Conquistadores avergonzados
El MUSAC arroja una mirada crítica sobre la colonización española desde el siglo XV hasta hoy La exposición reúne más de 350 obras de 120 artistas nacionales e internacionales
En el Museo Naval, en Madrid, una marina de 1610 es un registro de las acciones de la flota española y, en cierto modo, una loa a su poderío. Pero si ese mismo lienzo se expone en el Museo de Arte Contemporáneo de Castilla y León (MUSAC), en una muestra sobre el pasado y el presente colonial del país, su significado cambia. La imagen hagiográfica de la batalla de Lepanto (1571) se convierte en un reflejo de la pugna por el control del Mediterráneo con Ceuta, Melilla o Perejil. El general Prim pasa de ser un héroe nacional a un virrey bajo cuyo mando los negros eran condenados a muerte por atentar contra los blancos, y nunca a la inversa. La celebración anual de la toma de Granada es observada como un festejo castrense y religioso del triunfo sobre el islam.
La muestra Colonia apócrifa, en el MUSAC hasta el 6 de enero, es ambiciosa. Aúna en tres sedes más de 350 obras —mapas, carteles, pinturas, fotografías y vídeos— de 120 artistas nacionales e internacionales llegadas de un centenar de instituciones, y pretende ser la primera gran exposición que aborde la colonización española desde el siglo XV hasta nuestros días. Un esfuerzo considerable para un museo regional inaugurado en 2005 que recibió 49.500 visitantes en 2013 (su homólogo andaluz, por ejemplo, acogió a más de 166.000 personas).
La empresa es más compleja si se tiene en cuenta su propósito político: trasladar al debate público un discurso poscolonial minoritario, recluido en la universidad y ciertos círculos creativos. Lo explica su comisario, Juan Guardiola: “Hay que dejar de pensar que el colonialismo solo afecta a los británicos o a los franceses. Con la expulsión de los musulmanes y los judíos y la conquista de América se produce una identidad nacional excluyente y artificial: lo español es blanco y católico. Ahí empieza todo”.
Lienzos del siglo XVIII dialogan con películas de los años cincuenta, videocreaciones y recortes de prensa en los 1.500 metros cuadrados de exposición, divididos temáticamente en nueve capítulos: cartografía, archivo, conquista, historia, evangelio, violencia, antropología, orientalismo y ciudadanía. Son los pilares sobre los que se asienta la perpetuación de la lógica colonial. “Ese sistema no termina cuando se produce la independencia de la metrópoli. Después se sigue dando una relación de dependencia y de poder que se denomina colonialidad”, explica Guardiola. Según esto, los mapas son signo de la apropiación de un territorio. La historia, una fabulación del pasado escrita por los vencedores. El evangelio, la justificación de la invasión. La violencia, la forma de perpetuar la dominación. Y la ciudadanía, quién es español y quién no, el campo donde se libra actualmente la batalla.
Lienzos del siglo XVIII dialogan con películas y recortes de periódicos
Este tema es tratado por una de las obras creadas para la exposición, Vallas de la frontera en Ceuta y Melilla, 1985-2014 (Infografías), del colectivo C.A.S.I.T.A. (Loreto Alonso, Eduardo Galvagni y Diego del Pozo). Sobre unos facsímiles de la Guerra de África (1859-1860), los artistas reproducen infografías de las rejas, alambres y concertinas que separan Marruecos de España. “Esas representaciones románticas de la guerra eran vistas como imágenes desideologizadas. Como las difundidas ahora por la policía y los medios”, explica Del Pozo. Y esa visión aséptica de la realidad, defienden, oculta la relación entre el pasado de dominación colonial y la forma actual de abordar el control de fronteras.
De la misma forma, explica Guardiola, los “intereses económicos” españoles en Lationamérica y la profunda raigambre de la idea de madre patria impiden que se aborde de forma crítica la relación entre ambas regiones. El colectivo Declinación Magnética (del que forman parte Galvagni y Del Pozo, además de Aimar Arriola, José Bueso, Sally Gutiérrez, Julia Morandeira y Silvia Zayas) se ha interrogado sobre la visión de la conquista de América en Margen de error, otra instalación realizada para la muestra. El proyecto consistía en reunir a una decena de estudiantes de secundaria durante tres días y plantearles ejercicios en torno a la representación del descubrimiento en sus libros de texto. Algunos títulos intervenidos por alumnos y artistas, seleccionados entre más de 120 ediciones de distintos países, lenguas y fechas, están presentes en la muestra junto a vídeos que documentan el proceso. “Nuestro objetivo era poner en evidencia cómo funciona el dispositivo de educación y cómo se transmite y consolida la historia”, explica Morandeira. ¿Cómo se presentaba el desembarco de Colón?¿Se hablaba de despoblación o de genocidio?¿Intercambio o robo?
La búsqueda de las raíces del colonialismo español llega hasta el núcleo de la democracia. En el centro de la muestra, una reproducción de uno de los leones del Congreso de los Diputados, del que la mutilación practicada por Fernando Sánchez Castillo solo ha dejado las patas y la bola sobre la que se apoyan. Guardiola vuelve a embarcarse en una dolorosa recontextualización histórica de uno de los símbolos más identificables del sistema político español: “La figura verdadera está fundida con los cañones arrebatados a los marroquíes tras la Guerra de África. Es increíble, pero nuestra soberanía se sustenta en la humillación del enemigo”.
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