Delpozo entre nubes

“Nuestra estrategia era crecer lenta y progresivamente, pero estamos dando auténticas zancadas. Nos sentimos muy gratamente sorprendidos y hasta un poco asustados”,explica Josep Font antes de que comience el desfile de Delpozo en el piso 37 de un rascacielos neoyorquino.

En su cuarta colección para la firma creada en 1974 por Jesús del Pozo, Font quiere reivindicar el bordado artesanal “y made in Spain” como seña de identidad de la casa. Y para ello se recrea en las delicadas incrustaciones de crinolina –una suerte de red de hilo de nailon- que preñan sus vestidos y capas. Prendas que oscilan entre el pop y el dramatismo y que, al igual que la mejor repostería, guardan sus secretos más deliciosos en el interior. Pequeños cancanes, corsés escondidos. “Una auténtica obra de ingeniería del patronaje” que sostiene una colección de apariencia fluida. “A veces me gustaría que mis prendas saliesen a la pasarela dadas las vuelta, para que se aprecie la parte de dentro”, reconoce Font.

No ha sido así en esta ocasión. Con una cinematográfica vista de Nueva York de fondo, y las sombras de los rascacielos proyectándose sobre el suelo que pisaban las modelos, se vio la magia, pero no los trucos.

Font mostró etéreas piezas de punto, además de un amplio catálogo de túnicas rígidas y voluminosas minifaldas culminadas por chaquetas toreras e inspiradas en la visión retrofuturista de la estética de Logan’s Run. La paleta de colores que abarcaba del fucsia al nude encontraba su referente, según el diseñador, en el pintor Duilio Barnabé, famoso por por su declinación de tonos en cada obra. En la última parte del desfile, los tops rectos en tonos azules con faldas plisadas en verde lima despertaron pasiones entre las invitadas. Junto a Lauren Santo Domingo e Indre Rockefeller -propietarias de la plataforma de venta online Moda Operandi y dos de las prescriptoras más influyentes del momento- la ubicua it girl Olivia Palermo, la actriz Elena Anaya y una nutrida representación de medios especializados estadounidenses y latinoamericanos.

“Creo que hay un hueco muy claro en el mercado para lo que estamos haciendo en Delpozo. Desde luego, en este momento, sería poco inteligente entrar a competir por precio, pero tampoco aproximarse al mundo del lujo global copado por grandes multinacionales y marcas reconocidísimas. Nosotros nos dirigimos a esa compradora que busca el lujo personal: que busca algo especial y aprecia la calidad y los buenos acabados", sentencia Font. La firma acaba de abrir su primera tienda en Estados Unidos, concretamente en Miami.