“Este planeta es una gran aventura para explorar el potencial humano”
El escritor Michael Murphy, fundador de Esalen Institute, tiene una visión optimista del potencial que encierra el ser humano y del futuro del planeta
Michael Murphy se ha pasado gran parte de los 83 años que tiene ahora viajando por dentro, por los territorios de la conciencia y del espíritu humano. Ha dedicado incontables horas a meditar, a explorar el potencial que los humanos tienen a su alcance para hacer de su paso por este planeta una experiencia creativa, feliz y armónica.
Figura clave del Human Potencial Movement (Movimiento del Potencial Humano), en 1962 creó junto a Dick Price, Esalen Institute, fiel a su visión de cultivar la mente y el cuerpo para expandir la conciencia individual y social. Un centro sin ánimo de lucro que desde sus inicios actuó como catalizador de las principales corrientes de pensamiento de oriente y occidente, vinculado a la contracultura, a las prácticas alternativas de desarrollo personal, como meditación y yoga, y al compromiso con una transformación social positiva para el entendimiento entre todos.
Esalen fue desde sus inicios un imán para atraer a figuras claves de la filosofía, el arte, la psicología y el pensamiento en general. Aldoux Huxley, Joseph Campbell, Fritz Perl, Alan Wats, George Harrinson, Joan Baez, Bob Dylan y Clint Eastwood son algunos de los nombres del firmamento Esalen, situado al borde del Pacífico, en Big Sur (California).
La presencia de Murphy emana vitalidad y entusiasmo, la de un hombre que se siente realizado en el último tramo de su vida. Sonríe abiertamente y se concentra en la conversación como si meditase, como si estuviese lanzando la pelota en una jugada perfecta de golf. Su libro Golf in the Kingdom, publicado en 1972, le catapultó a la fama y continua siendo un libro de culto para quienes ven en el golf algo más que un deporte, una manera de cultivar el espíritu. Luego vendrían The future of the body (El futuro del cuerpo), The life we are given (La vida que nos ha sido dada) y otros muchos.
Pregunta. Leyendo sus libros tengo la impresión de que se ha pasado la vida explorando las potencialidades que encierra el ser humano. ¿Se siente satisfecho del camino recorrido?
Respuesta. Es un camino que comenzó cuando tenía 20 años y estudiaba en Stanford University. He contado en varias ocasiones que allí tuve una visión clara de qué quería hace con mi vida; pues bien, 63 años después esa visión continúa. Creamos Esalen con la idea en mente de apostar por el potencial humano y mantener en ese espacio una conversación entre el pensamiento del este y del oeste, entre la ciencia y la religión. Una conversación sin dogmas, ni ideologías dominantes. Una aventura para expandir la conciencia y explorar todas las posibilidades del ser humano. El resultado no ha podido ser más satisfactorio. Hoy en día desarrollamos a lo largo del año 500 programas y más de 17.000 personas de todo el mundo nos visitan.
P. ¿Cree que Eselen ha influido en la cultura norteamericana de los últimos 50 años?
R. Sí, sin duda alguna, ha tenido una gran influencia. En la década de los 60 fuimos los artífices de introducir en el Congreso de EE UU la primera legislación sobre medicinas alternativas dentro de la medicina oficial. Me refiero a prácticas tales como la meditación, la acupuntura, mindfulness y otras. También nos involucramos en la diplomacia ejercida por los propios ciudadanos, con iniciativas como invitar al entonces presidente de la URSS, Boris Yeltsin, a visitar EE UU y así promover la distensión de la guerra fría entre ambos bloques. Ahora mismo estamos trabajando en el entendimiento entre judíos, palestinos y musulmanes. Precisamente estoy escribiendo un libro sobre los grandes cambios que se han operado en los últimos 50 años.
P. ¿Ha evolucionado el mundo positivamente o todo lo contrario en ese periodo?
R. Yo lo que veo es un montón de cambios muy positivos que no tenemos en cuenta porque los damos por hecho. Por ejemplo, todos los movimientos civiles en pro de una mayor libertad, como el de los derechos de las mujeres y el de los gais. También la masiva introducción de prácticas de las culturas del este, como el yoga y la meditación, para cultivar el cuerpo y la mente. Al mismo tiempo es cierto que tenemos problemas, pero depende de nosotros el solucionarlos y seguir adelante. Garantías no hay ninguna, este mundo es una gran aventura.
P. ¿La evolución humana responde a un plan predeterminado o es puro azar?
R. Yo creo que la evolución es algo implícito en el desarrollo de la conciencia humana, pero con una gran improvisación. Es una especie de jazz cósmico, un happening. Nosotros mismos tenemos la capacidad de reinventarnos. Por eso hay que responsabilizarse y desarrollar el gran potencial que tenemos.
P. ¿Qué hacer para acceder a ese gran potencial?
R. Hay que despertar y abrir los ojos, por dentro y por fuera. La mayor parte de las personas caminan por la vida dormidos. Piensan que están viviendo lo mejor que pueden, pero están dormidos. Hay que despertar y acceder a estados de conciencia mucho más elevados.
P. ¿Cómo ve el futuro de nuestro planeta?
R. Es una gran aventura. Este planeta puede acabar de un día para otro, a través de una guerra nuclear, por ejemplo. Todo depende de nosotros, del cuidado que pongamos en proteger el trozo de universo que habitamos. Pienso que hay razones para el optimismo. Por ejemplo, pensemos en la crisis del medioambiente, la propia China ha comenzado a tomar medidas y eso es esperanzador, aunque hay quien piensa que es demasiado tarde. Si este planeta falla, hay otros muchos. Todo está en nuestra mano. Somos los jardineros de nuestro propio jardín, y para que prospere hay que cultivar las semillas adecuadas, lo que se traduce en pensamientos y sentimientos. Los griegos lo dijeron hace mucho, tenemos que cultivarnos a nosotros mismos.
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