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Columna
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Patriotismo

Pienso en la cinta Los tres días del Cóndor ante el escándalo de las informaciones de Edward Snowden

Carlos Boyero

Son un grupo de colegas que trabajan en medio de un ambiente familiar. Descifrando códigos, especializados en lenguas orientales o muertas, manuscritos, bibliotecas exóticas. Todo es aparentemente inofensivo. Pero un día, unos señores entran en esa casa y matan a todos los que se encuentran allí. Solo una persona de ese grupo logra sobrevivir. Esta gente tan apacible y erudita trabajaba para la CIA. Los jefes han deducido que la información que poseían podía ser un peligro para la seguridad de la agencia y decidieron exterminarlos. El superviviente, norteamericano modélico, descubre aterrado esa madeja siniestra que han tejido sus jefes. Sabe que van a cargárselo, dispone de poco tiempo para denunciar ante la opinión publica la delictiva metodología de esa CIA que supuestamente vela por la seguridad de Estados Unidos. Cuando, sorteando el acorralamiento con la ayuda de una mujer que fotografía soledades, este consigue entregar a los periódicos las inmundas tramas de la CIA, uno de sus perseguidores le pregunta a ese honesto patriota que va a contar la espantosa verdad sobre la CIA: “Y, ¿cómo sabe usted que los periódicos van a publicarla?”. Todo esto ocurría en la excelente película Los tres días del Cóndor.

Pienso en esa ficción ante el escándalo real que se ha montado con las informaciones de Edward Snowden. Descubrió que la CIA espiaba a todo el mundo, incluyendo a sus amigos europeos, a sus incondicionales aliados para todo. Normal. Se dedican a eso, a espiar, acumular el inmenso poder que proporciona la información. Pero Snowden flipa al descubrir esa falta de escrúpulos y se lo cuenta al mundo. Lo hace porque se siente un patriota, porque aspira a la limpieza moral de su Gobierno. ¿Desde cuándo le ha preocupado la moralidad a los Gobiernos? ¿Qué pensaba que era la CIA cuando decidió ingresar en ella? Y te puede atacar la risa cuando Kirchner, Morales y Maduro declaran que retuvieron el avión de Morales y le negaron aterrizar en varios países europeos porque sus Gobiernos son anticolonialistas, indígenas y antiimperialistas. Pero esas soflamas no impiden que siga siendo vergonzoso que los espiados no posean dignidad y sigan baboseando a su espiador, cumpliendo borreguilmente sus órdenes.

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