La Guardia Civil recupera 84 documentos de la Guerra de la Independencia

El joven soldado polaco Pedro Imovitsch, de 24 años, soltero, nariz chata, boca grande, cara ancha, soltero, sin oficio, analfabeto, nunca pudo imaginar que su ficha personal sería objeto de investigación 200 años después de su alistamiento en el Regimiento de Kayser, 3º de Suizos. La nota de reclutamiento de Imovitsch, que fue admitido en filas en diciembre de 1809 por el conde de Villariezo, es una de las 84 que estaban a la venta a través de Internet y que han sido recuperadas por el Grupo de Patrimonio Histórico de la Guardia Civil.

La investigación se inició a principios de año, cuando la Guardia Civil descubrió que alguien trataba de comercializar varios lotes de documentos históricos a través de la Red. Eran impresos oficiales con el membrete del Regimiento de Kayser, 3ª de Suizos y del Regimiento de Reding número 3, alistados antes y durante la guerra de la Independencia contra las tropas del invasor Napoleón Bonaparte. El regimiento de Reding fue una de las seis últimas unidades suizas al servicio de la Corona española. Tiene su origen en la capitulación firmada en 1742 por Felipe V, el primer monarca español de la casa de Borbón, con el cantón suizo de Schwyz, de donde era originaria la ilustre familia Reding.

El primer lote que estaba en oferta en Internet constaba de 21 documentos, bien conservados, cuyo vendedor pedía por cada uno de ellos entre 200 y 300 euros, según fuentes del instituto armado.

Los investigadores del caso fueron al Instituto de Historia y Cultura Militar del Ejército de Tierra, que les confirmó que los documentos que se hallaban a la venta habían sido extraídos del archivo en fechas posteriores a 1809. Elemental. Pero no había ni un dato más concreto ni de cuándo ni quién los había retirado y jamás los había devuelto.

Como en cualquier otra investigación, los guardias civiles tuvieron que ir reuniendo las piezas del puzle hasta determinar que los documentos habían estado en poder de los familiares de un historiador de Sevilla, que, al fallecer este, los pusieron a la venta a través de comerciantes de libros antiguos de Sevilla. Dicho anticuario se los había vendido a tres coleccionistas de Cádiz, Málaga y Sevilla, donde han sido localizados ahora los 84 vetustos folios en perfecto estado, según señala la Guardia Civil.

Cada expediente de estos soldados es casi como una ficha del actual DNI: en él consta el nombre de su padre y de su madre, su lugar de nacimiento, su edad, su estatura y otras características faciales. Estos datos resultarían muy útiles para su identificación en el caso de que cayera muerto en combate (cosa que a buen seguro le sucedió a más de uno de ellos).

El Regimiento Kayser era uno de los que en 1808 integraban la infantería del Ejército español. Al estallar la guerra de la Independencia, estaba en Málaga y tuvo una destacada participación en Andalucía y, sobre todo, en la batalla de Bailén (19 de julio de 1808), amén de participar en otros duros enfrentamientos contra las tropas napoleónicas en Cardedeu, Valls y Tarragona.

La ley de Patrimonio Histórico de 1985 señala que “forman parte del patrimonio documental los documentos de cualquier época generados, conservados o reunidos” por entidades públicas o por personas privadas gestoras de servicios públicos.