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OBITUARIO

Justin Howse, cirujano de las estrellas del ballet

Especialista en ortopedia, trató también a actores y atletas de alta competición

Justin Howse (Stanmore, Reino Unido, 1929) gozaba de renombre mundial como cirujano ortopédico de bailarines, actores y atletas de alta competición. Entre sus pacientes más célebres se contaron la primera bailarina británica, Margot Fonteyn, o la actriz Judi Dench. En varias ocasiones también atendió las lesiones del bailarín ruso Rudolf Nureyev, de quien decía que tenía una musculatura y constitución excepcionales para recuperarse de las habituales complicaciones funcionales surgidas por la práctica del ballet. A partir de 1966, el doctor Howse se convirtió en el asesor médico del Royal Ballet de Londres y de su escuela, y en su larga trayectoria atendió a estrellas internacionales de la danza como Michael Somes, Anthony Dowell, Antoniette Sibley, Merle Park o Lynn Seymour.

Howse patrocinó sus estudios de Medicina cumpliendo su servicio militar en el cuerpo médico de la Royal Army. Después de su primer trabajo, en el hospital San Ricardo (Chichester), se cambió a la especialidad de ortopedia y en 1966 se convirtió en consultor cirujano ortopédico en el Middlesex Central Hospital. Entusiasmado con los avances en las prótesis ortopédicas, inventó un nuevo tipo de articulación artificial de cadera, el hip Howse.

La fama de Howse en parte venía de su enfoque innovador para el tratamiento de las lesiones habituales de los jugadores de críquet; también estudió a fondo las manos y brazos de los jugadores de bádminton o los de los músicos.

El fallecido cirujano rompió con las ideas entonces en boga entre los especialistas en ortopedia al recomendar recurrir a la fisioterapia y a una mejor formación del propio paciente en lugar de optar por la cirugía. Muchos bailarines de renombre reconocían que con Howse aprendieron a cuidar sus músculos y tendones, no precipitando el regreso al escenario después de lesiones graves. Dos anécdotas atestiguan la valía profesional de Howse: la prodigiosa recuperación de Judi Dench en 1981 de una lesión que sufrió cuando protagonizaba Cats, el musical de Andrew Lloys Webber; y su negativa a intervenir quirúrgicamente a Fonteyn en lo que estimó una arriesgada operación de rodilla, argumentando que no quería pasar a la historia como “el médico que acabó con la carrera de Fonteyn”. Fuera por acción o por omisión, Howse tenía un instinto certero: Fonteyn se recuperó y durante otros 25 años coronó una de las carreras más impresionantes del mundo de la danza. Howse siguió siendo su médico hasta que dejó los escenarios.

“Para prevenir las lesiones de los futuros bailarines, todos los maestros de ballet deberían tener un conocimiento básico de la anatomía humana”, sostenía Howse. En su calidad de consultor ortopédico de la Escuela del Royal Ballet, también investigaba la aptitud física de cada niño que solicitaba ingresar en la escuela e inspiró el modelo del personaje del médico que actúa en el filme Billy Elliot.

En 1980, Howse fundó el primer centro británico especializado en la lesión de danza, la reputada clínica de Harley Street en Londres, a la que peregrinaban bailarines con problemas de todo el orbe. En 1988 fue coautor de Técnica de danza y prevención de lesiones. El libro se considera clave para la buena práctica de la danza y su didáctica. Tan rigurosa y acertada fue su comprensión de la técnica del ballet clásico y lo que exige al cuerpo, que Ninette de Valois, fundadora del Royal Ballet, recomienda en el prólogo que los coreógrafos lo estudien antes de pensar en nuevos pasos de baile. Howse falleció a finales del pasado año en Londres, aunque su muerte no ha trascendido a los medios hasta hace pocos días.

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