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CRÍTICA | CUATRO FANTÁSTICOS
Opinión
Texto en el que el autor aboga por ideas y saca conclusiones basadas en su interpretación de hechos y datos

No tan bazofia

La película parece abogar por una gran exposición del grupo. Tanto, que quizá se le vaya de tiempo

Javier Ocaña
Los 'Cuatro Fantásticos', en una imagen promocional de la película.
Los 'Cuatro Fantásticos', en una imagen promocional de la película.

En las redes sociales los rumores de obra maestra son (casi) siempre tan mentirosos como los tufos de bazofia del año. Todo se magnifica y la masa sigue a la masa. Y los medios de comunicación, algunos, muchos, se contagian. Sin necesidad de leer una línea de crítica especializada, aun escondiéndote en un recóndito reducto de esta sociedad globalizada, ya se sabía que Cuatro fantásticos, refundación de la saga superheroica dirigida por Josh Trank, era un desastre. Y no lo es. O no lo es tanto. O no lo es en la medida en que ciertas películas de superhéroes dan a unos espectadores lo que quitan a otros.

CUATRO FANTÁSTICOS

Dirección: Josh Trank.

Intérpretes: Miles Teller, Kate Mara, Michael B. Jordan, Toby Kebbell, Jamie Bell.

Género: fantástico. EE UU, 2015.

Duración: 100 minutos.

¿Recuerdan Batman begins, o el primer X-Men de Bryan Singer, o X-Men: Primera generación? No pocas películas de superhéroes, sobre todo las que inician series, se podrían dividir narrativamente en un tercio, y siendo benévolos, una primera mitad, dedicada a la presentación de personajes y al dibujo del conflicto, sobre todo moral, y una segunda de plena acción. Desde el magnífico prólogo infantil, sabor a cine de los 80, a Exploradores, de Joe Dante, Cuatro fantásticos parece abogar por una gran exposición del grupo. Tanto, que quizá se le vaya de tiempo, o los hachazos de la productora en montaje han afectado sobre todo a la segunda mitad. Pero es estupenda, en los diálogos, el tono, el carisma de sus intérpretes. Sin embargo, con la llegada al Planeta Zero, horrendo diseño, comienza la acción: tosca, pedestre, efectos especiales de pacotilla. Así que, dependiendo de lo que le pidan a una película de este corte, esencia o brío, ya saben lo que aguarda. ¿Un bodrio? No (tanto).

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Sobre la firma

Javier Ocaña
Crítico de cine de EL PAÍS desde 2003. Profesor de cine para la Junta de Colegios Mayores de Madrid. Colaborador de 'Hoy por hoy', en la SER y de 'Historia de nuestro cine', en La2 de TVE. Autor de 'De Blancanieves a Kurosawa: La aventura de ver cine con los hijos'. Una vida disfrutando de las películas; media vida intentando desentrañar su arte.

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