El frío de los tópicos
La película de Nørgaard acumula un buen número de tópicos que cualquier espectador medio consideraría risibles y gastados

Debemos el llamativo boom editorial de la novela negra nórdica al éxito de una trilogía (Millennium) fundada sobre la chocante paradoja de querer escribir literatura hardboiled bajo una sensibilidad socialdemócrata y bendecida por el poder de seducción de un personaje que más bien parecía un mecano de obsesiones coyunturales (Lisbeth Salander). Tan discutibles cimientos no deberían ser una enmienda a la totalidad, pero resulta evidente que en el fenómeno (que trasciende lo editorial para invadir los ámbitos del cine y la televisión) se dan la mano lo notable y lo rutinario. En este último extremo podría enmarcarse una película como Misericordia: los casos del departamento Q, adaptación dirigida por Mikkel Nørgaard, autor de la serie y más tarde película de culto Klovn (2010), de la primera novela de la serie Departamento Q –integrada, de momento, por seis títulos- del danés Jussi Adler Olsen.
MISERICORDIA: LOS CASOS DEL DEPARTAMENTO Q
Dirección: Mikkel Nørgaard.
Intérpretes: Nikolaj Lie Kaas, Per Scheel Krüger, Troels Lyby, Divya Das, Fares Fares, Sonjia Richter, Rasmus Botoft, Patricia Schumann, Marie Mondrup.
Género: thriller. Dinamarca, 2013.
Duración: 97 minutos.
Perfecta demostración de que, a menudo, el envoltorio nubla la percepción y condiciona el buen juicio, la película de Nørgaard acumula un buen número de tópicos que cualquier espectador medio consideraría risibles y gastados en un thriller estadounidense de batalla. Las formas son competentes y el fondo, previsible: la fórmula convirtió a esta película en la más taquillera en Dinamarca en 2013.