Reciclar es bello

Entra en una canasta, provoca alegría y tristeza. Y bota. Teniendo en cuenta que es un balón de baloncesto, tampoco se le puede pedir más. Sin embargo, resulta que a la esfera naranja el nombre se le queda corto: puede servir de mochila o como maceta para las plantas. Así lo sugiere, con sendas fotos, el proyecto 30 ideas sostenibles que aún no conocías. Y, de paso, también muestra cómo se pueden aprovechar los CD olvidados en una estantería para crear unas pesas y ponerse en forma.

El proyecto es uno de los 50 finalistas de TalentosDesign’13, un concurso abierto a estudiantes de todo el mundo (especialmente hispanoamericanos) organizado por la Fundación Santander bajo el lema “Diseña sostenible”. Y las obras ganadoras, escogidas online por los internautas de entre 900 propuestas, se exponen hasta el 15 de diciembre en el madrileño CentroCentro. Así, desde una manera para volver a poner de moda la falda de la abuela hasta una libreta que se riega, pasando por una vivienda hecha con contenedores de transporte de materiales, el concurso busca la fórmula áurea que mezcle belleza, utilidad y reciclaje.

La medalla áurea de TalentosDesign, en cambio, se la llevó Nazarena Pereyra. El Econeumático (un bolso creado con una cámara de aire de camión) de esta argentina de 33 años fue escogido por un jurado entre los finalistas para hacerse con 5.000 euros y un lugar privilegiado en la muestra. “Mi punto de partida fue el concepto de reinventarse, algo que para mí es doloroso”, cuenta Pereyra. De ahí, entre intentos y cambios de ruta, su sendero le llevó a tropezar por las calles de Buenos Aires con unos neumáticos readaptados a macetas para las plantas.

Ella, claro, los reinventó más aún, hasta el resultado final donde costaría reconocer el material original si no fuera por la válvula que sirve de cierre. “También se pueden realizar mochilas y cinturones. Tengo interés en lanzar una línea de accesorios hechos con neumáticos”, relata Pereyra, quien, sin embargo, calla y sonríe cuando se le pregunta por el precio que imagina para su bolso.

Al lado del triunfador se exponen los otros cuatro ganadores del concurso, reconocidos con 2.500 euros y la gloria de arrasar en su categoría. El vídeo Own language, por ejemplo, se ha llevado el galardón en el apartado Digital. “La idea es cambiar los objetos comunes, darles otro rumbo y mostrar que también tienen belleza”, explica Alba Gil Lobo, una de las dos creadoras, sobre su himno animado a la fascinación de los utensilios cotidianos.

Tal vez algún día también sea de uso diario el mobiliario plegable de Juan Antonio Fuentes Muñoz. Aunque, al menos de momento, tan solo podría usarlo un muñeco de Playmobil: a falta de una maqueta tamaño real, y del inversor que se lance a producirlo, el CentroCentro expone un modelo reducido. “No se puede competir con las grandes empresas con precios baratos, pero sí con objetos reciclables”, asegura Fuentes Muñoz, de 25 años. Su mueble, en concreto, está hecho de plástico reutilizado y puede doblarse hasta reducir su tamaño en un 90%.

La biblioteca infantil imaginada por Rodrigo Moral no podrá plegarse tanto, pero también está hecha para que se pueda retirar fácilmente. “Son paneles desmontables”, defiende el autor ante una maqueta de la obra ganadora en Espacios e interiorismo. Con siluetas de pizarra de brujas, hadas y más protagonistas de los cuentos, el centro busca convertir la biblioteca “en un espacio de juegos”. Es decir, lúdico y sostenible. Ya puestos, solo le falta entrar en una canasta.