‘El Refugiado’, un thriller doméstico para hablar de violencia de género
La película 'Refugiado', que se estrenó esta semana en Colombia, muestra el drama de una mujer víctima de maltrato
Diego Lerman (Buenos Aires, 1976) quería hacer una película de humor, pero la realidad lo desbordó. Recuerda la escena que se encontró en la puerta de su oficina y le cambió el rumbo. Un charco de sangre, policías, periodistas. Un hombre le había disparado a su exesposa delante de sus hijos. Lerman abandonó la comedia que escribía y se dedicó a investigar. Encontró un refugio de mujeres maltratadas (jóvenes y adultas) que se escondían de la violencia de sus parejas. Allí se filmó parte de Refugiado, una película bajo la dirección del argentino Diego Lerman y la coproducción del colombiano Jorge Forero.
La cinta, que se estrenó en España en marzo pasado y llegó a las salas de cine de Colombia este jueves, acerca al espectador a una cruda realidad de América Latina, donde según la ONU, se registran más de la mitad de los crímenes contra las mujeres en todo el mundo. Sin mostrar al agresor y sin que se vea un solo golpe, la película, como muchos casos de la vida real, retrata ese sufrimiento silencioso que viven las mujeres que son maltratadas por sus parejas.
“Más que ponerle un rostro y narrar esa relación, me interesaba atrapar esa sensación casi persecutoria que generaba en la madre y el hijo. No quería enseñar cinematográficamente cómo es un hombre que pega a una mujer, sino qué es lo que genera. Narrar las consecuencias a través de muchos detalles”, cuenta el director. La película es una constante huida, es el camino de una mujer y su hijo que intentan escapar del hombre que les promete amor, pero que una y otra vez cae, los lastima, los espanta.
“Refugiado es también un estado mental que tiene que ver con el niño. Por lo general, muchas mujeres terminan quedándose en el refugio, pero yo quería que este fuera solo una estación más. No quería que la película se quedara ahí, sino que fuera una ‘road movie’ con toques de ‘thriller”.
Una película para reflexionar
Jorge Forero, coproductor de la cinta, dice que una “película no cambia al mundo, pero sí tiene la capacidad de ampliar la mirada y escarbar en la conciencia”. Y eso lo que buscan con Refugiado. “Hay cine de evasión y cine de reflexión. Esta película pertenece a esta última categoría”.
Un ‘thriller’ doméstico, urbano, un escape. Las imágenes oscuras y los diálogos íntimos entre el niño (Matías) y su madre (Laura) retratan las huellas de la violencia sin necesidad de mostrarla de forma explícita. El espectador puede dimensionar qué motivó el escape. El nerviosismo de la mujer, las preguntas del niño, la angustia que sienten ambos cada vez que el teléfono suena y al otro lado del teléfono está él, a quien nunca le vemos la cara, pero podemos imaginarla con tan solo escuchar su voz.
“De alguna forma, la película entera es una invitación a reconstruir el rostro del agresor y a hacerlo con lo más cercano, que no es otra cosa que lo más turbio que habita en cada uno de nosotros. De alguna forma, nos dice la película afirma que los culpables somos todos. Y eso, cuanto menos, incomoda”, explica Lerman.
Las imágenes en su mayoría fueron filmadas con luz natural. Bajo la dirección de fotografía del polaco Wojciech Starón, “se intentan reflejar los estados de ánimo a través de la pantalla, se aprovecharon las contraluces de los espacios, la oscuridad”, explica el coproductor.
El deambular de la madre y su hijo en busca de un lugar donde puedan sentirse seguros es la retrato de una mujer valiente. “En los países en donde se ha proyectado la película, han sido más las mujeres que han acudido a verla. Eso dice mucho de la situación, de lo que somos como hombres y de lo que deberíamos replantearnos”. En Colombia esperan que la película sea vista sin distinción de género.
Babelia
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