Un fin de semana con Robert Redford

El pasado mes de agosto cumplió 77 años y, a pesar de unas discutibles operaciones estéticas, su carisma y atractivo permanecen intactos. Para millones de espectadores sigue siendo el perfecto golden boy, ese chico californiano de pelo dorado dotado de una sonrisa magnética. Nos estamos refiriendo, por supuesto, a Robert Redford.

Ese fin de semana llega a las pantallas españolas la última película que ha protagonziado, Cuando todo está perdido, que cuenta la historia de un hombre que tiene que luchar por su supervivencia en alta mar. Por este motivo el canal TCM le dedica gran parte de su programación del fin de semana emitiendo una selección de algunas de las mejores películas que ha dirigido e interpretado a lo largo de los años, títulos como El hombre que susurraba a los caballos, El golpe, Quiz Show, Memorias de África, Juego de espías y Todos los hombres del presidente.

Robert Redford nació en Santa Mónica el 18 de agosto de 1936. Su carrera como actor arrancó a finales de los cincuenta y principios de los sesenta haciendo pequeños papeles en el teatro y en la televisión. En el cine comenzó a destacar rodando títulos como La Jauría humana al lado de figuras como Jane Fonda y Marlon Brando, pero fue su participación junto a Paul Newman en Dos hombres y un destino lo que le convirtió definitivamente en una estrella internacional.

En los años setenta su prestigio se consolidó gracias a filmes como Tal como éramos, junto a Barbara Streisand, Las aventuras de Jeremiah Johnson o Todos los hombres del Presidente, centrada en el caso Watergate. Pero su inquietud artística no se detuvo en su faceta de intérprete y en los años ochenta inició una brillante carrera como realizador con títulos como Gente corriente, por la que ganó el Oscar al mejor director. Luego llegarían Un lugar llamado milagro, El río de la vida o ya más recientemente Leones por corderos, La conspiración y Pacto de silencio.

El nombre de Robert Redford está, además, indisolublemente unido al Festival de cine de Sundance, que se celebra todos los años en las montañas de Utah, un certamen centrado en el cine independiente, alejado de los intereses comerciales de Hollywood, y que ha dado a conocer a realizadores como Steven Soderbergh o los hermanos Coen, entre otros muchos.

“No deja de ser irónico, pero desde que empezó el Festival de Sundance, ninguno de los realizadores que he apoyado me ha contratado. Ninguno me había ofrecido un papel hasta ahora”, dice Robert Redford explicando que ha sido precisamente J.C. Chandor, el director de Cuando todo está perdido, el primero de estos directores que ha contado con él para un film.

Robert Redford, además, es un activo defensor del medio ambiente. Desde hace más de 30 años es miembro del Natural Resources Defense Council (Consejo para la Defensa de los Recursos Naturales), uno de los grupos medioambientales más importantes de Estados Unidos, que lucha por frenar el calentamiento global, por la reactivación de los océanos del mundo y por defender las especies de animales en peligro.

Tal y como dijo una vez, “para encontrar la inspiración lo mejor es alejarse del teclado, dar un paseo o montar a caballo y acercarse a la naturaleza”.