El Supremo neozelandés admite a trámite un recurso de Dotcom contra EE UU
El informático apela contra el fallo de un tribunal de primera instancia La corte decidió que el FBI no tiene que presentar todas sus pruebas contra él
Una guerra tiene muchas batallas. Y la pelea legal entre Kim Dotcom y EE UU no es una excepción. El veredicto final llegará en agosto, cuando la justicia de Nueva Zelanda -donde el informático alemán se encuentra en libertad condicional y acusado por el FBI de crear una organización criminal y causar daños a la industria cultural por 386 millones de euros- decidirá si finalmente Dotcom es extraditado a Estados Unidos. Entretanto, el fundador de la página web de descargas Megaupload se ha apuntado una pequeña victoria: el Supremo de Nueva Zelanda ha admitido a trámite su recurso para que EE UU esté obligado a presentar en el juicio todas las pruebas que tiene en su contra.
En marzo la corte neozelandesa de primera instancia que lleva el caso de la extradición estableció que el FBI no tiene la obligación de presentar todas las evidencias que ha recopilado contra Dotcom. La defensa del alemán sostuvo entonces que la decisión pone a su asistido en una condición de desventaja en el proceso y apeló el fallo ante el Supremo, que le acaba de dar la razón.
En realidad, el fallo del Alto Tribunal es el enésimo capítulo de una historia tan Mega como su protagonista y la página homónima que lanzó para sustituir Megaupload, cerrada por el FBI. Entre jueces que renunciaron, retrasos y acusaciones recíprocas, el caso ha ido aplazando su desenlace hasta agosto, aunque podría tardar incluso más aún.
Porque, en paralelo al juicio principal, se ha desarrollado otro que estudia las escuchas telefónicas y el espionaje que supuestamente sufrió Dotcom, además de la irrupción policial en su casa, con la que los agentes le detuvieron el 19 de enero de 2012. En concreto, la justicia neozelandesa ya ha concluido que la operación fue “ilegal”.
“Todo este juicio es un gran fraude”, defiende Dotcom. EE UU cuenta en cambio otra realidad: el alemán y sus seis socios (también acusados de piratería informática) ganaron 135 millones de euros gracias a una web, Megaupload, que almacenaba y ofrecía acceso gratuito a miles de películas, series y canciones, violando el derecho de autor. Por eso, el alemán se enfrenta a más de 20 años de cárcel.
Desde su millonaria mansión cerca de Auckland, Dotcom sigue sosteniendo que era perfectamente "consciente" de que había piratería en marcha en su web, pero que solucionar ese problema no es su "trabajo". Si lo era, lo decidirá en unos (cuantos) meses un tribunal.. Antes, no lo duden, habrá más capítulos.
Babelia
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