Los actores colombianos alzan la voz

Las ocho de la noche ha sido, tradicionalmente, el momento en que las familias colombianas se sentaban a ver las telenovelas en Colombia. Durante años, a partir de esa hora, se han emitido productos televisivos que son parte de la historia del país, como Betty la fea o Café con aroma de mujer. No había debate en torno a ello. Hasta que el año pasado, una cadena de televisión decidió emitir una telenovela extranjera, la exitosa Avenida de Brasil. Un motivo, otro más aseguran ellos, para que los actores colombianos dijeran basta y se comenzaran a movilizar, en defensa de las condiciones de su trabajo y en reivindicación del producto nacional.

En el último año, solo un 29% recibió cuatro salarios mínimos

Nació así, a finales de mayo de 2014, la Asociación Colombiana de Actores (ACA), un sindicato que aglutina a más de 1.200 intérpretes de teatro, televisión y cine. En poco más de un año han conseguido, además de organizarse, que se suprima un artículo del Plan Nacional de Desarrollo que les afectaba, llegar a acuerdos con empresarios para mejorar sus condiciones y hacerse escuchar en el Congreso. El siguiente objetivo es conseguir impulsar una ley del actor en la próxima legislatura y con esto que su oficio tenga las condiciones de cualquier otra profesión.

“Determinamos todas las carencias que teníamos, en cuanto a condiciones laborales, seguridad social, contratación. Muchas mejoras se pueden lograr firmando convenios con las empresas, pero también necesitamos el respaldo del Estado”, explica la actriz Marcela Gallego, miembro de la junta directiva de la ACA, quien recalca que no solo buscan profesionalizar su actividad, sino también “defender su identidad”.

Mejores condiciones

Según datos de la Sociedad Colombiana de Gestión, facilitados por ACA, a fecha de 2013 el 54% de los socios encuestados estaban desempleados. En el último año, solo un 29% recibió cuatro salarios mínimos.

Los actores han tenido el apoyo desde el primer día de varios partidos políticos, como el Partido Liberal, el Polo Democrático y el Partido Verde, aunque confían con tener el respaldo de toda la bancada en julio. De momento, con la asesoría del equipo de varios congresistas han elaborado un Estatuto del Actor, que pretenden que sea la base sobre la que se fomente la futura ley. A distancia ven con cierta admiración lo que se ha conseguido en otros países, como España, donde proliferan las organizaciones gremiales.

El siguiente objetivo es conseguir impulsar una ley para que su oficio tenga las condiciones de cualquier otra profesión

Gallego celebra que, más allá de los acuerdos que se alcancen, en este año muchos compañeros de profesión se han quitado el miedo y han confiado en el “sí se puede”.

En un país donde los sindicatos han estado estigmatizados durante décadas por miedo a sufrir represalias, la actriz subraya la importancia que tiene, por ejemplo, que hace unas semanas naciese una asociación de libretistas (guionistas). Un paso más en un camino que apenas lleva andado un año. Una función a la que aún le quedan muchos actos. Porque, como les gusta recordar, sin actores las obras no existen.