia. Tiene más interés para los adultos que para los adolescentes que todavía no hayan vivido el dolor de una ruptura. Esta es, ante todo, una película sobre la ruptura”, afirmó ayer el cineasta.
El Tribunal Administrativo de París consideró el miércoles que el Ministerio de Cultura francés cometió “un error de apreciación” al prohibir La vida de Adèle a los menores de 12 años y exigió a su titular, Fleur Pellerin, que le conceda una clasificación más adecuada, considerando que “las secuencias de sexo entre dos mujeres jóvenes” son susceptibles de “herir la sensibilidad del público joven”. La productora y distribuidora de la película, Wild Bunch, denunció ayer el poder creciente de Promouvoir, que en el pasado ya había logrado prohibir a los menores de edad películas como ¡Fóllame!, Saw 3D, Nymphomaniac o Love, el nuevo proyecto de Gaspar Noé.
Para André Bonnet, que se apunta un nuevo tanto en su batalla “por los valores judeocristianos” y contra la representación de la homosexualidad en el cine, este fallo judicial “debe alertar a la ministra sobre graves disfunciones que existen en la comisión” que otorga las clasificaciones por edades. Fuentes del Ministerio de Cultura señalaron a Le Monde que se plantean una reforma en profundidad del sistema que la rige.
Babelia
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