Zinemaldia: año 1 poséxito

¿Qué se puede hacer tras una edición de órdago? Cuando se ha tenido una estrella por día, cuando se ha capeado una huelga general en el País Vasco en mitad del certamen, cuando en cada jornada se hablaba de al menos una gran película, cuando se ha convertido el 60º aniversario en un maravilloso festejo, el reto para José Luis Rebordinos es enorme. Es el año 1 poséxito y para esta edición, que arranca hoy, encima cuenta con 300.000 euros menos. A pesar de ello, de que algunos patrocinadores se han cerrado en mayo, que para los calendarios que manejan los festivales es realmente al límite, el director del Zinemaldia no ha perdido la sonrisa.

Y ha vuelto a las apuestas seguras: el buen cine en la sección oficial y en las perlas de otros festivales, ciclos atractivos (uno, dedicado al animación más interesante actual, Animatopía; la retrospectiva clásica revisa la obra de Nagisa Oshima), una sección dedicada al cine y la cocina, otra nueva que muestra lo mejor del cine deportivo radical (Savage cinema), un gran muestrario de las últimas películas latinoamericanos. También estrellas desde el principio como Annette Bening, que estará en la inauguración –al día siguiente presenta película-, David Byrne, Diego Luna, Todd Haynes y Valeria Bruni Tedeschi –miembros de un jurado en el que también está el español Cesc Gay-, dos habituales donostiarras como Terry Gilliam y Oliver Stone, y una estrella asiáticas del cine de acción reconvertida en estupenda intérprete dramática como Michelle Yeoh. Además, dos Donostias atractivos: Carmen Maura –primera española en recibirlo, de la que se proyectará Las brujas de Zugarramurdi- y Hugh Jackman –atentos a su película Prisoners, su llamada de atención a los Oscar-, uno de los actores más famosos del momento.

En esa apuesta de mezclar popularidad y cine de autor, Donostia inaugura sus proyecciones con Futbolín, la película de animación del argentino Juan José Campanella, al que hace unos años un jurado ciego le ninguneó El secreto de sus ojos, posterior Oscar. El premio FIPRESCI del año, el que otorgan los críticos a la mejor película de todos los grandes certámenes de 2013, lo recogerá Abdellatif Kechiche por su Palma de Oro La vida de Adèle. Y en la sección oficial el cine español presenta tres propuestas que van desde el debutante más arriesgado –Fernando Franco con La herida- al autor consolidado –Manuel Martín Cuenca con Caníbal- llegando al director más conocido –David Trueba, con Vivir es fácil con los ojos cerrados-.

Un último vistazo a tres repetidores: dos actores, Colin Firth y Jake Gylllenhaal, aparecen en dos películas del certamen. El inglés está en El largo viaje y en Devil’s knot, la última aportación al cine incisivo y perturbador del maestro Atom Egoyan. Ambas están a concurso. Gyllenhaal hace doblete con Denys Villeneuve, el director de Incendies: con la ya mencionada Prisoners y con Enemy, basada en la novela de José Saramago en la que Gyllenhaal encima hace doblete en pantalla. Un tremendo pluriempleo.