“México no es que me duela; me da vergüenza”
La periodista se da una baño de masas en la Facultad de Filología de la Complutense antes de recibir el doctorado 'honoris causa'
La escritora mexicana Elena Poniatowska (París, 1932), una de las voces más críticas del México trágico, y a la vez mágico y querido, de nuestros días, se dio ayer un baño de masas en un acto organizado por la Facultad de Filología de la Universidad Complutense de Madrid, preludio del doctorado honoris causa que hoy le entregará la institución. “Estoy muy emocionada”, dijo la autora.
Tras el homenaje en el que hubo representación teatral y debate, decenas de estudiantes esperaron pacientemente para que la autora de La noche de Tlatelolco (1971) les firmara un ejemplar del libro que, inencontrable en España, acaba de publicar en una edición especial la propia Universidad en colaboración con la editorial Escolar y mayo. Incluso accedió a ponerse un pin en forma de triángulo rojo, la identificación de los republicanos españoles en los campos de concentración nazis, que le entregó una alumna cuyos familiares estuvieron en Mauthausen. En las paredes de la facultad y en el salón de actos donde tuvo lugar el encuentro, había carteles con los rostros de los 43 estudiantes de la Escuela Normal de Ayotzinapa asesinados el pasado 26 de septiembre en Iguala (Estado de Guerrero) a manos de los sicarios del narco tras ser confundidos con miembros de un cartel rival, según la versión oficial del Gobierno mexicano.
A sus casi 83 años, la escritora y periodista (“periodista ante todo, siempre lo digo, y lo voy a ser toda la vida”, recalca) va rejuveneciendo décadas a medida que habla hasta que asoma el joven rostro de aquella informadora que denunció la matanza por orden del Gobierno del PRI de decenas de estudiantes (aún se desconoce el número) en la Plaza de Tlatelolco en 1968, uno de los capítulos más duros de la historia mexicana hasta la masacre de Iguala.
El Gobierno tardó mucho en el caso Iguala. Somos un país racista”
No solo son joviales sus ojos, sino su risa de niña, su ironía y su sentido del humor en el que canta verdades, salpicadas por el colorista y creativo español de México. Su vitalidad es tal que en una comida posterior al acto, dio cuenta de una paella y dos vasos de vino tinto, mientras desgranaba maldades contra algunos escritores contemporáneos y seguía firmando libros. “España me da puras maravillas” dijo, refiriéndose a un galardón, el primero que le concede una institución académica española, que se suma al Premio Cervantes 2013, al Premio Alfaguara 2001, a la Legión de Honor francesa o al Mary Moors Cabot de Periodismo de la Universidad de Columbia, entre otros muchos. “En México hemos sentido en estos últimos tiempos el calor con que nos mira España”.
España me da puras maravillas y sentimos el calor con que nos mira”
Firmemente comprometida con la causa de los derechos humanos, la autora de biografías como Tinísima o Leonora ve un paralelismo entre los sucesos de Tlatelolco e Iguala y arremetió contra el Gobierno de Enrique Peña Nieto.
“El Gobierno se tardó mucho en la investigación, lo que demuestra que México es un país racista porque eran estudiantes pobres y los pobres tienen pocas oportunidades y los ricos, muchas porque existe una enorme impunidad”, aseguró. “El presidente, su esposa y hasta el ministro de Economía se han comprado casas a precios millonarios que para sí quisieran muchos actores de Hollywood. No sé cómo Meryl Streep no se viene a México. Se comportan como si fueran Luis XIV o los dictadores Duvalier de Haití. Me da la patada. No es que me duela México, es que me da vergüenza”.
Infatigable (“yo no me cansé”, dijo, en un juego de palabras con el lema Ya me cansé que inundó las redes sociales y las calles mexicanas después de que el procurador general Jesús Murillo Karam, manifestara refiriéndose al caso Iguala: “Ya me cansé”), Poniatowska afirmó que no hay nada como la indignación “para mantenerte encendido como una llamarada y voy a seguir indignada. Ojalá se sepa la verdad algún día”.
Secretaria de Cultura
Firme partidaria de Andrés Manuel López Obrador, líder carismático de la izquierda mexicana y ahora dirigente de Morena (Movimiento de Regeneración Nacional), que llegó a proponerla en las últimas elecciones como secretaria de Cultura (“un cargo para el que no valía porque soy desorganizada”), Poniatowska mira con simpatía a Podemos (“me hace gracia el de la coleta, aunque no conozco la política española, y más los griegos de Syriza”).
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