Una mirada desde el interior de las comunidades indígenas
El universo audiovisual de los pueblos indígenas llega en forma de una muestra a Casa de América
En Guadalupe Llano de las Avispas, los niños estudian en una escuela bilíngüe, recogen paja para tejer, preparan adobo, alimentan a los animales, van en mulo para traer agua y juegan con los juguetes que ellos mismos fabrican. Esta rutina cercana a la naturaleza en la comunidad indígena del municipio oaxaqueño de Tilantongo (México) forma parte de la vídeo-carta Saludos desde Yodo 'Ndaka – Candelaria Loxicha saluda a todos los niños y las niñas, que se proyecta hoy por la noche en Casa de América durante la VIII Muestra de Cine Indígena. La mirada desde el punto de vista de las propias comunidades es el eje del evento que se realiza desde ayer por la Coordinadora Latinoamericana de Cine y Comunicación de los Pueblos Indígenas (CLAPCI).
Las seis películas exhibidas ayer y hoy fueron premiadas el año pasado en el XI Festival Internacional de Cine y Vídeo de los Pueblos Indígenas de Colombia. Aspectos como la violación de territorios y las dificultades para mantener viva la cultura y la herencia indígenas son abordados con una mirada propia de los indígenas, distinta de la antropológica. “Nuestra apuesta surge desde los pueblos indígenas hacia ellos mismos. Entendemos la comunicación como un escenario tan importante de ser trabajado como la demanda por la educación, agua y tierra”, compara la coordinadora general de CLAPCI, Jeannette Paillán.
Hace más de dos décadas que esta red congrega a colectivos de toda Latinoamérica que trabajan por acercar herramientas de comunicación a las comunidades indígenas tanto urbanas, como aisladas. La propuesta tiene especial éxito en Bolívia y en Brasil, donde se desarrollan proyectos continuos y profundamente integrados con los pueblos. El material producido no tiene como objetivo necesariamente de ser carne de festival: las proyecciones pueden tener lugar en las propias comunidades, cuando se hace un rescate de sus historias o para el público en general, si se trata de una reivindicación. “Nuestro principal rol es romper la postura de qué se iba a filmar. Las comunidades nunca veían las imágenes porque eran para festivales o para el público de la ciudad. Nuestra propuesta es que los protagonistas tienen que estar conformes con lo que se muestra”, explica Paillán.
El director de la agencia de prensa Mapuche Mapuexpress, Alfredo Seguel, explica que los círculos informativos de los países de origen muchas veces no dan cuenta de lo que está pasando con los pueblos indígenas, por lo que el cine surge como una herramienta de expresión vital. “Cuando la grabación está hecha por las propias comunidades, se enfoca mejor el mensaje y, además, de una forma mucho más auténtica, con sentimiento de pertenencia. Esto contribuye a evitar ciertos niveles de folclorismo en los que comúnmente se cae al hablar de la comunidad indígena cuando no se es indígena o no se está dentro de estos procesos”, explica.
A parte de Saludos desde Yodo 'Ndaka, esta noche noche se proyectará la venezolana Nawuin y el documental El oro o la vida, sobre la recolonización y resistencia en Centro América, una coproducción entre Guatemala, Honduras y El Salvador, que trata de cómo la actividad de una empresa minera transnacional afecta a los pueblos indígenas centroamericanos. El reportaje servirá, asimismo, de antesala de un debate conducido por Alfredo Seguel y Diego Jiménez Mirayo, de la Coordinación por los Derechos de los Pueblos Indígenas (CODPI) sobre el papel de las transnacionales en territorio indígena.
Babelia
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