Francia limitará los cachés de las estrellas de cine
El Centro Nacional del Cine retirará las subvenciones a las películas que concedan salarios excesivos a sus actores y prohibirá los sueldos superiores a un millón de euros
Francia limitará próximamente los cachés de las estrellas de cine, juzgados desmedidos desde que el todopoderoso productor Vincent Maraval destapó una lista negra de actores con sueldos excesivos, en la que situó a nombres como Marion Cotillard, Audrey Tautou, Vincent Cassel o Léa Seydoux, que dijo que llegan a cobrar “entre 500.000 y 2 millones de euros” por cada papel protagonista.
El Centro Nacional del Cine (CNC), órgano gubernamental que regula las ayudas públicas a la cinematografía francesa, habría decidido ahora tomar cartas en el asunto. Según el diario Les Echos, una reforma del sistema de subvenciones, aprobada el viernes pasado en consejo de administración, penalizará a las películas que concedan sueldos abusivos a sus intérpretes.
Según la nueva normativa, que el CNC no ha anunciado todavía públicamente, las películas con un coste inferior a los 4 millones de euros no podrán conceder a sus actores protagonistas un sueldo superior al 15% de su presupuesto total. En caso de incumplimiento, la cinta dejará de recibir la subvención pública correspondiente, que procede de un impuesto sobre el 11% de cada entrada y de las preventas a cadenas televisivas.
Para las películas de entre 4 y 7 millones de euros, el porcentaje no podrá superar el 8%. Hasta los 10 millones de euros, la nueva reglamentación fijará el límite en el 5%. Más allá de esa cifra, la remuneración máxima quedará fijada en 990.000 euros, por lo que los cachés millonarios habituales en cine francés deberían quedar prohibidos en breve. Los directores y guionistas también estarán sujetos a la nueva regla.
Marion Cotillard, Audrey Tautou y Vincent Cassel forman parte de la ‘lista negra’ de actores con sueldos estratosféricos
La medida parece derivar de la gran polémica originada por Maraval, volcánico personaje al frente de la productora Wild Bunch, a través de la que ha financiado o distribuido películas como Ciudad de Dios, The Wrestler, La vida de Adèle o la reciente Welcome to New York, sobre el escándalo de Dominique Strauss-Kahn. En una incendiaria tribuna aparecida en Le Monde en diciembre de 2012, Maraval llamaba a las autoridades públicas a reformar el sistema de financiación del cine francés. “¿Por qué un actor francés con renombre, llámese Vincent Cassel, Jean Reno, Marion Cotillard, Gad Elmaleh, Guillaume Canet, Audrey Tautou o Léa Seydoux, cobra por una película francesa un caché que va de los 500.000 a los 2 millones de euros, mientras que cuando rueda un film estadounidense se contenta con cifras de 50.000 a 200.000 euros?”, se interrogaba Maraval. “¿Por qué Vincent Cassel rueda Cisne negro por 226.000 euros pero Mesrine por 1,5 millones? A diez veces menos de beneficios, cinco más de sueldo: esta es la economía del cine francés”.
Un informe encargado por el ministerio de Cultura al productor René Bonnell confirmó en enero la existencia de películas “con un coste artístico desproporcionado”. El presupuesto para la contratación de actores protagonistas habría pasado de los 49 millones de euros en 2011 a los 63 millones en 2012. Por ejemplo, el cómico estrella Dany Boon (Bienvenidos al Norte) habría cobrado 6 millones de euros como director, guionista e intérprete de su nueva cinta, Supercondriaque. Es decir, un 20% del presupuesto total. Según datos de Le Figaro en 2013, Boon es el actor mejor pagado del cine francés, en una lista en la que figuraban Gérard Depardieu, Gad Elmaleh, Alain Chabat y Marion Cotillard. Todos ellos obtendrían más de 2 millones de euros por película.
Pese a una coyuntura muy favorable (170 millones de entradas y una cuota de pantalla del 44,7% hasta octubre), el cine francés también afronta retos de futuro. Según el mismo informe, la mayoría de cintas francesas son deficitarias en taquilla (410 películas lo fueron en 2012, ante las 209 que obtuvieron beneficios), pese a que las cifras globales sean positivas (213,4 millones de beneficios en 2012) al añadir las subvenciones y preventas de las cadenas televisivas. Sin embargo, el informe apunta a un pronunciado descenso de la financiación proporcionada por las cadenas entre 2012 y 2017, que cifra en un 18% menos y que abre algunos interrogantes de cara al futuro. Por ese motivo, el CNC y el ministerio de Cultura intentan encontrar soluciones para hacer prevalecer la salud de hierro de la primera cinematografía europea.
Babelia
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