La mirada femenina (no feminista) de las vanguardias

La nueva exposición temporal del Centre Pompidou Málaga reivindica la obra de una veintena de mujeres que fueron significativas para la fotografía durante las vanguardias del siglo XX. A través de 140 imágenes y 20 documentos escritos (casi todos, portadas y páginas de revistas de la época), la muestra Son modernas. Son fotógrafas pone en valor el trabajo de estas profesionales, entre las que hay auténticos referentes como Laure Albin Guillot, Florence Henri, Germaine Krull y Dora Maar. Todas trabajaron en París en el periodo de entreguerras, cuando la ciudad era el centro cultural del mundo.

La panorámica se extiende por las décadas de los años 20, 30 y 40 del siglo pasado. “Es un momento en que la prensa se está desarrollando y las mujeres deciden implicarse en la fotografía y aportar su visión. Y esto ocurre cuando aún no pueden votar y para trabajar necesitaban el permiso de sus maridos”, ha explicado este jueves en Málaga Karolina Ziebinska-Lewandowska, comisaria de la muestra junto a Julie Jones. Pero la forma en que miran a través del objetivo no es feminista, movimiento que surgirá más adelante. Hay una mirada femenina, pero puede que el trabajo no difiera del que hubiera hecho un hombre. “Es diferente al feminismo de después de la guerra”, precisa Jones.

El desarrollo de la publicidad y de la prensa ilustrada ayuda a modernizar la fotografía como profesión y se convierte en una carrera atractiva para la mujer, que busca su emancipación económica y social. A su inmersión en este mundo contribuye que no se requiera una certificación ni autorización oficial para usar la cámara. Estas profesionales empiezan a recibir encargos para editoriales y revistas y fotógrafas como Albin Guillot y Ergy Landau montaron sus propios estudios. Krull, Denis Bellon y Nora Dumas se especializaron en la ilustración de reportajes.

El material seleccionado para la segunda exposición temporal de la pinacoteca malagueña, que se puede visitar desde este viernes hasta el próximo 24 de enero, pertenece a la colección de Christian Bouqueret, que recopiló miles de negativos de los fotógrafos que trabajaron en la capital francesa durante este periodo y “fue el primero en tener en cuenta a estas mujeres”. El Pompidou de París adquirió hace cuatro años 7.000 imágenes de su enorme archivo. “Es una obra excepcional”, coinciden las comisarias. Son modernas. Son fotógrafas transita por estos años de modernidad y el auge de la mujer como fotógrafa profesional. La exposición se articula en cinco apartados. En Laboratorio de la mirada, hay picados y contrapicados, juegos de luces y sombras, estudios de texturas, giros a derecha e izquierda. Es el nuevo lenguaje, hasta ese momento inédito, y el paso a la modernidad de la fotografía.

La forma en que miran a través del objetivo no es feminista, movimiento que surgirá más adelante

El taller de retratos era para estas mujeres un espacio importante para su emancipación y el desarrollo de su red de contactos. Los de Albin Guillot, Henri o Landau gozaron de gran renombre y atrajo a toda la clase alta parisina. La selección de posados en esta parte muestra el cambio radical que se produjo en los retratos a partir de mediados de los años 20. Las estampas clásicas y estáticas dan paso a primeros planos e, incluso, encuadres invertidos. Después se exhiben Las formas del desnudo, tanto femenino como masculino, con pruebas que no eran para uso privado, sino para su difusión en revistas eróticas y médicas. Abundan las fotografías realizadas a la ucraniana Assia Granatouroff, modelo fetiche en la década de los 30 en estos ambientes.

El recorrido continúa después por Moda y publicidad, con un protagonismo especial de Henri y Albin Guillot, y termina con las ilustraciones de estas fotógrafas para el apartado Reportajes, en el que se abordan desde temáticas sociales, que empiezan a coger impulso, hasta las vacaciones de la burguesía. En esta sección se exhibe un diaporama con los negativos de las fotografías realizadas por Dora Maar durante el proceso de creación del Guernica, de Picasso. En la presentación, junto al alcalde de Málaga, Francisco de la Torre, ha estado el director del Centre Pompidou de París, Denis Berthomier, que ha tachado el montaje de “magnífico”. La pinacoteca malagueña ya prepara las próximas exhibiciones temporales para primavera y verano de 2016.