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Juan Diego y Aitana Sánchez-Gijón reciben la Medalla de la Academia

La institución, por su 30 aniversario, otorga dos reconocimientos honoríficos y premia a un pigmalión y a su protegida y premia a un pigmalión y a su protegida

Gregorio Belinchón
Aitana Sánchez-Gijón y Juan Diego, con las Medallas de Oro en la mano.
Aitana Sánchez-Gijón y Juan Diego, con las Medallas de Oro en la mano.luis sevillano

A mitad de los ochenta, una chica lloraba y repartía flores mientras confesaba que se había enamorado de su profesora. Y Juan Diego quedó cautivado con ella. Era el rodaje de la serie Segunda enseñanza, y Aitana Sánchez-Gijón, la chica en cuestión, debutaba como profesional. "Yo tenía 16 años. Juan se me acercó, me dijo algo pero no me aduló, eso seguro. Y desde ese momento fue mi mentor, me regaló volúmenes sobre el Método, que aún guardo. Ha sido mi pigmalión. Es muy hermoso recibir esta medalla 30 años después con mi maestro". Sánchez-Gijón (Roma, 1968) ríe mientas a su lado el volcánico Juan Diego (Bormujos, 1942) reanuda su discurso. Ambos reciben hoy la Medalla de Oro de la Academia de Cine, un reconocimiento honorífico. Por la mañana, delante de la prensa. Por la noche, en un acto más institucional.

Por primera vez, la Academia otorga dos Medallas. La justificación: es el 30 aniversario de la institución. Y para ese doblete ha juntado a la primera presidenta de la Academia y al ganador de tres goyas (además de otras seis candidaturas). El actual presidente, Antonio Resines, los ha definido como "dos personas extraordinarias”, antes de empezar una charla que se movido entre el tsunami verbal del sevillano y la alegría mas contenida de una actriz que desde Oviedo Express (2007) casi no ha hecho cine. Por ahí empezó Sánchez-Gijón, que parece no envejecer nunca: "Recibo la medalla con muchísima alegría y gratitud. Tengo que contar que Antonio me llamó y me quedé perpleja. Colgué y le devolví la llamada: no lo entendía. ¿Yo con Juan Diego? Llevo muchos años descolgada del cine y feliz con mi teatro y mi televisión, por eso no me lo esperaba. Al final me di cuenta: se trata de que a uno le quieren. Pues voy a dejarme a querer. Este abrazo de la Academia es muy reconfortante". Diego contó a su vez: "Me pareció muy bien, y con Aitana, fenomenal. Lo importante es que te den los premios cuando aún eres joven y puedes hacer el amor. La medalla la recibimos los actores, pero la Academia es de abajo a arriba, desde los becarios de producción hasta los intérpretes".

Antonio me llamó y me quedé perpleja. Colgué y le devolví la llamada: no lo entendía. ¿Yo con Juan Diego? Llevo muchos años descolgada del cine y feliz con mi teatro y mi televisión, por eso no me lo esperaba" Aitana Sánchez-Gijón

Ambos han reconocido que hoy encuentran mejores papeles y más trabajo en el teatro que en el cine. "Me cuesta encontrar Medeas en el cine. Yo miro mucho a Francia, en cuanto a su política cultural y también a la hora de contar sus historias. Nos faltan personajes femeninos maduros como sí se hacen allí para Binoche o Huppert. Aquí andamos escasos. Eres objeto de deseo de 18 a 35, y a los 36 te conviertes en madre del objeto de deseo. Eso cambio no refleja la sociedad actual", comentó la actriz. Diego siguió: "Vivimos en una sociedad donde de repente la mujer deja de verse. En fin, volviendo al teatro, es una pena porque nos ha costado mucho construir nuestra cinematografía. Yo en febrero hago una película de 300.000 euros. Y la haces porque amas el cine y a tus compañeros. El teatro es un placer. Yo soy socio del Luchana, que hemos reconvertido en cuatro salas de teatro. He descubierto ahora el gozo del monólogo, y que la energía se refleja en el patio de butacas. Yo siempre que puedo vuelvo al teatro. Venimos del teatro y volvemos al teatro, que es la emoción directa. A mí me han aplaudido una vez en el cine, y porque me ahorcaban [se refiere a Los santos inocentes]. Pero el teatro es otra cosa, te aplauden incluso en mitad de una escena. Estamos mal de sueldo en cine y teatro, como vosotros, ¿no? Pues a ver qué votáis", remató entre risas.

Ambos entraron en diálogo a la hora de recordar que consejos hay que ofrecer a los nuevos.

