La alfombra roja más longeva
Empezamos una serie diaria sobre todas las curiosidades de siete décadas en la Mostra
El trío dinámico, Alfonso Cuarón, director del aplaudidísimo Gravity, junto con los protagonistas, George Clooney y Sandra Bullock, desfilan esta noche por la alfombra roja más antigua, que conduce al Palacio del Cine, en la pequeña isla del Lido de Venecia.
Los tres premios Oscar inauguran la 70ª edición de La Mostra, que concluye el 7 de septiembre y arranca esta tarde, a las siete. Estarán presentes en la misma sala personajes de la política y la cultura, el Presidente de la Región Véneto, Luca Zaia; el acalde de Venecia, Giorgio Orsoni; el director del Festival de Cannes, Thierry Frémaux, y otros representantes del mundo del cine.
Todos, para homenajear al festival de cine más longevo del planeta. La Mostra nace en el Hotel Excelsior en agosto de 1932, pero el éxito fue tan grande que fue necesario construir el Palacio del Cine, con un aforo de 1078 personas. Por la pasarela que esta noche pisan Bullock y Clooney desfiló el día de su inauguración, en 1937, Marlene Dietrich, aunque ese mismo año fue Bette Davis quien se llevó el premio a la mejor actriz. Por aquí, al fin y al cabo, pasaron los artistas más aclamados de la época: Greta Garbo, Ronald Colman, Clark Gable, Vittorio De Sica...
El festival veneciano llega a la edición número 70, superando, entre otras cosas, el fascismo. Las ediciones de 1940, 1941 y 1941 fueron realizadas lejos del Lido, pero se consideran no válidas. La Mostra retorna en 1946 con filmes importantes del neorrealismo italiano, Pisá de Roberto Rossellini y La tierra tiembla de Luchino Visconti.
Una vez finalizada la Segunda Guerra Mundial, la Mostra atrae de nuevo a artistas de prestigio internacional como Laurence Oliver, Orson Welles, Jean Cocteau... Por la pasarela roja posaron Rita Hayworth, Olivia de Havilland y la gran Anna Magnani, premiada con la Copa Volpi a la mejor actriz por su papel en Noble gesta de Luigi Zampa.
El festival aglomeraba prestigio y adeptos. Daba a conocer el cine japonés, con Akira Kurosawa, ganador del León de Oro en 1951. El español Juan Antonio Bardem fue nominado al mismo galardón en 1956 pero se quedó con el Gran Premio de la Crítica Internacional. En los sesenta, compiten nuevas promesas con directores debutantes: Godard y Dreyer, Bergman y Penn, Pasolini y Bresson, Kurosawa y Polanski, Truffaut y Rossellini, Losey y Forman. Participan también Carmelo Bene, Cassavetes, Resnais y Buñuel, ganador en 1967 del León de Oro por Belle de jour. Ya en 1963, Luis García Berlanga había obtenido el Gran Premio de la Crítica Internacional por El verdugo.
Un nuevo comandante
Con Carlo Lizenzani al timón, la Muestra da un giro entre 1979 y 1982. El nuevo director artístico se empeña en devolverle el prestigio a la sazón perdido. Introduce nuevas secciones y filmes más espectaculares como En busca del arca perdida, en 1981, y el memorable E.T., en 1982, de Steven Spielberg. En los ochenta se llegan a proyectar también otras películas fuera de concurso con mucho gancho: Blade Runner de Ridley Scott, Y la nave va de Federico Fellini y Zelig de Woody Allen. Y son premiadas las trayectorias de Al Pacino, Robert de Niro, Francis Ford Coppola, Dustin Hoffman, entre otros. En 1988, la Mostra propuso el filme más polémico de Martin Scorsese, La última tentación de Cristo. El mismo año, Mujeres del borde de un ataque de nervios de Pedro Almodóvar se llevó el Premio al Mejor Argumento y Guion Cinematográfico.
Más escándalos llegaron en 1996. No gustó nada la decisión del jurado, presidido por Roman Polanski, que otorgó la Copa Volpi a una niña de cuatro años, Victoire Thivisol, por su actuación en Ponette. La caliente Bambola de Bigas Luna levantó mucho rumor, pese a que en 1992 el director obtuvo el León de Plata por Jamón Jamón y dos años más tarde el galardón al mejor guion por La teta y la luna.
La alfombra más vieja y famosa ha traído mucha suerte al intérprete español Javier Bardem que en 2000 se llevó la Copa Volpi al mejor actor por su papel en Antes que anochezca de Julian Schnabel y en 2004 por Mar adentro, de Alejandro Amenábar.
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