Icíar Bollaín retrata la decepción y nostalgia de los emigrantes españoles
‘En tierra extraña’ es su primer documental como realizadora
“Me han obligado, me han sacado a patadas… yo no merecía esto”. El lamento de Mariví, una comerciante de 50 años en paro que se ha visto obligada a emigrar a Edimburgo (Escocia) en busca de trabajo, es, desgraciadamente, un lamento compartido. Son miles y miles los españoles que han buscado fuera de España una oportunidad de vida que aquí se les ha negado. Icíar Bollaín (Madrid, 1967) ha puesto la mirada en algunos de los que han elegido Edimburgo como lugar de esperanza con ‘En tierra extraña’, su primer documental como realizadora. Se podrá ver este fin de semana en una sala de cine de Madrid, además de estar disponible en las plataformas Filmin y Yomvi. A Barcelona, llegará el próximo fin de semana.
Siguiendo y rodando la iniciativa de Gloria, una almeriense de 32 años, profesora y dependienta de una tienda en Edimburgo, de realizar una acción con los guantes que se iba encontrando por las calles de la ciudad escocesa, Bollaín ha encontrado decepción, nostalgia y tristeza. Instalada en Edimburgo por motivos familiares, la realizadora madrileña se empezó preguntando por las similitudes de este proceso migratorio con el de los años sesenta. “Hoy la gente está más preparada y más comunicada, pero la decepción y la frustración es casi mayor”. Son jóvenes y no tan jóvenes los que van confesando en ‘En tierra extraña’, que se presentó en el último Festival de Cine de San Sebastián, sus aterradoras situaciones. “Me ha sorprendido el dibujo de la situación laboral de España, sabes que es mala pero cuando te van contando en primera persona es aterradora, no hay salida, ni futuro, te lo van diciendo uno tras otro. Existe una gran decepción por no haber encontrado lo que esperaban después de estudiar una carrera y también una sensación de haber sido timados. Ellos han cumplido su parte del contrato, que fue la de estudiar y prepararse, y ahora se encuentran que no pueden ejercer”. A esto le pone palabras en el filme María José, una ingeniera química de 30 años: “Hemos hecho lo que teníamos que hacer, nuestros padres se han esforzado muchísimo por nosotros y ahora… gano más aquí limpiando en un hotel que como ingeniera química en España”.
La realizadora de ‘Te doy mis ojos’, ‘Flores de otro mundo’ o ‘También la lluvia’, entre otros títulos, también se pregunta el porqué de tanta precariedad laboral y tanto paro cuando hay “grandes empresarios y banqueros que se están beneficiando con nuestra crisis”. “Los partidos políticos han provocado una gran decepción también, la corrupción ha dejado a la gente perpleja, viendo como muchos se llevan el dinero a manos llenas. Es una sensación de decepción total, también de los partidos de izquierda que han gobernado tanto tiempo y no han hecho una política diferente”.
Y siguiendo la acción de los guantes, que finalmente se colocan todos juntos frente a la embajada de España en Edimburgo, y también salpicado de frases del monólogo teatral que Alberto San Juan realiza en ‘Autorretrato de un joven capitalista español’, el documental de Bollaín se descubre ante la realidad de la emigración, en la que no faltan las lágrimas. “Más que perdida, somos la generación frustrada, estamos como en un limbo” (Mirian, 26 años, licenciada en Psicología, limpiadora y camarera). “Ahora me veo reflejado en todos los emigrantes que venían a España” (Fran, 26 años, licenciado en Ciencias Políticas, trabajador social). Son muchas las frases, las confesiones y las amarguras de la gente que va pasando por ‘En tierra extraña’. Pero la voz de un hombre anciano que fue emigrante en los años sesenta suena ahora atronadora. Se llama José y es el abuelo de Gloria. “Maldita la tierra que no da de comer a sus hijos”.
Babelia
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