Si no te fijas en los que vienen, ¿dónde vas a aprender? Me fijo en quien me emociona" Juan Diego

Juan Diego. Si no te fijas en los que vienen, ¿dónde vas a aprender? Me fijo en quien me emociona. En ella me fijé no solo en la emoción, sino en su inteligencia interpretativa. Lo hago y lo haré siempre, porque si no, uno se muere al no aprender.

Aitana Sánchez-Gijón. Recuerdo que estábamos haciendo Jarrapellejos, en donde me violabas y hasta me dejabas un moratón. Un día fuimos a comer algo a Casa Currito, yo era joven y me sentía abrumada. Era la pequeña de los rodajes, yo le hablaba de ser humildes, y me interrumpió: “No, no hay que ser humilde, la humildad no sirve para nada. Aquí se está por derecho”. Me quitó la idea de pedir perdón por disfrutar de este privilegio.

J. D. Cuando me piden consejo siempre empiezo con un “Olvídate, no te necesitan”. Y se quedan anonadados. Pero es que es verdad, no necesitan a nadie. Ni a los grandes. ¿Qué te queda? Matarte a estudiar, a trabajar, a buscar tu verdad. Recuerdo aquella grabación de Segunda enseñanza. Estaban Javier Bardem, Maribel Verdú, Silvia Marsó, Gabino Diego, Fernando Guillén Cuervo, Aitanita... Cruzarme con ellos me valía para chuparles conocimientos. Con ellos no me he equivocado. Lo de ser actor es rarísimo, depende tanto de la suerte... La suerte es fundamental, y cuando te llegue, que te pille trabajando.

Juan siempre ha tirado del resto. No he visto a nadie más concienzudo" Aitana Sánchez-Gijón

A. S.-G. Juan siempre ha tirado del resto. No he visto a nadie más concienzudo. Se mata por cada plano, y eso aumenta con la edad. Pero es que además se batió el cobre por sus compañeros al final de la dictadura y principio de la democracia. Gracias a él, por ejemplo, empezamos a tener día de descanso. Posee un gran compromiso ideológico con su profesión y con la sociedad y yo aspiro a tener este compromiso con la sociedad.

J. D. Bueno, no solo yo, sino que fuimos muchos los que luchamos por legitimar lo que hacíamos dentro de la sociedad. Sé que a uno le machacan por opinar, pero creo que es bueno que cuando te vayas te vayas tranquilo. Ya no estoy para desaprender a estas alturas del partido. Yo no me fijo en alguien hasta que no me golpea algo, y así se conforma la personalidad de un actor: por eso no quiero elegir directores o actores que me hayan influido, sino que más bien son actos de todos ellos. De los personajes, tengo que destacar el de Los santos inocentes, porque la película abrió la puerta a un cine que ya no existe, que se hizo incluso en televisión, como son las adaptaciones de clásicos. El mercantilismo lo ha matado.

A. S.-G.  Yo echo de mucho de menos a Bigas Luna. Fue fundamental para mí profesional y personalmente.

Matarte a estudiar, a trabajar, a buscar tu verdad" Juan Diego

Sánchez-Gijón cerró la rueda de prensa despejando a córner la pregunta de si esta Medalla reivindicaba a una actriz que nunca ha sido candidata al Goya. "Pregúntale por esa intención a la Academia", pero sí recordó su trabajo como primera mujer que presidió la institución. "José Luis Borau, Teddy Villalba y Gerardo Herrero me lo propusieron y medio me engañaron. Era un honor, pero hubo muchas turbulencias. Me dijeron que era algo más de imagen. No fue así, pero sí es cierto que me apoyó en todo momento la Junta Directiva. Es un cargo que parece más grande de lo que realmente es... y creo que esa falsa visión están bien. En esos dos años aprendí cómo era toda la profesión. Como en toda gran familia, hay pasiones y también hay lucha por el bien común. Sí recuerdo que mi presidencia vivió un impulso de la Academia hacia el gran público.Y me siento orgullosa de haber conseguido entonces esta sede. Pasamos de un piso de la calle Sagasta a este palacete cedido por Patrimonio".

Dicho lo cual, ambos perdieron sus pasos por, efectivamente, la flamante sede de la Academia de Cine.

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Sobre la firma

Gregorio Belinchón
Es redactor de la sección de Cultura, especializado en cine. En el diario trabajó antes en Babelia, El Espectador y Tentaciones. Empezó en radios locales de Madrid, y ha colaborado en diversas publicaciones cinematográficas como Cinemanía o Academia. Es licenciado en Periodismo por la Universidad Complutense y Máster en Relaciones Internacionales.

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