Siro, el prestidigitador de la caricatura
El dibujante gallego, que sufrió un consejo de guerra, dona medio centenar de originales a la BNE En su faceta como investigador, ha publicado el único ensayo sobre el humor en Cervantes
La esencia, dice Siro, está en los ojos y la boca. Los caricaturistas acaban desarrollando una habilidad única para extraer la identidad de sus rincones reservados. "Todos tenemos ciertas expresiones que nos identifican. El caricaturista tiene el don de apresarlas y exagerarlas para producir esa prestidigitación que hace que el dibujo se acabe pareciendo más al original que una fotografía", cuenta Siro López Lorenzo (Ferrol, 1943).
El humorista -no solo gráfico- acaba de donar a la Biblioteca Nacional de España (BNE) casi medio centenar de caricaturas y dibujos de personajes, que ha recreado a lo largo de su carrera. Desde 1970 hasta que se jubiló, en 2006, trabajó en las publicaciones más relevantes de Galicia como La Región, El Ideal Gallego o La Voz de Galicia. "Fuera de Galicia no me conoce nadie, pero es culpa mía", sostiene con sorna.
Parte de esa producción, que supera los 10.000 dibujos y 16.000 álbumes, será donada por Siro a distintas instituciones. "Tengo 70 años y poca salud. Llegó el momento de pensar el destino, aunque no todo tiene el mismo valor", indicó. El centenar de retratos de Valle-Inclán, que han nutrido una exposición que ha itinerado por Galicia, recalarán en museos gallegos centrados en el autor de Luces de bohemia. Esta misma semana, además, se ha presentado en Santiago el número de la revista Bradomín, editada por la Fundación Valle-Inclán,que reproduce 29 caricaturas realizadas por Siro, que siempre ha tenido una gran fascinación por el escritor.
Al igual que otros dibujantes de su generación, Siro también debió afrontar problemas políticos durante la dictadura. En 1974 fue juzgado –y absuelto– en dos ocasiones por la publicación de una caricatura en El Ideal Gallego, que fue denunciada ante la Magistratura de Trabajo. Y al año siguiente le abrieron un consejo de guerra por un dibujo impreso en el mismo diario, donde jugaba con el final de El gran dictador de Chaplin y donde una improvisación tipográfica acabó por darle una fuerza subversiva. Finalmente fue amnistiado en 1976. Hoy le resta valor: "En aquellos años media España estaba en el TOP (Tribunal de Orden Público)".
En otras ocasiones sus dibujos fueron pasaportes mágicos, como la amistosa relación que mantiene el ginecólogo gallego Chema Ríos con Yoko Ono gracias a una caricatura de Siro. El médico, junto a otro colega, el internista Santiago Casares, viajó a Rye para entregar personalmente a Paul McCartney la caricatura de Siro. No vieron al beatle, pero éste acabó agradeciéndole por carta el regalo. "Al final resulta que la caricatura, como toda forma artística, es un pequeño milagro", dice el dibujante..
Pero Siro no es solo un humorista gráfico. Ha combinado la creación con la investigación, que ha trasladado a numerosos ensayos en los que ha abordado las figuras de Castelao o García-Lorca. Es el autor del único ensayo sobre el humor de Cervantes, al que considera creador "del género humorismo, ese tipo de humor que se dirige al mismo tiempo al sentimiento y a la inteligencia, que nos hace sonreír y no reír".
Babelia
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.