El superventas de historias “tiernas”
Albert Espinosa mantiene su éxito con su nueva novela, 'Brújulas que buscan sonrisas perdidas'
Gracias al agua, Albert Espinosa lleva vendidos más de un millón de ejemplares de sus novelas. Este hombre polifacético nacido en Barcelona (1973) es escritor, actor, guionista, director de cine… pero antes de todo ello se formó como ingeniero industrial químico. Aun antes fue un adolescente enfermo de tres cánceres que superó y que le dejaron, como en toda buena historia de superación, una manera optimista de ver la vida. Lo del agua viene a cuento porque Espinosa dice que le gusta escribir "cerca" de ese líquido, y en verano, en una habitación ya sea junto al mar, un río o un pantano, "y a mano". Con sus libretas de notas y la paz del agua encuentra el estado idóneo para sus obras.
La última, el pasado verano, cuando Albert escribió Brújulas que buscan sonrisas perdidas (Grijalbo), novela publicada el pasado 21 de marzo y que ya está en las listas de las más vendidas. "Es un libro sobre las segundas oportunidades que da la vida. También habla del dolor y la sinceridad, porque busco siempre personas que me digan la verdad, con la verdad te puedes enfrentar a cualquier situación", explica por teléfono.
El protagonista de su libro regresa para cuidar de su padre, con cáncer y alzhéimer, que vive sus últimos días. Es un joven marcado además por la muerte de su mujer en un accidente de tráfico, padre de gemelas y alejado de su desagradable hermano mayor desde hace años. Ese contacto postrero con su progenitor le hará reflexionar sobre sus relaciones con los demás. ¿Su libro puede leerse como un manual de autoayuda? "Recibo todos los días muchos correos de gente que dice que mis obras les ayudan pero yo escribo aventuras, del amor, la amistad...".
Con su experiencia en hospitales, no es extraño que Espinosa hable de sí en sus libros. En esta ocasión solo se ha sentido "muy cercano" al protagonista de Brújulas que buscan sonrisas perdidas. Por cierto, un título marca Espinosa: "Me gustan largos y con palabras que den la sensación de que puede ocurrir algo entre el lector y el librero cuando le pida el libro".
El protagonista de su libro regresa para cuidar de su padre, con cáncer y alzhéimer
Sus novelas anteriores, Si tú me dices ven lo dejo todo... pero dime ven (2011); Todo lo que podríamos haber sido tú y yo si no fuéramos tú y yo (2010) y El mundo amarillo (2008), todas en Grijalbo, han vendido más de un millón de ejemplares en 20 países, entre ellos Estados Unidos, Francia, Alemania, Polonia, Serbia, Bulgaria, Noruega, Finlandia, Brasil, Turquía, Eslovaquia...
Tantos libros vendidos se compadecen con largas colas de lectores que esperan su dedicatoria estos días de promoción. "Procuro atenderlos a todos aunque suponga varias horas de firmas". El éxito popular también lo ha disfrutado con sus películas, cuyos guiones, asegura, escribe siempre desde medianoche hasta las 4 de la madrugada, como hizo para Planta 4ª, Va a ser que nadie es perfecto, Tu vida en 65' y Héroes. Albert se atrevió con la dirección en No me pidas que te bese porque te besaré (2008).
De su primer libro, El mundo amarillo, y sus vivencias como chaval enfermo de cáncer creó el guion de otro boom, la serie Pulseras rojas, que siguieron tres millones de personas en Antena 3. "Fue entonces cuando me llegó el público joven, antes tenía el adulto del cine y el teatro". Mayores y menudos se encontrarán en Brújulas que buscan... un estilo de oraciones cortas y muchos puntos suspensivos. "En el hospital había una mujer mayor que hablaba así, nunca acababa las frases... los puntos suspensivos te hacen pensar".
Albert no se plantea por qué todo lo que toca se convierte en superventas. "Desde el principio conté historias de enfermedad, ternura... las que me gustan. Después he intentado buscar compinches que entendieran ese universo", compañeros que produjeran sus obras, a los que llama "ternuristas".
Sus novelas han vendido más de un millón de ejemplares en 20 países
Tantas veces pendiente de diagnósticos y pruebas, Espinosa prefiere por eso no planificar su vida "más allá de tres meses", que es lo que le recomendaron los médicos cuando tenía 15 años. Su proyecto inmediato es ir a Los Ángeles al rodaje de la adaptación de Pulseras rojas por parte de DreamWorks, la productora de Steven Spielberg, que compró los derechos. "Espero que se emita en septiembre en la cadena ABC". La brújula de su vida le sigue sonriendo.
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