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Madrid le da la espalda al cine

La fundación que promueve la imagen cinematográfica de la capital se halla al borde del cierre

Rodaje de 'Balada triste de trompeta' de Alex de la Iglesia.
Rodaje de 'Balada triste de trompeta' de Alex de la Iglesia. Samuel Sánchez

Los actores estadounidenses Bruce Willis y Sigourney Weaver rodaron hace tres años y medio una película en Madrid titulada La fría luz del día. Vapuleada por la crítica —“es una catástrofe”, dijo The New York Times— e ignorada por el público —costó 21 millones de euros y recaudó sólo 14—, dejó beneficios millonarios en la capital española y, presumiblemente, propulsó su imagen en todo el mundo. Fue uno de los 47 rodajes, de Torrente 4 a La piel que habito, registrados en la ciudad en 2011 por la Madrid Film Commission, entidad creada hace una década para convertir sus calles en un escaparate internacional a través del cine y que ahora está al borde del cierre por los fuertes recortes de dinero público y la escasez de financiación privada.

La fundación se constituyó en enero de 2004 para tratar de reproducir el efecto que, por ejemplo, una película como El señor de los anillos tuvo en la imagen turística de Nueva Zelanda. Su premisa económica es clara: aproximadamente un tercio del presupuesto de un rodaje se queda en la ciudad que sirve de anfitriona.

Ciudad de celuloide

Blancanieves(Pablo Berger).

Extraterrestre (Nacho Vigalondo).

La piel que habito (Pedro Almodóvar).

La voz dormida (Benito Zambrano).

Madrid, 1987 (David Trueba).

Torrente 4. (Santiago Segura).

Amador (Fernando León).

Habitación en Roma (Julio Médem).

Balada triste de trompeta (Alex de la Iglesia).

Pájaros de papel (Emilio Aragón).

Fuga de cerebros (Fernando González).

Entre sus labores (gratuitas) figuran tramitar los permisos de rodaje para películas, series o anuncios de televisión; ayudar a buscar localizaciones —tiene una base de datos con fotos en su página web—, y atraer producciones internacionales a la ciudad. Para esta última labor ha firmado acuerdos con instituciones hermanas en Berlín, París y Roma y acude a los festivales de Berlín, Cannes y San Sebastián y a la feria anual de Los Ángeles.

En 2013, asesoró a 132 proyectos (114 españoles y 18 extranjeros) y gestionó 1.538 permisos (500, para proyectos internacionales) y 146 localizaciones (48, para proyectos internacionales).

En el patronato de la fundación se sientan las administraciones regional y local; la patronal y la Cámara de Comercio madrileñas; la Federación de Asociaciones de Productores Audiovisuales Españoles (Fapae) y la Entidad de Gestión de Derechos de los Productores Audiovisuales (Egeda).

La Comunidad de Madrid, gobernada por el PP, tiene previsto concederle este año una subvención de 30.000 euros. El Ayuntamiento, también popular, que aportaba 50.000 euros en 2010, no pondrá, en cambio, ni un euro, según fuentes regionales y empresariales. El resto del presupuesto lo cubren los productores audiovisuales.

En sus orígenes, la fundación disponía de 600.000 euros; ahora no llega a un tercio. En diciembre, prescindió de uno de sus tres empleados. El resto apenas puede hacerse cargo ya del volumen de trabajo diario. Y lo peor está por venir: los productores alegan que los fondos de la comisión provenían fundamentalmente del canon por copia privada, que el Gobierno eliminó en 2012, y que, según Egeda, permitía costear también las escuelas de cine de Madrid y Barcelona o los festivales de San Sebastián y Málaga. Ahora, añaden, no tienen margen para cubrir el presupuesto de la Madrid Film Commission, máxime cuando la aportación pública se ha reducido casi hasta la nada por la crisis.

El Ejecutivo regional reconoce estar preocupado por esta situación. La viceconsejera de Cultura y Turismo, Carmen González Fernández, acudió ayer a la junta general del patronato de la fundación. El Ayuntamiento no fue, según fuentes presentes en la reunión, que añaden que “se van a poner los medios para hablar directamente con la alcaldesa, Ana Botella”.

Sin dinero suficiente, público o privado, varios patronos apuestan por congelar la actividad de la fundación hasta haber solventado sus problemas de financiación, para evitar así seguir acumulando deuda.

“De todos los patronos, sólo dos estamos poniendo dinero, Egeda y la Comunidad”, recalcan fuentes regionales, que añaden que “sería interesante que el resto también contribuyera”. El presidente regional, Ignacio González, anunció en abril su intención de convertir Madrid “en un gran plató cinematográfico”, bonificando las tasas municipales y estatales para rodajes.

Ayer, sin embargo, la viceconsejera aportó únicamente un parche de urgencia para evitar el cierre de la comisión. Por una parte, prometió que los presupuestos regionales de 2015 recogerían las necesidades de la fundación. Y, para mantener las citas internacionales previstas este año y ya casi descartadas por falta de presupuesto, ofreció fondos adicionales derivados del área de Turismo. Para ello, eso sí, exigió “un plan de acción concreto que explicite los productores con los que se van a mantener reuniones y las ferias a las que se va a ir”, según indican fuentes regionales.

“Sería un error para la capital deshacerse de la Madrid Film Commission o dejar que muera por falta de fondos”, apuntó Hilario Alfaro, presidente de la Confederación de Comercio. “Desde el empresariado, pedimos un esfuerzo a la Comunidad y al Ayuntamiento para mantener esta herramienta, puesto que está demostrado que el cine es la mejor promoción para una ciudad”, añadió.

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