‘Los juegos del hambre’ se despide con su película “más épica”

Hay dos indicios que explican qué supone Los juegos del hambre para el cine. El final de la saga, Sinsajo Parte 2, es la película más esperada del otoño, por encima incluso del séptimo capítulo de La guerra de las galaxias, según una encuesta de Piedmont Media Research citada por la revista Variety. Y la recaudación que han logrado los anteriores tres filmes ha sido tan impresionante que la propia Jennifer Lawrence, al escucharla hoy martes en una rueda de prensa en Madrid, ha soltado un “¡uoooo!”. No es para menos: 2.165 millones de euros en taquilla, a la espera de que el 20 de noviembre el estreno mundial de la cuarta entrega actualice esa cifra. En España, por cierto, Los juegos del hambre: Sinsajo-Parte 2 se verá una semana después, para evitar competir con otro taquillazo seguro: Ocho apellidos catalanes.

“Es la más épica de las cuatro películas”, ha asegurado ante la prensa el director, Francis Lawrence. A lo largo de dos horas y 17 minutos, el filme cierra el sangriento pulso entre la joven rebelde Katniss Everdeen (Jennifer Lawrence) y el presidente Snow, líder de una dictadura que tortura a sus ciudadanos y cada año obliga a 24 jóvenes a pelear a muerte en los llamados Juegos del hambre. Criticado en EE UU por la violencia del filme, el director en España ha tenido que contestar al planteamiento opuesto: la película no es tan salvaje como el libro que adapta. “Fue uno de los retos principales. La autora [Suzanne Collins] no se cortó nada. Como cineasta busqué una reproducción lo más intensa posible, pero sin cruzar la línea que llevara a prohibir la película a los más jóvenes. Me centré más en la dimensión emocional de la violencia”.

Al fin y al cabo, los adolescentes son el público principal tanto de los filmes como de la trilogía literaria y superventas de Collins. En el traslado a la pantalla, eso sí, los tres libros se convirtieron en cuatro películas y el final se dividió en dos partes. Por razones de taquilla, como a menudo ocurre, y también artísticas, al menos según la productora, Nina Jacobson: “Teníamos que hacer justicia a los libros y el último tiene mucho para contar”.

Sea como fuere, la multiplicación de los filmes solo desinfló en parte el tirón de la saga en las salas. Y desde luego disparó la fama y la cuenta bancaria de su protagonista, Jennifer Lawrence, la actriz mejor pagada del mundo según la revista Forbes (con 46 millones de euros). De ahí que la intérprete fuera la estrella inevitable de la rueda de prensa madrileña. Aunque, ya sea porque su tradicional espontaneidad a veces le juega malas pasadas –la última, al declarar a la MTV que no siempre se lava las manos al salir del aseo–, o por no robarles protagonismo a sus compañeros de conferencia, la intérprete pareció esmerarse en frenar a su boca durante buena parte de la charla.

“No puedo compararme con una chica que empieza una revolución y salva el mundo. Pero estas películas me han ofrecido una gran oportunidad, ya que me han dado voz, como mujer, para luchar por nuestros derechos”, ha defendido Lawrence, que últimamente se ha sumado a la lucha contra la discriminación salarial y de oportunidades a favor de los hombres en Hollywood. Aunque hay otra guerra que la actriz pelea con la misma fuerza: “Mi batalla personal es por el planeta y el medio ambiente. Si no hacemos algo estamos condenados”.

Lawrence halagó una y otra vez el proyecto –“es maravilloso ser parte de una película que tiene algo que decir”- y aseguró que procura no planear su carrera, sino que escoge según la “conexión química” con los guiones. Así, evidentemente, eligió el filme indie Winter’s Bone, el que colocó su nombre en el mapa del cine. A partir de ahí, Lawrence ha mezclado superproducciones (Los juegos del hambre, Los X-men) con tramas románticas (Como locos) y su fructuosa colaboración con el director David O. Russel: El lado bueno de las cosas (con Oscar a la mejor secundaria incluido) y La gran estafa americana. Ahora, sostiene que su cuerpo necesita “un descanso de las películas de acción”.

Una pausa definitiva, en cambio, es la que le toca ahora a la saga de Los juegos del hambre. Frente a los rumores de posibles secuelas o precuelas, Jacobson desmintió un futuro para el mundo de Panem: “No hay ningún plan al respecto. A menos que Suzanne escriba más libros, tenemos la sensación de que la historia está contada”. De ahí que la despedida que el reparto celebró en el set, con discurso emotivo de Woody Harrelson incluido, sea la definitiva. Y cada uno se haya llevado un pequeño souvenir como recuerdo: un pantalón, un colgante, una claqueta, etcétera.

También, como subrayó el actor Liam Hemsworth, se llevan una gran amistad. La misma que hizo que se pasaran la rueda de prensa susurrándose al oído, riéndose entre ellos y pasándose papeles. Incluso justo después de contestar a una pregunta sobre las consecuencias de la muerte de Philip Seymour Hoffman para el rodaje. “Quedaban ocho días y él tenía dos secuencias importantes que tuvimos que reescribir. Nos dejó muy afectados”, respondió el director. Y con ellos a todos los espectadores: Sinsajo. Parte 2 será la última vez que Seymour Hoffman aparezca en la gran pantalla.