Nicolas Ghesquière diseñará para Louis Vuitton

Pocas noticias podrían suscitar tanta alegría en la industria de la moda como la confirmación de que el diseñador Nicolas Ghesquière vuelve a diseñar de la mano de Louis Vuitton. El francés (Comines, 1971) ha sido nombrado director creativo de las colecciones de mujer de la casa francesa, que el año que viene celebrará su 160 aniversario. Ghesquière ocupará, en parte, el cargo que Marc Jacobs (Nueva York, 1963) dejó vacante el pasado 2 de octubre al terminar la relación que mantenía desde 1997 con la perla más rentable del mayor grupo de lujo del mundo, Louis Vuitton Moët Hennessy (LVMH). No se trata de una sustitución completa, ya que el estadounidense ejercía como director “artístico” y tenía responsabilidad sobre todas las líneas de producto. El francés será director “creativo” y solo se ocupará de las colecciones de mujer. De hecho, se incorpora en la misma posición que el británico Kim Jones ostenta en la división masculina desde 2010.

La primera colección de Ghesquière para Louis Vuitton se verá en la semana de la moda de París del próximo marzo (donde se presentarán las propuestas para otoño/invierno 2014). El sistema de la moda ha estado huérfano de las creaciones de Ghesquière durante dos temporadas y menos de un año, pero la ansiedad por su retorno ha sido tal que los rumores sobre dónde y cuándo volvería han sido constantes desde que en noviembre de 2012 se anunciara su separación de la Balenciaga. En todo momento, las informaciones han colocado a Ghesquière en la órbita de LVMH, aunque al principio se especuló con que pudiera crear su propia marca bajo ese paraguas. Hasta el abrupto divorcio, Ghesquière había sido una de las grandes estrellas del grupo rival y propietario de Balenciaga, Kering. Pero las relaciones entre el diseñador —director creativo de la casa fundada por Cristóbal Balenciaga desde 1997— y el conglomerado no acabaron en buenos términos. Kering ha demandado a Ghesquière por las declaraciones que realizó tras su salida en las que, entre otras cosas, lamentaba la falta de ayuda empresarial recibida durante sus 15 años en Balenciaga. El francés fue rápidamente reemplazado por el estadounidense Alexander Wang.

En mejores términos habla Ghesquière de su llegada a Vuitton. “Esta casa ha encarnado siempre para mí los valores de lujo, innovación y exploración”, asegura en la nota de la compañía. “Estoy encantado con la misión que me han encomendado y orgulloso de formar parte de esta gran maison, con la que comparto valores. No puedo esperar a unirme al equipo”. En Vuitton, acaso la mayor compañía del sector con unos ingresos anuales que se estiman por encima de los 7.000 millones de euros, se viven tiempos de cambio. Tras 22 años como CEO, Yves Carcelle dejó la plaza en 2012 para ser vicepresidente de la Fundación Louis Vuitton para la Creación. Le sustituyó Michael Burke y Delphine Arnault, hija de Bernard Arnault (propietario de LVMH), fue nombrada su mano derecha. No solo en Vuitton son días de transición. Hay un cambio de paradigma generalizado con la llegada de nuevos diseñadores a casas tan relevantes como Saint Laurent o Dior, el año pasado.

La división de prêt-à-porter femenino de Louis Vuitton se creó con la llegada de Marc Jacobs a la casa en 1997. Hasta entonces, la actividad se había limitado a la lucrativa marroquineria. Curiosamente, ese mismo año Ghesquière devolvió a Balenciaga al mapa de la moda internacional gracias a la fuerza de su inventiva. Dos caminos que hoy convergen en una asociación que genera grandes esperanzas. La unión del talento de Ghesquière y los recursos de Louis Vuitton dibujan un escenario de lo más prometedor.